Economía

EEUU se ve abocado a un IPC del 4% y a descensos trimestrales del PIB

  • Se calcula que los aranceles costarán 1.200 dólares anuales de media  a cada hogar
  • El índice del sentimiento del consumidor cayó un 10% desde principios de año
Cliente en un supermpercado Walmart. / Foto: eE

La economía estadounidense parece que ya está dando sus primeros síntomas de resentimiento por la guerra arancelaria iniciada por su presidente, Donald Trump. Todos los expertos, desde que el magnate ganó las elecciones, anunciaban que sus políticas arancelarias iban a ser "tremendamente inflacionarias". De hecho, diferentes laboratorios de ideas en EEUU, como Capital Economics y otros paradójicamente cercanos al Partido Republicano –en especial, el Peterson Institute for International Economics (PIIE, por sus siglas en inglés)–, alertan de la amenaza de que el IPC remonte hasta el 4% en un año, un nivel que no se ve en ese país desde 2023.

Asimismo, el crecimiento también se va a ver afectado y se podrá ver más pronto que tarde. El modelo GDPNow de la Fed de Atlanta revisó el 6 de marzo sus previsiones de crecimiento para el primer trimestre de este año (tasa trimestral anualizada ajustada estacionalmente) hasta el -2,4%, corregido levemente al alza desde el -2,8% previsto tres días antes.

El banco central estatal explica que este alza mínima se debe a que, tras haber analizado las publicaciones del Institute for Supply Management, la Oficina de Análisis Económico de EE UU y la Oficina del Censo de EE UU, las previsiones a corto plazo del crecimiento real del gasto de consumo personal y del crecimiento real de la inversión interna privada bruta en el primer trimestre "aumentaron del 0,0% y el 2,5%, respectivamente, al 0,4% y el 4,8%, mientras que la previsión a corto plazo de la contribución de las exportaciones netas al crecimiento del PIB real en el primer trimestre cayó de -3,57 puntos a -3,84 puntos porcentuales".

Pero la inflación no sólo crecerá en Estados Unidos. Los IPC de México y Canadá también se verán empujados al alza. Asimismo, sus economías se verán fuertemente lastradas este año. Según los expertos de PIIE, México sería el país más afectado en el caso de que esta guerra comercial continúe en el tiempo. En concreto, su PIB caería hasta un punto y medio en 2028, año en el que se acabaría la legislatura de Donald Trump. Por otro lado, la inflación repuntaría este año hasta un 2,29%. Teniendo en cuenta que el país cerró 2024 con un IPC del 4,2%, el dato se quedaría en un avance del 6,5% con respecto al año anterior.

En el caso de Canadá, el aumento de la inflación se quedaría este año en un incremento del 1,68%. Un avance más pequeño pero no menos importante. El país cerró el año pasado con un IPC del 2,4%, por lo que para 2025 los precios se llegarían a expandir cerca del 4,1%.

En cuanto al crecimiento, los modelos de estudio de los expertos llegan a hablar de una ralentización del PIB superior al 1% en 2026.

Lo pagará el consumidor

Uno de los factores clave de esta guerra comercial radica en el coste que tendrán para el consumidor el aumento de las tasas de entrada de los productos al país.

Esto ya se está notando en los hábitos de compra de los ciudadanos estadounidenses. El índice de confianza del consumidor, elaborado por la Universidad de Míchigan, cayó casi un 10%desde el mes de enero y cayó por segundo mes consecutivo en febrero.

Asimismo, las perspectivas económicas a largo plazo retrocedieron alrededor de un 6%, arrojando su nivel más bajo desde noviembre de 2023.

La directora de Encuestas de Consumidores y profesora asociada del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, Joanne Hsu, aseguró que las expectativas de los consumidores sobre la trayectoria de la inflación "empeoraron considerablemente este mes -por febrero-".

"Un aumento repentino de las expectativas de inflación no es necesariamente motivo de preocupación, pero si estas opiniones persisten, podrían volverse problemáticas para los responsables de las políticas. Los consumidores anticipan en general que las alzas de tarifas conducirán a una mayor inflación, pero la incertidumbre política significa que sus opiniones están sujetas a cambios", explicaba.

En febrero también se deterioró en la percepción de las finanzas personales: casi el 40% de los consumidores atribuyen el deterioro de su nivel de vida a los altos precios.

Lo que está claro es que esta política arancelaria recaerá directamente sobre el consumidor al trasladarse el coste arancelario al precio final de los productos. Kimberly Clausing, investigadora senior no residente del Peterson Institute for International Economics (PIIE), y Mary Lovely, investigadora senior de la Cátedra Anthony M. Solomon en el Peterson Institute, apuntaban en un informe que los aranceles que Trump aplica a Canadá, México y China constarán a cada hogar estadounidense medio más de 1.200 dólares al año.

Si bien los movimientos del tipo de cambio o las caídas de los precios de exportación "podrían reducir el daño al consumidor", hay evidencias previas de que los efectos del tipo de cambio tienen sólo un efecto amortiguador parcial (y cualquier alivio se produce a expensas del sector exportador). Las expertas citan un análisis sobre la guerra comercial de la guerra comercial de 2018-2019 en el que se concluye "sistemáticamente" que los exportadores a Estados Unidos no bajaron los precios de exportación cuando se impusieron los aranceles estadounidenses. En cambio, los compradores estadounidenses tuvieron que soportar la carga arancelaria.

"Aunque Trump se presentó a la presidencia con una plataforma de reducción de impuestos, la mayoría de los estadounidenses verían un aumento neto de impuestos de su agenda hasta ahora", recalcan las economistas en su estudio.

Es cierto que la prioridad de Trump y sus colegas republicanos en el Congreso establecieron como prioridad prolongar los recortes de impuestos de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos, que promulgó en su primer mandato en 2017 y que expiran a finales de este mismo año.

Esta legislación es una desgravación fiscal a las empresas y ciudadanos que, según Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB, por sus siglas en inglés), una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a analizar las propuestas de los candidatos, "sería un error costoso", concretamente de 1,2 billones de dólares en una década.

A esto hay que sumar los impuestos a los beneficios a la Seguridad Social y la reducción de la tasa a las corporaciones (el equivalente a nuestro impuesto de Sociedades) del 21% al 15%.

Las expertas del PIIE, estas rebajas de impuestos "no son suficientes para proteger a la mayoría de los hogares de los efectos arancelarios negativos". En este sentido, solo los hogares con rentas 20% superiores a la distribución de los ingresos disfrutarían de una ganancia neta de los efectos combinados de los cambios fiscales que pretende imponer la administración Trump. En cambio, "aquellos en el 60% inferior de la distribución del ingreso terminarían significativamente peor", advierten.

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