
La Generalitat de Cataluña movilizará 1.500 millones de euros en créditos y ayudas para contrarrestar los aranceles impuestos por el presidente de EEUU, Donald Trump, a la Unión Europea (UE). Se estima que el arancel del 20% al club de los 27 afectará a un total de 4.351,4 millones de euros en exportaciones catalanas al gigante atlántico, cifra que equivale aproximadamente al 1,4% del PIB autonómico.
La administración autonómica garantizará 900 millones de euros vía créditos blandos y avales a través del Institut Català de Finances (ICF). Se prevén créditos de circulante a cinco años y créditos de inversión a 15 años. Ambos contarán con bonificaciones máximas del interés del 1,5%. También se cederán avales para garantizar el acceso a la financiación.
Además, se transferirán 300 millones de euros mediante ayudas directas al sector agroalimentario, parte de ellas a fondo perdido. El gobierno catalán ha identificado como industrias especialmente delicadas los productores de aceite y vino. También se reimpulsarán las líneas de ayuda de alto impacto para favorecer inversiones que generen ocupación y valor añadido. Además, se destinarán recursos a fomentar la promoción internacional de las empresas catalanas y la multilocalización empresarial, con ayudas que cubrirán hasta el 50% del coste de implantación en nuevos mercados.
En paralelo, se vehicularán otros 300 millones de euros en distintas medidas: operaciones de fondos de inversión públicos para tomar participaciones empresariales, a través del ICF y Avançsa (150 millones); asesoría y acompañamiento para impulsar la diversificación de mercados (130 millones) —este servicio se puso en marcha en enero de la mano de Acció—, y campañas de promoción para potenciar los productos catalanes en mercados estratégicos (20 millones).
'Foment' y Pimec, satisfechos
Illa se ha reunido este lunes con los agentes sociales para abordar los detalles del plan. Al término del encuentro, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha valorado "positivamente" las medidas de la Generalitat. "No tendremos más remedio que ponernos las pilas para no caer en recesión", ha asegurado tras defender una rápida e inmediata reindustralización de su economía.
También el presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha celebrado la "celeridad" del Govern aunque ha pedido una respuesta coordinada entre la Generalitat, el Gobierno y la Unión Europea. Cañete ha apuntado que una situación "que se puede convertir en una amenaza, depende de cómo se gestione se puede convertir en una oportunidad".
Sin embargo, ninguno de los líderes patronales ha hecho referencia a la falta de un calendario de ejecución para poner los recursos económicos a disposición de las empresas.
CCOO y UGT piden presupuestos
De su lado, el secretario general de CCOO, Javier Pacheco, ha dicho que "será difícil que los recursos sean suficientes", mientras que su homólogo de UGT, Camil Ros, ha advertido sobre los efectos de la guerra arancelaria en la inflación.
Ambos dirigentes sindicales han reclamado que se actualicen los presupuestos para afrontar esta coyuntura. "No entendemos que en situaciones como estas no estemos planteando, poniendo sobre la mesa, la necesidad de recuperar la posibilidad de anunciar presupuestos en todas partes", ha sostenido Pacheco.
Santacreu no prevé pérdidas de empleo
Por su parte, el presidente del Consejo de Cámaras catalán, Josep Santacreu, que también preside la Cámara de Comercio de Barcelona, ha agradecido la "rápida respuesta" de la Generalitat y ha afirmado que "lo importante es que han empezado a trabajar".
En este sentido, ha explicado que las cámaras llevan semanas analizando el impacto del gravamen, y que les preocupa más el efecto indirecto en el volumen de exportaciones que el impacto directo del tributo. Asimismo, ha dicho que no ven "ningún riesgo inmediato de perder puestos de trabajo a corto plazo".