Economía

El pluriempleo se desploma y rompe una 'regla de oro' del mercado laboral español

Foto: Dreamstime

El número de ocupados con un empleo secundario alcanzó los 537.700 en el primer trimestre de 2025. Aunque es una cifra muy superior a los registros anteriores a la pandemia es la menor desde 2022 tras anotar un fuerte desplome del 9,1% en el último año. En el caso de los asalariados, que suponen ocho de cada diez pluriempleados, el retroceso es aún mayor y se eleva al 12,4%: el mayor de toda la serie histórica en ese periodo. Un comportamiento inédito en nuestro mercado laboral, que ve romperse una de sus 'reglas de oro', entre otras causas, por el impacto de la reforma laboral y las últimas subidas salariales.

El pluriempleo se considera un reflejo de la precariedad laboral, pero también resulta ser un indicador del ciclo económico. Si analizamos los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que se remontan a 2002, vemos cómo históricamente se incrementa en los momentos de crecimiento del PIB e intensa creación de empleo y se reducen en las crisis.

Así, durante los años de la denominada 'burbuja inmobiliaria' (que también lo fue financiera e hipotecaria) los ocupados con empleo secundario se dispararon, pasando de 287.400 en el primer trimestre de 2002, a 571.800 en el segundo de 2008. La tasa sobre el total de ocupados pasó del 1,7% al 2,8%, lo que implica que este ritmo de incremento fue mayor que el del empleo general. Esto significa que los trabajadores tenían más necesidades de encontrar un sueldo complementario, pero también más oportunidades para conseguirlo.

Con el estallido de la crisis, las cosas cambiaron con rapidez. Para 2012, los pluriempleados se habían desplomado hasta los 330.500, un 1,9% del total. Algo coherente con una intensa destrucción de empleo que se llevó por delante al 14% del total de ocupados.

Se aprecia, eso sí, que el pluriempleo anticipó en algunos trimestres su recuperación a la ocupación general, que no tocó fondo hasta el primer trimestre de 2014. Esto se explica porque nueve de cada diez de esos trabajos extra se desempeñan en el sector servicios, que fue el que primero empezó a levantar cabeza en la Gran Recesión, impulsado por el turismo.

Sin embargo, la salida de la crisis no permitió recuperar los niveles de pluriempleo previos, señal de que el dinamismo de la nueva fase de recuperación era menor que en la fase expansionista anterior. No fue hasta después de la pandemia cuando la reactivación de la economía se aceleró y llevó a los trabajos con un empleo extra a un nuevo récord: 602.600 en el segundo cuarto trimestre de 2023 y una tasa que volvía al 2,8% de los ocupados.

Este porcentaje es relevante porque deja claro que el aumento de pluriempleados no fue una simple consecuencia del mayor número de ocupados, sino que su peso en el mercado laboral también estaba crecido.

Pero este fue su punto álgido. En el primer trimestre de 2024 ya retrocedió a 591.300, algo que se puede achacar a la elevada volatilidad estacional del pluriempleo. Sin embargo, desde entonces, se ha seguido desacelerando hasta que en 2025 registra su primera variación anual negativa en un primer trimestre desde 2021 (coincidiendo con la pandemia) y la más intensa desde 2012. Con ello, la tasa cae ya al 2,5%

Lo más llamativo es que el retroceso se debe exclusivamente a los asalariados. Los autónomos, que suponen el 20% de los pluriempleados, han crecido un 6,5%. Los trabajadores con contrato que tienen un segundo empleo han caído un 12,4% en el último año, lo que supone el mayor retroceso en un primer trimestre de toda la serie histórica, y suman 427.200, la cifra más baja desde 2022.

Suponen un 2,3% del total del empleo asalariado. Hace un año marcaban el 2,7% del total. Y aquí la tasa cobra aún más relevancia porque confirma que, aunque sea por unas décimas, el peso del pluriempleo asalariado está en mínimos desde 2021. Es decir, desde que la economía empezó a reactivarse tras la pandemia. Su evolución se ha desacoplado de la del empleo en general.

Un pluriempleo que ya no compensa

¿Por qué cae el pluriempleo? Podemos formular varias hipótesis. La primera, están en que la Semana Santa en 2025 se retrasó hasta abril. Muchos pluriempleados vinculan su segundo empleo a actividades estacionales, especialmente en sectores como la hostelería, por lo que se vería afectadas por este retroceso. Pero aunque la ocupación general también ha acusado este impacto, en términos interanuales ha aumentado. Además, en otros años en los que estas festividades también se han demorado al segundo trimestre ha habido un descenso interanual del pluriempleo.

La segunda opción es que las últimas subidas del salario mínimo interprofesional y las revalorizaciones negociadas en convenio estén produciendo una 'recomposición' del mercado laboral que empieza a afectar primero a las actividades en los que los empleos secundarios son más volátiles y están peor pagados. Porque como hemos visto, España no solo se sigue creando empleo sino que varios sectores, como la hostelería y el comercio –donde muchos trabajadores compatibilizan más de un trabajo– demandan mano de obra. Simplemente, ya no compensa trabajar en ellos.

Aunque la EPA no recoge el número de pluriempleados por rama de actividad, si refleja las medias de horas trabajadas por semana en el segundo empleo. Y aquí se aprecia un impacto notable a la baja. Tomando como referencia 2008, cae en casi todos los sectores. Entre las excepciones destacan las administraciones públicas (donde suben 3,9 horas, hasta anotar 18,4 semanales), la industria manufacturera (3,5 horas, hasta las 19,7 horas), la construcción (2,3 horas, hasta las 19,7 horas).

Sectores muy diferentes pero que, en el contexto actual, coinciden en ofrecer mejores salarios y opciones que otros como la hostelería, donde se han reducido en 5,9 horas, hasta las 11,4 semanales.

La tercera hipótesis apunta más a un cambio del mercado de trabajo provocado por la reforma laboral. El auge de la contratación indefinida ha reducido la volatilidad de los empleos, y esto explicaría que menos trabajadores buscan sueldos complementarios, ya que sus trabajos principales son ahora más estables. Incluso contando el efecto de los fijos discontinuos.

¿Por qué no ha ocurrido antes? Hay que recordar que la reforma laboral se aprobó en un momento de alza del ciclo económico, en los últimos compases de la pandemia. Según el modelo clásico, el pluriempleo debía aumentar sí o sí. Pero los efectos de la norma han ido consolidándose en el empleo, sobre todo a lo largo de 2023, han acabado por frenar y, en apariencia, invertir lo que en 2005 hubiera sido una tendencia 'natural' al alza.

Es posible que el impacto del pluriempleo se deba a las tres hipótesis mencionadas: la estacionalidad, la reforma laboral, la estacionalidad y un enfriamiento de la actividad que no es general, pero Esto apunta a que, pese a la creación de empleo y la demanda de mano de obra, el pluriempleo atrae menos que en otras épocas. Aquí conviene recordar que nunca ha sido demasiado elevado, al menos comparado con otros países europeos. Según los últimos datos de Eurostat, España registró una tasa de pluriempleo del 2,7% de media en 2024, muy por debajo de la media de la UE del 4%.

El ránking de los 27 está liderado por Países Bajos que anota un 10,4%. Aunque también quedamos muy lejos del 4,8% de Alemania y el 4,5% de Francia. Mercados con una tasa de paro más baja que la española, lo que se traduce en mejores opciones para un segundo empleo. Aun así, España supera en pluriempleo a países con una tasa de paro también inferior a la nuestra, como Italia o Grecia, lo que refleja un mayor dinamismo de nuestra economía. Aunque estemos en el furgón de cola de los Veintisiete.

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