El gasto en pensiones vuelve a marcar un nuevo récord en el mes de marzo y sube un 6,3% en comparación con el año pasado hasta los 13.492,5 millones de euros, con un total de 9,3 millones de pensionistas en el sistema, según los datos mensuales publicados esta mañana por el Ministerio de Seguridad Social. Una cifra que se explica por la revalorización aprobada en diciembre por el decreto omnibus del 2,8% con carácter general, y de entre el 6% y el 9% para las pensiones mínimas y que supone, aproximadamente, 600 euros adicionales al año para las personas con una pensión media de jubilación, y de 500 euros anuales sobre la pensión media del sistema. Aunque también influye el incremento en las cuantías de las nuevas altas en el sistema, que llegaron ya hasta los 1.761,5 euros de media en el mes de febrero (último dato disponible) y el aumento en el número de pensionistas.
Como consecuencia, la pensión media del sistema -que incluye la jubilación, la incapacidad permanente, viudedad y orfandad- se eleva este mes y alcanza los 1.308,2 euros, un 4,5% más; mientras que la media para la prestación por jubilación -que perciben más de dos tercios de pensionistas- supera por segundo mes la barrera de los 1.500 euros (1.502,2 en marzo, un 4,4% más que en 2024). Con estas cifras, la nómina de las pensiones contributivas por jubilación -que supone tres cuartas partes del gasto total- tuvo un coste de 9.870,4 millones de euros en marzo.
Los 9,8 millones serán la última cifra oficial sobre el gasto en pensiones antes de que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) determine si las reformas impulsadas por el exministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, garantizan la sostenibilidad a largo plazo. Una opinión que la AIReF emitirá el próximo lunes 31 de marzo y que analizará la influencia de las medidas públicas adoptadas desde 2020 para fortalecer los ingresos del sistema público de pensiones entre 2022 y 2050.
Para paliar la presión en el sistema, la reforma incluía medidas que pretendían incrementar los ingresos -como el aumento en las cotizaciones- y otras cuyo objetivo es contener el gasto -como el retraso progresivo en la edad de jubilación-. De hecho, una de las reformas ya tiene efecto en las cifras. Este mes de marzo destaca el crecimiento de la jubilación demorada. Según los datos publicados por Seguridad Social, en los dos primeros meses del año, se registraron 69.616 nuevas altas de pensiones de jubilación y un 11,3% fueron demoradas. Un cambio que, tal y como detalla el Ministerio "refleja el impacto de los incentivos a la demora vigentes desde 2022 y la reconfiguración del marco de jubilación anticipada". Como consecuencia -agregan-, la edad media de acceso a la jubilación se sitúa en los 65 años, frente a los 64,4 años de 2019.
Suben todas las partidas
Por otro lado, al pago de las pensiones de viudedad se destinaron este mes 2.191,2 millones de euros (+4,2% interanual), mientras que a la nómina de las prestaciones por incapacidad permanente se dedicaron 1.217,2 millones (+10,9%); a la de orfandad se destinaron 177,7 millones de euros (+3,9%) y a la de las prestaciones en favor de familiares, 35,9 millones (+6,5%).
La pensión media más elevada es la de la Minería, que llegó hasta los 2.896,5 euros en marzo, seguida por el Régimen General (1.662,3 euros), del Mar (1.660,6 euros) y la de Autónomos (1.007,1 euros). Además, la nómina de Clases Pasivas - que incluye principalmente al personal militar y al personal civil de la Administración General del Estado, la Administración de Justicia, las Cortes Generales y otros órganos constitucionales o estatales, así como a los funcionarios transferidos a las comunidades autónomas- ascendió a 1.667,42 millones de euros en el mes de febrero (último dato disponible), lo que supone un aumento de 95,5 millones de euros respecto a la del año anterior, un 6,07 % más.