Economía

El país más seguro del mundo tiene más población extranjera que nacional y una relación con España muy especial

  • Los españoles que viven en este país conforman el 20% de toda la población
  • Cada vez llegan más ciudadanos de Sudamérica para trabajar en hostelería y servicios
  • La renta per cápita del país no para de crecer y ya roza los 43.000 euros

Los pequeños países o microestados europeos suelen tener algunas cosas en común más allá de lo que su propio nombre indica. Estos países suelen ser extremadamente ricos, con tasas de empleo muy elevadas y una riqueza lingüística abrumadora (al ser tan pequeños necesitan manejar la lengua de sus vecinos). Uno de ellos destaca además por ser el país más seguro del mundo y porque tiene más población extranjera que nacional. Además, este pequeño Estado tiene una relación extremadamente especial con España (un 20% de sus ciudadanos tienen nacionalidad española). Así es Andorra, el país más seguro del mundo.

Andorra fue elegido en 2024 y 2025 el país más seguro del mundo, según el índice global de la plataforma Numbeo que está calculado con datos y encuestas de percepción. En la última clasificación de Numbeo, el Principado encabeza la lista con un índice de seguridad de 84,7 (sobre 100), sostenido por un índice de criminalidad extremadamente bajo, en torno al 12–13 (es una puntuación de percepción en la que cuanto menor el dato, mejor). Estas cifras sitúan a Andorra muy por delante de naciones de alta renta que le siguen en seguridad, como Emiratos Árabes Unidos (índice de criminalidad 15,6) o Taiwán (16,7). En contraste, países vecinos presentan valores mucho menos favorables: España alcanza un índice de criminalidad de 36,24 y Francia de 55,26, considerablemente superiores al andorrano. De hecho, Andorra se distancia no solo de sus vecinos inmediatos, sino también de potencias europeas en cuanto a tranquilidad pública, liderando consistentemente estos rankings año tras año.

Otras métricas y organizaciones respaldan la situación privilegiada de Andorra en materia de seguridad. Un estudio publicado en 2024 por la revista Ceoworld evaluó indicadores como la criminalidad, la seguridad para turistas y el trato hacia mujeres, minorías étnicas y colectivo LGTBIQ+. Andorra obtuvo una puntuación sobresaliente de 91,86 sobre 100, superando incluso a países tradicionalmente seguros como Emiratos Árabes Unidos y Qatar (son extremadamente seguros, en parte, por unos regímenes que no siempre respetan los derechos humanos). Este resultado refleja un entorno donde residentes y visitantes disfrutan de un elevado nivel de protección personal y tolerancia social, probablemente fruto de una sociedad madura y muy cívica.

Otro dato relevante en materia de seguridad son los delitos graves, que son prácticamente inexistentes: la tasa de homicidios ronda solo 0,37 por cada 100.000 habitantes, muy inferior a la de España (0,9), por ejemplo. Esta situación de seguridad excepcional redunda en una alta confianza ciudadana y en el atractivo del país como lugar de vida. De hecho, la notable seguridad y calidad de vida de Andorra han convertido al Principado en un destino preferido para muchos nuevos residentes que buscan estabilidad y una menor presión fiscal (de sobra son conocidos los casos de españoles que se marchan a Andorra para pagar menos impuestos).

Población diversa e inmigración en aumento

Otro rasgo característico de Andorra es su marcada diversidad demográfica. La población autóctona con nacionalidad andorrana es minoritaria: representa apenas el 45,3% de los habitantes, de modo que más de la mitad de los residentes (cerca del 55%) son de origen extranjero. En 2024, Andorra alcanzó un récord de 87.097 habitantes, y el crecimiento poblacional reciente se debe principalmente a la llegada de inmigrantes, según explica la última ficha país del Consejo de Europa. Cabe destacar que buena parte de esta inmigración es cualificada o muy cualificada, además de proceder en gran medida de Europa (España, Francia y Portugal).

Las nacionalidades más comunes entre los residentes foráneos reflejan la estrecha relación de Andorra con su entorno ibérico y europeo. La colonia extranjera más numerosa es la española, con alrededor de 20.700 ciudadanos españoles viviendo en Andorra a finales de 2024. Le sigue la comunidad de origen portugués, que suma unos 8.529 residentes, y en tercer lugar la francesa. Estas tres nacionalidades (española, portuguesa y francesa) han sido tradicionalmente las más presentes en el país, fruto de la proximidad geográfica y la demanda de mano de obra que históricamente atrajo a vecinos de España y Francia.

