El número de ocupados en España ha aumentado un 9,5% entre 2019 y 2024. En concreto, en este periodo de tiempo, nuestro país sumó más de 1,9 millones de ocupados a su mercado de trabajo y destruyó un total de 638.000 empleos. Del total, casi un 75% tienen más de 50 años. Es una de las principales conclusiones del informe Evolución de la ocupación y población activa en España 2019-2024, publicado este lunes por Fedea, que destaca el impacto del envejecimiento de la población sobre las cifras de empleo. Una situación demográfica que afecta sobre todo a los empleados nacidos en nuestro país y que supone uno de los principales desafíos para la Seguridad Social en la próxima década.
En concreto, 74,7% de los nuevos ocupados en el periodo estudiado tienen más de 50 años, mientras que el segmento de 30 a 44 años ha reducido su presencia en el mercado laboral. Un fenómeno que según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada "supone un reto para la sostenibilidad del crecimiento" y "evidencia la necesidad de políticas que favorezcan la incorporación de jóvenes y la retención de talento en sectores estratégicos".
Según explica el think tank, la distribución en 2024 de la población ocupada muestra un "importante desplazamiento" hacia una mayor edad de las personas ocupadas respecto a la de 2019. Los mayores de 50 tienen una presencia significativa sobre el número absoluto de los nuevos ocupados, con un total de 1.762.5252 personas. La distribución es la siguiente, los ocupados de 50 a 54 años representan un 20,7% del total; los de 55 a 59 el 25,4%; los de 59 a 65 años otro 25,4%, y los de más de 65 un 8,1%. Por otro lado, la aportación del grupo de edad comprendido entre 35 y 50 años ha disminuido su presencia en la ocupación (-451.115 personas).
Los extranjeros, más jóvenes
En este mismo periodo, el crecimiento del empleo ha estado impulsado por la inmigración. De hecho, según destaca Fedea, tres de cada cuatro nuevos ocupados en el período 2019-2024 no nacieron en España. Es decir, fueron extranjeros y personas de doble nacionalidad. Unas cifras que coinciden con la publicación esta mañana de la afiliación extranjera por parte de Seguridad Social.
La distribución por edad, sin embargo, se comporta de forma diferente, cambia dependiendo del lugar de nacimiento de las personas. Y es que en el colectivo de nacidos en España, el aumento de nuevos ocupados (539.935 personas) se consigue íntegramente por las personas con más de 45 años con especial concentración en los mayores de 50 años (966.600 personas). Al mismo tiempo, el número de ocupados ha disminuido en el tramo de edad comprendido entre 30 y 45 años (-693.896 personas).
En contraste, la distribución para los no nacidos en España es más homogénea -aunque también tienen más presencia los mayores de 45-. En este caso, el tramo de edad más joven comprendido entre los 16 y los 44 años explica el 46,3% del aumento de la ocupación en el periodo 2019-2024, y los mayores de 45 años el 53,7% restante.
No obstante, a pesar del impacto positivo de la población extranjera, se ha producido un proceso de envejecimiento de la población ocupada en España siendo el tramo de edad de 45 a 49 años el más frecuente, seguido del de 50 a 54 años; mientras que los tramos de edad entre 30 y 44 años han perdido presencia en los últimos cinco años.
Casi la mitad del empleo desde la reforma laboral
Además de las cifras analizadas este lunes por Fedea, el Ministerio de Seguridad Social ha publicado la cifra mensual de afiliados extranjeros. Las cifras más actualizadas señalan que en los últimos doce meses, la cifra de ocupados de otros países ha aumentado un 7,6%.
Además, según las cifras ofrecidas por el Departamento, desde la puesta en marcha de la reforma laboral en 2022, el sistema ha experimentado un aumento de 604.592 trabajadores procedentes de otros países, es decir, un 26,6% más. Esto supone que el 44,1% del empleo creado en estos tres últimos años corresponde a trabajadores extranjeros.
En el contexto de la afiliación general, los trabajadores extranjeros suponen el 13,8% del total de ocupados, seis décimas más que hace un año.