Economía

España debe mejorar servicios e invertir en tecnología para reducir déficit

Madrid, 18 ene (EFECOM).- España debe, para reducir su alto déficit, mejorar la eficacia y productividad de sus sectores, especialmente el de servicios, y apostar más por la inversión tecnológica que dé un mayor valor añadido a sus productos, según el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.

Almunia intervino hoy en una jornada sobre el sector exterior en la que también participaron el vicepresidente del ICEX, Angel Martín Acebes, y el presidente del ICO, Aurelio Martínez, quienes pese a reconocer el problema del déficit aportaron datos positivos sobre la integración de las empresas españolas en el mercado global.

En su intervención, el comisario europeo subrayó que la corrección del alto déficit exterior español pasa por un funcionamiento "mucho más eficaz" del sector servicios, sobre todo aumentando su baja productividad, y un mayor compromiso de inversión en I+D+i, "también por parte del sector privado".

En opinión de Almunia, aunque hay razones "cíclicas" que afectan al déficit, como el aumento de las importaciones propiciado por el crecimiento, o la subida de los precios de la energía, que "sin duda afecta", si se "analiza con rigor", se comprueba que las verdaderas causas del saldo negativo son las de carácter estructural.

En este sentido, Almunia lamentó que España siga exportando sobre todo productos con bajo valor añadido, y también criticó la falta de políticas adecuadas "en el pasado" para mejorar el uso de las nuevas tecnologías y favorecer a los sectores "más dinámicos".

El comisario aseguró que desde la entrada en la Unión Económica y Monetaria en 1999, España ha "ido perdiendo competitividad".

Atribuyó este problema, por una parte, al aumento de los costes laborales unitarios españoles "claramente por encima del resto", especialmente en el sector servicios, que representa el 66 por ciento del PIB nacional.

A este factor sumó el de la "estructura exportadora" española, que "tiene dificultades para incorporar las tecnologías" y cuyos productos tienen un valor añadido "medio o bajo".

Si España no produce "aquello que se compra" en el exterior tendrá "problemas", dijo Almunia, quien aunque reconoció que este país "puede comprar tiempo" financiando su déficit con su propia moneda, añadió que dicho tiempo "no debe difuminar la necesidad de adoptar medidas para corregir las causas de ese déficit".

Además, recordó que aspectos de la balanza de pagos que antes ayudaban a corregir el déficit comercial, como el turismo y las remesas de los emigrantes, ya no lo hacen, puesto que el superávit turístico es menor -por el aumento de los viajes de los españoles al extranjero- y las remesas ahora son de inmigrantes, y por tanto salen del país.

Tampoco el saldo de transferencias ayudará a partir de ahora, recordó, puesto que España dejará de recibir los Fondos Estructurales de los que ha sido durante años uno de los primeros receptores.

Joaquín Almunia insistió en que el sector servicios, uno de los principales exportadores, debe mejorar su funcionamiento, y sobre todo aumentar su productividad.

A este respecto, recordó la baja productividad que registran los servicios financieros europeos, frente al "increíble aumento" de ésta en el mismo sector estadounidense, lo que resta competitividad en el exterior, y también advirtió de importantes diferencias de productividad en el comercio.

En general, concluyó, la evolución de la productividad española "no es ni mucho menos satisfactoria", y "sigue siendo clave" para mejorar la competitividad de los productos y servicios españoles en el exterior.

En este mismo foro, el vicepresidente ejecutivo del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), Ángel Martín Acebes, dio una visión más positiva del sector exterior al señalar que España es el cuarto país del mundo en el que más crecieron las exportaciones en los últimos veinte años, después de China, India y Corea, y en este mismo periodo el valor de las ventas al exterior se ha multiplicado por ocho.

Martín Acebes adelantó también que, en el conjunto de 2006, las exportaciones españolas han crecido el diez por ciento y en cualquier caso consideró que "sólo una intensa internacionalización" de las empresas "podrá asegurar a largo plazo la competitividad" de la economía española.

El presidente del ICO, Aurelio Martínez, también estuvo de acuerdo en señalar que la economía y las sociedades españolas han sufrido un proceso "excepcional" de integración global, que "continuará en el futuro".

No obstante, Martínez, advirtió de que la presencia de España en la exportación tecnológica es aún "baja", y también consideró negativa la "acusada concentración" en Europa de las ventas al exterior. EFECOM

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