En los últimos años, sin embargo, destaca el auge de la inmigración latinoamericana: el número de residentes procedentes de Sudamérica ha crecido aceleradamente, con incrementos notables del +13,5% en la comunidad argentina (que alcanzó unas 3.126 personas en 2024) y de más del +34% en las comunidades colombiana y peruana durante solo un año. Esta nueva ola migratoria latinoamericana está ocupando muchos puestos de trabajo en sectores como la construcción y los servicios, roles que tradicionalmente desempeñaban inmigrantes españoles o franceses que ahora se han jubilado o retornado a sus países. La integración de estos diversos colectivos ha aportado dinamismo social y económico, al tiempo que Andorra mantiene una cohesión social notable en un ambiente pluricultural.

Una economía pujante

La economía andorrana ha experimentado una gran transformación desde mediados del siglo XX, pasando de ser un país agrario aislado a una economía de servicios abierta al mundo. En la actualidad, el sector terciario (servicios) constituye aproximadamente el 80% del PIB de Andorra, siendo el turismo su pilar fundamental. Gracias a su estatus histórico de paraíso fiscal, a sus famosas estaciones de esquí alpino y al atractivo de los precios bajos en tiendas libres de impuestos, Andorra ha sido capaz de atraer a millones de visitantes cada año.

En años recientes, el Principado recibe típicamente entre 8 y 9 millones de visitantes anuales (para un país que no llega a los 90.000 habitantes). Tras el paréntesis de la pandemia, el flujo turístico se ha recuperado plenamente: en los 12 meses previos a abril de 2023 llegaron 8,8 millones de visitantes, una cifra cercana a sus récords históricos. Esta afluencia masiva multiplica por más de 100 la población residente y es vital para el comercio local, la hostelería y el sector de la nieve. Los turistas acuden mayoritariamente desde los países vecinos, atraídos por las compras, la naturaleza montañosa y la oferta deportiva; de hecho, más de la mitad de los viajeros que entran a Andorra son excursionistas que no pernoctan, principalmente españoles y franceses que realizan visitas de un día. El turismo de compras y ocio, junto con los deportes de invierno, generan una fuente clave de ingresos, situando a Andorra como un destino de referencia en Europa para el esquí y el turismo rural de montaña.

Además del turismo, el sector financiero y comercial juega un rol destacado en la economía del país. Andorra cuenta con un sistema bancario propio y durante décadas fue conocido por su banca privada bajo secreto bancario. Hasta hace poco más de una década operaban cinco bancos en el Principado, beneficiándose de la condición de Andorra como plaza financiera importante. El sector financiero representa alrededor del 15% del PIB. Sin embargo, a finales de la década de 2010, ante la presión internacional, Andorra emprendió importantes reformas para alinear su legislación con los estándares de transparencia fiscal,

De este modo, gracias a la combinación de un turismo fuerte y un pujante sector servicios, Andorra disfruta de uno de los niveles de renta per cápita más altos de Europa. En 2024, el PIB per cápita andorrano alcanzó los 42.853 euros. Esta cifra sitúa al Principado en el puesto 26 del mundo de 196 países. Andorra también obtiene buenos resultados: según las Naciones Unidas, se ubica en el rango de países con IDH muy alto reflejando la larga esperanza de vida, el acceso a sanidad de calidad y el alto ingreso medio de sus habitantes.

Relación actual de Andorra con España

Los lazos entre Andorra y España son estrechos y multidimensionales. En el plano institucional, Andorra es un coprincipado parlamentario único en el mundo: su jefatura de Estado es compartida por dos copríncipes, uno de los cuales es el Obispo de Urgell, alto dignatario de la Iglesia católica en Cataluña (España), junto con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Esta singular figura del copríncipe episcopal, vigente desde siglos atrás, garantiza una conexión histórica un tanto singular con España, pero también con Francia.

En el aspecto sociocultural, la influencia española en Andorra es palpable en la vida cotidiana. Parece lógico que en un territorio donde el 20% de la población procede de España y cada vez una mayor porción de Hispanoamérica, los lazos culturales sean cada vez mayores. Además, los youtubers y otros divulgadores españoles que se han marchado a vivir a Andorra comparten de forma habitual particularidades y rasgos de Andorra durante su trabajo, que llega a millones de españoles a través de Youtube o Spotify entre otros.

Aunque el catalán es la única lengua oficial del Principado, el español se utiliza habitualmente como lengua franca entre la población, al igual que el francés, debido a la gran presencia de residentes de esos orígenes. Las costumbres, medios de comunicación y oferta educativa de Andorra también están entrelazados con los de Cataluña y el resto de España: muchos andorranos sintonizan televisiones y radios españolas, y una parte significativa de los estudiantes andorranos cursan estudios superiores en universidades españolas mediante convenios especiales. Por otro lado, miles de ciudadanos españoles trabajan o residen en Andorra (como se mencionó, son la principal comunidad extranjera), contribuyendo al tejido económico local.

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