
Ni agricultura ni ganadería, pero sí uno de los principales colegas comerciales internacionales. En concreto, Singapur es el decimoquinto mayor exportador a nivel mundial y una de las economías de mayor crecimiento en las últimas décadas. La combinación de políticas macroeconómicas con una gran apertura comercial, bajos impuestos y un ecosistema tecnológico en pleno auge, han convertido a este pequeño país de poco más de 6 millones de habitantes en el centro neurálgico de los negocios en Asia.
La evolución de la riqueza en Singapur se explica de manera muy concreta: en tan solo 50 años la renta per cápita creció desde los 500 dólares hasta los 56.000 en 2010; hoy en día supera con creces los 88.000 dólares, según el Fondo Monetario Internacional, lo que le convierte en uno de los países más ricos. El mismo organismo estima que para 2050, Singapur habrá alcanzado casi los 140.000 dólares per cápita. Un milagro económico tan solo entendible desde la perspectiva de las políticas financieras y la apertura al mundo.
Así, además de ser una de las economías más sólidas de la región, destaca por ser una de las más innovadoras del mundo, con un ecosistema tecnológico y emprendedor que se ha convertido en el refugio de las principales startups del sector de España: una puerta de entrada al continente asiático para la expansión también por China y Corea del Sur. No en vano, los tres países se encuentran entre los mercados más avanzados y con mayor potencial para la expansión de las empresas tecnológicas emergentes españolas, gracias a su "apuesta decidida" por la innovación, su entorno digital "robusto", la disponibilidad de talento STEM y el "fuerte" apoyo gubernamental al emprendimiento, según apunta el Club de Exportadores e Inversores Españoles.
De la misma manera, Singapur ocupa la 1º posición como hub tecnológico en Asia, y la 7º a nivel mundial, en relación con la clasificación elaborada por de Global Startup Ecosystem Report (GSER). Es más, entre 2021 y 2023, su ecosistema fue valorado en 144.000 millones de dólares, con un crecimiento anual compuesto del 27%, según el organismo Government Technology Agency of Singapore (GovTech).
La industria manufacturera representa el 20% del PIB
El país asiático apenas produjo en 2019 unas 25 toneladas de hortalizas, una cifra muy pequeña en comparación con los 15 millones de toneladas anuales de España, principal proveedor de la Unión Europea. Tampoco cuenta con una industria ganadera extensa, pues tan solo produce unas 100.000 toneladas de carne de pollo, 22.000 de carne de cerdo y unas 27.000 toneladas de huevos (España produce una media anual de 1,4 millones de toneladas, 4,85 millones toneladas y casi 1,2 millones respectivamente, según el Ministerio de Agricultura y Pesca).
Pero hace años que Singapur centra su economía en el comercio internacional, con una política de libre mercado que la ha llevado a ser clasificada por el Foro Económico Mundial como la economía más abierta del mundo y a ser considerada como la tercera menos corrupta por la organización no gubernamental Transparencia Internacional.
El año pasado, la economía del país insular creció casi un 4,5%, consolidando una más que recuperación frente al dato de 2023 (1,1%). Unos datos empujados por el repunte de las exportaciones electrónicas que asentó a la economía asiática como una de las más prósperas y la más resiliente del continente.
En términos relativos, Singapur es uno de los países más ricos del mundo, superando incluso a países como Estados Unidos, Qatar, Bélgica y Hong Kong entre otros, gracias a dos pilares claves: los servicios financieros y la manufactura avanzada, en especial en semiconductores y electrónica. El primero de ellos implica una aportación al PIB del 70%, mientras que el segundo lo hace al 22%, según el último informe de la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación correspondiente a agosto 2024.
Así mismo, el organismo asemeja las economías de Singapur y España debido a "una fuerte orientación hacia el sector terciario", aunque destaca que en el país ibérico el sector primario sí tiene una mayor relevancia en el PIB nacional, y que la manufactura tiene mayor peso en el país asiático, sobre todo en lo referente a la refinación de petróleo, componentes electrónicos e industria farmacológica.
De otro lado, Singapur mantiene una política fiscal conservadora que les obliga a mantener el equilibrio presupuestario, lo que provoca una elevada capacidad de ahorro que genera una gran estabilidad macroeconómica, con unas reservas estimadas en más de un 200% del PIB.
Desahogo de políticas fiscales
La diversificación de la política comercial de Singapur pasa también por la atracción de nuevas inversiones incentivadas por un sistema tributario competitivo a todos los niveles. El país cuenta con un tipo impositivo de sociedades del 17%, uno de los más bajos del continente: en China implica un 25%, en Japón más de un 30% y la India alcanza un 35%, según cifras de Trading Economics.
De la misma manera, el Gobierno ofrece todo tipo de subvenciones, ayudas y líneas de financiación y de apoyo para el acceso a mercados internacionales. En paralelo, la estrategia nacional de I+D, conocida como RIE2025, cuenta con una dotación de más de 19.000 millones de euros, orientada a tecnologías como inteligencia artificial, biomedicina, computación cuántica y sostenibilidad.
Por otro lado, Singapur se ha alzado en los últimos años como uno de los principales mercados de expansión para las startups de todo el mundo, y en especial de las españolas, gracias a las exenciones fiscales para este concreto tejido empresarial en sus primeros años y con un IVA mantenido del 9%.
A día de hoy, esta ciudad-estado es la casa de alrededor de 4.500 startups tecnológicas activas y más de 400 fondos de capital de riesgo: en 2022 y en 2023 las rondas de financiación alcanzaron los 8.500 millones de dólares, según la consultora internacional PwC.
Para España, Singapur aparenta todo un ecosistema de refugio para sus empresas más emergentes, y a su vez representa una puerta estratégica de expansión al mercado asiático.
Relaciones bilaterales España Singapur
Desde 2019, y gracias al Acuerdo de Libre Comercio UE-Singapur, ambos países mantienen relaciones comerciales libres de aranceles. Si bien ninguno de los dos se encuentra entre los principales socios del otro, los intercambios han ido aumentando años tras año, sobre todo en maquinaria industrial, equipamiento médico, productos químicos y bienes tecnológicos (como semiconductores), llegando a superar en 2023 los 600 millones de euros, según las últimas estimaciones de ICEX.
Así, el país asiático es ahora uno de los principales mercados para las startups españolas, tanto de tecnologí, como de IA e incluso emergentes desarrolladoras de soluciones deeptech, que además se benefician de infraestructuras pioneras como el recién creado Instituto de Finanzas Digitales AIDF y varios hub tecnológicos donde ya tienen presencia Google, Amazon, Microsoft y Apple entre otros.
Agencias como SGInnovate refuerzan el posicionamiento del país en sectores como 'fintech' y deeptech "debido a su condición de hub global donde desarrollan sus operaciones corporaciones de todo el mundo. Singapur, dispone del ecosistema más maduro" ha afirmado el director de Economía y Empresa de Casa Asia, Amadeo Jensana.
Las distintas razones son el acceso a un mercado (el del continente asiático) de más de 700 millones de consumidores, las posibilidades de un entorno estables legal y fiscalmente, grades oportunidades de negocio y gran oferta de talento cualificado.