
El despido no es, ni mucho menos, la situación soñada para un trabajador pero tiene una protección garantizada para el empleado: la de generar el derecho al cobro, si cumple con los requisitos del paro o cualquiera de los subsidios por desempleo. En ese momento el ciudadano puede pedir la prestación y quedar cubierto durante un periodo de tiempo. El problema viene si reclama el despido y se sumerge en un periplo judicial contra la empresa: en esos casos hay un trámite que no se puede obviar.
Fernando Maján, asesor de la subdirección de prestaciones del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), ha explicado en Madrid Trabaja, programa de Onda Madrid, cómo hay que proceder en estas situaciones para evitar incumplimientos y ahorrarnos futuros conflictos con el servicio de empleo.
Maján confirma que "si eres despedido podrás solicitar y acceder a prestaciones por desempleo sin ningún problema", pero llama la atención sobre una posibilidad bastante real en este tipo de situaciones: "Tienes que tener en cuenta que puedes reclamar tu despido judicialmente".
En ese caso, como recuerda Maján, dependiendo del desarrollo de esa reclamación pueden darse varias resoluciones: que haya un acuerdo entre empresa o trabajador en una conciliación o que un juzgado decida si el despido fue procedente, improcedente o nulo.
Cada una de estas resoluciones tiene implicaciones diferentes para el trabajador, por lo que, una vez se le comuniquen, debe tener bien claro que ha de informar al SEPE de cualquier variación. La resolución no le llega al SEPE de forma automática: ha de ser el propio trabajador el que se lo tenga que comunicar.
"Tienes que tener en cuenta que tendrás que hacer una nueva solicitud y aportar la documentación de esa sentencia para que el SEPE lleve a cabo la regularización de la prestación", asegura Maján. En la práctica, supone volver a pedir la prestación porque podría ser objeto de cambios: en el tiempo de cobro, en la cuantía...
Comunicar "cualquier circunstancia"
El propio SEPE recuerda en su página web la importancia de comunicarle cualquier cambio en la situación personal del beneficiario. El organismo asevera que "en general, deberás comunicar, en cuanto vaya a producirse, cualquier circunstancia que suponga una modificación de tu situación con respecto al momento en que fue aprobada tu solicitud de prestaciones".
En caso de no comunicar al SEPE cualquier variación que pueda suponer cambios sustanciales en la prestación, el ciudadano corre el riesgo de perder el cobro del paro o del subsidio si le llega a casa una notificación del organismo explicando que ha detectado un incumplimiento por su parte. Por lo tanto, lo mejor es seguir la recomendación de los que saben.