
El beneficio neto de las empresas no financieras que operan en España aumentó un 12,1% en 2024, casi el doble que en 2023, y su rentabilidad se elevó también más que el año previo, aunque la facturación descendió por segundo año consecutivo lastrada por el abaratamiento de la energía. Estos datos se contraponen con el descenso del 0,6% que registraron en 2023. Son algunas de las principales conclusiones que se desprenden de la Central de Balances que elabora el Banco de España y que publicó ayer.
La cifra neta de negocios bajó un 1,8%, que se suma a la caída del 8,2% que ya registró en 2023. Esta disminución se explica por las caídas que se registraron en el sector energético (-14,7 %) y en el de comercio y hostelería (-0,7 %), lastrado este último también por la reducción de ingresos en el comercio de combustibles derivada de la bajada de sus precios.

De hecho, si se analizan los datos excluyendo el sector energético y el comercio de productos energéticos, la facturación del resto de las empresas repuntó un 2,9%, cifra superior a la recogida el año anterior, cuando obtuvo un alza del 2,4%.
Por sectores, el beneficio se redujo en los sectores de la energía (que cayó un 1,7%) y la industria (registró un descenso del 10,3%). En este último caso, el retroceso se debió en gran medida a la caída del subsector del refino de petróleo (-37,7%). Según el organismo supervisor, "sin este subsector, la industria habría presentado una tasa positiva del 15%", confirman desde el Banco de España.
En cambio, el resultado aumentó en los sectores de comercio y hostelería, que se incrementó un 25,7%, y en el de "resto de actividades", que registró un crecimiento del 33,2%, impulsado principalmente por el buen comportamiento de las empresas de transporte y holdings. Por su parte, el sector de la Información y comunicación se alzó un 11%.
En conjunto, el beneficio de estas empresas se apoyó en la evolución de la actividad y en el aumento de los ingresos financieros (18,8%), que compensaron el alza de los gastos de personal (4,9%) y financieros (11,9%).
Este avance permitió que la rentabilidad del activo se incrementara un punto, hasta alcanzar el 7,4%, con avances en todos los sectores, excepto en la industria, afectada también por el refino. Excluyendo dicho subsector, la rentabilidad de la industria habría mostrado un leve incremento.
Esta evolución se produjo en un contexto en el que la actividad, medida por el valor añadido bruto, mantuvo una tendencia expansiva, creciendo un 5,1%, incremento no obstante algo más moderado que el del año anterior (6,2%).
Por tamaño, las que más crecieron en 2024 fueron las medianas empresas, que lo hicieron un 31,5%. Mientras que de las pequeñas no hay registro, las grandes registraron un descenso en sus beneficios del 0,7%.