
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) se mantiene prudente a la hora de valorar los impactos de las últimas decisiones de Donald Trump sobre la imposición de aranceles al extranjero y en concreto, a China y a la Unión Europea. Si bien, la responsable de la unidad de análisis económico, Esther Gordo, pone el acento en el impacto de la incertidumbre que rodeará a las decisiones que tomen todas las compañías y que podría restar 0,5 puntos del crecimiento del PIB en 2025 y 2026, en función del tiempo en el que se prolonguen las dudas y la política que se aplique finalmente tras la tregua anunciada este miércoles de 90 días.
El organismo independiente proyecta tres escenarios diferentes, en función de si la incertidumbre protagoniza la primera fase de este año pero luego deja de ser un elemento crucial para el comercio internacional, las decisiones de las empresas y la evolución de las bolsas, el efecto se concentrará en este ejercicio, de forma que en 2026 podría traducirse en una mejora del 0,3%. En cambio, si esta situación no se corrige inmediatamente, la incertidumbre lastraría la actividad económica tanto en el ejercicio actual como en el siguiente, entre 0,5 puntos y 0,3 puntos del PIB. No obstante, el análisis parte de la hipótesis de que el daño causado en el periodo más inmediato será difícilmente reversible, lo que estaría en línea con el anuncio del Banco de España de una revisión a la baja.
La autoridad, defiende, sin embargo, que este análisis no afecta a su previsión de crecimiento anual, que mantienen en el 2,5% para este año frente a las perspectivas más optimistas que habían manifestado en las últimas semanas el propio Banco de España o BBVA Research. En este sentido, Gordo ha explicado que no se puede extrapolar que ahora su previsión se sitúe en el 2%. "Los efectos en el comercio son muchos. La decisión de ayer nos deja en una posición mejor frente a China, mejores precios relativos, por eso puede ser que finalmente nos beneficie" ha apuntado a la espera de próximos análisis.
Como ya hiciera el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, el martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la autoridad ha explicado que la exposición de España a los aranceles anunciados es limitada pero que el país no es ajeno a los efectos que estos podrían tener en países del entorno como Italia o Alemania. "Hay que valorarlo todo y sobre todo, los efectos de desviación del comercio en el sentido de que hay países que se pueden ver beneficiados de la pérdida de presencia China en el comercio de EEUU" ha apuntado.
De hecho, la autoridad se hace eco de que en el contexto actual, existen elevados riesgos a la baja en torno a este escenario de crecimiento de la economía española. "El aumento de los aranceles alimenta las expectativas de una recesión en Estados Unidos" advierte, al tiempo que la guerra arancelaria conduciría a una fragmentación del comercio, por el que se perdería eficiencia a nivel global. Este efecto podría compensarse solo en parte por el crecimiento del gasto en defensa impulsado por el conjunto de la Unión Europea y los estados miembro, así como por los efectos de la política fiscal anunciada por Alemania.