Izquierda Unida, a través del grupo parlamentario Sumar del que forma parte, ha presentado al Congreso una proposición no de ley que plantea diseñar un sistema de "bajas estudiantiles" equivalentes al sistema de bajas laborales existentes. La formación política propone, además, que el sistema de concesión y devolución de becas estatales se modifique para "no penalizar faltas de asistencias" en casos de problemas de "salud mental incapacitantes" y para becar segundas matrículas.
Izquierda Unida (IU) cita diferentes estadísticas de la salud mental de la juventud española para justificar la propuesta. "El porcentaje de adolescentes españoles con diagnósticos relacionados con problemas de salud mental es cuatro puntos superior a la media europea (16,3%) y siete puntos superior a la media global (13,2%)", indica el partido en la propuesta. "Sabemos también que el 50% de los trastornos mentales comienzan antes de los 18 años, mientras que el desajuste emocional o comportamental, aparece antes de los 15 años", añade.
La propuesta recoge una colección de medidas, además de las bajas estudiantiles y la reforma de las becas, para atajar, a ojos de Izquierda Unida, el problema de la salud mental. Entre ellas, sugiere mejorar las adaptaciones educativas a "personas con diagnósticos de problemas de salud mental incapacitantes"; implementar "políticas activas" que minimicen el impacto de patologías como "la ansiedad generalizada y la baja tolerancia a la frustración"; reforzar el personal sanitario y psicológico de los centros escolares, y lanzar campañas de concienciación sobre los efectos y peligros de las redes sociales.
Bajas estudiantiles y bajas laborales
La propuesta de IU solicita al Gobierno que diseñe un sistema de bajas estudiantiles similares a las prestaciones de incapacidad temporal de los trabajadores. La medida se dirigiría a los estudiantes de ciclos postobligatorios: bachillerato, formación profesional, enseñanzas artísticas y universitarias. El documento de Izquierda Unida no desgrana más detalles sobre cómo implementar dicho sistema y deja la pelota en el tejado del Ejecutivo, que tendría un plazo de 12 meses para presentar un informe con sugerencias.
Los estudiantes no son trabajadores a efectos de la Seguridad Social, por lo que en la actualidad no existe un programa de ayudas sociosanitarias específico para ellos equivalente a las incapacidades temporales de los empleados o los autónomos. En caso de que un alumno acuda a un médico de atención primaria o especializada, recibiría un tratamiento médico independientemente de su programa de estudios.
Esta condición tiene un efecto directo en las becas que reciben los estudiantes en la FP, la universidad y las enseñanzas artísticas. Si un alumno no puede continuar las clases por un problema de salud, sea físico o mental, que le impida continuar sus estudios, la persona se verá obligada a devolver la beca, según la actual normativa de becas. La propuesta de IU no deja claro si el programa de becas afectaría a todo el estudiantado o solo a los alumnos de ciclos no obligatorios.
De aprobarse la proposición no de ley de IU, el Congreso pediría formalmente al Gobierno que cumpliera estas medidas. Las proposiciones no de ley son un mecanismo que tiene el Parlamento para solicitar públicamente al Ejecutivo que haga algo, pero no tienen efecto legal vinculante, ni implican necesariamente la aprobación de una norma.