
El 64,6% de las pymes y autónomos gallegos afirma que los aranceles impuestos por Trump-a raíz del aumento de las tasas al 20% en Europa- no repercutirán en su competitividad, según los datos de 2025 del II Informe de Pymes y Autónomos de España de Hiscox, aseguradora internacional que ofrece productos innovadores y especializados para empresas y profesionales.
Un estudio que refleja cierto optimismo no sólo ante la crisis arancelaria, a la que habría que sumar la compleja situación macroeconómica que ha dificultado la capacidad par alas pymes de competir en el mercado, y otros factores como la inflación tras la pandemia o el aumento de los costes laborales.
Para el conjunto de pymes y autónomos de todo el país, este porcentaje se sitúa también en el 66%. No obstante y a pesar de que la gran mayoría de estas empresas y profesionales en nuestro país no cree en su impacto, el informe pone también de manifiesto que el 28% afirma que les afectará negativamente a su competitividad.
Este porcentaje, además, aumenta atendiendo a las pymes industriales (36,7%) y las del sector del comercio (34%). En contraposición, un 5,5% afirma que estos aranceles les impactarán de manera positiva, un dato que asciende poniendo el foco en el segmento de pymes de 10 a 249 empleados (13,8%) y en el de micropymes de 1 a 9 empleados (10,7%).
Se desprende así, un aumento del optimismo respecto a las previsiones de negocio, con un 42,8% de las pymes que cree que su facturación mejorará en 2026, frente al 32,5% que lo pensaba en 2024 y el 22,3% que piensa que empeorará. Además, en cuanto a las pymes de 10 a 249 empleados, este porcentaje de mejoría asciende al 60,5%.
En el caso de las micropymes, se sitúa en el 50,7%. En paralelo, el 50,2% de las pymes del sector industrial así lo creen, y el 36,1% de las pymes del sector comercio de igual forma creen que sus ingresos aumentarán.
Empleo y costes laborales
En relación a su beneficio y margen, el 34,3% del total de las pymes y autónomos españoles piensa que mejorará en el próximo año, mientras que en 2024 el porcentaje era del 25,7%. Además, las pymes de 10 a 249 empleados y las micropymes, de 1 a 9, se muestran mucho más optimistas ya que el dato asciende al 43,7% y al 56%, respectivamente. Por el contrario, un 27,5% del conjunto de pymes y autónomos cree que esta situación empeorará el año que viene.
Respecto al empleo, un 19,1% cree que mejorará, frente al 14,9% que así lo afirmaba en 2024, y el 19,6% que piensa que empeorará. En este sentido, el porcentaje de los que creen que esta situación será más positiva el próximo año sube al 36% atendiendo al conjunto de pymes de 10 a 249 empleados, y a un 24% al de las micropymes de 1 a 9 empleados.
Otro de los grandes desafíos en los últimos meses para las pymes españolas han sido los costes laborales, que han experimentado un aumento significativo en los últimos años debido a factores macroeconómicos como la subida del salario mínimo interprofesional o la subida de las cotizaciones sociales. Esta situación se ha traducido en una menor capacidad de las empresas para crecer y, en especial, para atraer talento.
De hecho, el estudio también muestra que el 46,3% de las pymes y autónomos españoles contrataría más empleados si descendieran los costes laborales actuales. Además y por segmentos, en el caso de las pymes asciende a un 57%, mientras que en el de las micropymes desciende a un 27%.
Incertidumbre
A pesar de que se aprecia un aumento del sentimiento optimista de las pymes y autónomos españoles respecto a sus perspectivas de negocio, riesgos sistémicos como la inestabilidad económica y la incertidumbre, así como el precio del dinero, continúan siendo factores de preocupación para sus negocios en el corto y medio plazo.
De hecho, el 51,3% del conjunto de pymes y autónomos en España afirma que se verán muy afectados por la inestabilidad económica, y un 37,4% también por el precio del dinero, si bien este porcentaje desciende dos puntos con respecto a 2024. En base a ello, el director General de Hiscox España y Portugal, David Heras, recalca que "este año percibimos un claro repunte del optimismo y del ánimo, lo cual muestra un estado de salud mejorado de nuestro tejido empresarial", dijo.
Sin embargo, Heras admite que siguen detectando algunas barreras estructurales como el problema de los costes laborales y la incertidumbre respecto a cómo afectará finalmente la crisis arancelaria a las pymes de nuestro país. En este sentido, señala que es necesario que estas empresas y profesionales, como vertebradoras de la economía del país, deben ser respaldadas a todos los niveles, con políticas que favorezcan su crecimiento, viabilidad y competitividad.