
En un contexto en el que la reducción de emisiones marca la tendencia, es evidente que no todos los sectores tienen la misma facilidad de optar por energías renovables como solución para lograr la descarbonización. Mientras que el sector residencial puede —en términos técnicos— reemplazar gran parte de la energía que utiliza para lograr el confort térmico mediante calderas de gas por, por ejemplo, paneles solares que alimenten bombas de calor, una siderúrgica no puede crear aleaciones de acero con la energía eléctrica que genera un molino eólico.
Con esta premisa, un informe elaborado por Deloitte y la Fundación Naturgy señala las bondades que pueden presentar los biocombustibles para cada tipo de sector, dado que cada tipo de actividad hace un uso muy diferente de la energía para cubrir sus diversas necesidades. "Estas diferencias implican que, para lograr un sistema energético de cero emisiones eficiente, sean necesarias todas las soluciones disponibles", indica el documento.
Diferentes fuentes de energía
La heterogeneidad de usos energéticos y los diferentes condicionantes existentes —variabilidad geográfica, horaria, diaria y estacional— implican que no exista una solución única que permita ser implementada universalmente para lograr un sistema de cero emisiones netas.
Para evaluar las soluciones de las que disponen los distintos sectores, los autores del informe han analizado las diferentes fuentes de energía en base a dos criterios: el coste para el consumidor y la facilidad de implementación. Con estas variables, el análisis identifica cuatro grandes sectores para los que los hidrocarburos de bajas emisiones serían solución más eficiente.
- El informe señala la caldera de condensación con biometano como la solución más económica para el sector residencial. Eso sí, siempre que no existan necesidades de refrigeración en el hogar. En caso de que sí se demanden, la caldera de condensación y la bomba de calor se presentan como alternativas económicamente competitivas.
- Para el sector servicios, en el que convergen una gran variabilidad de establecimientos, el documento apuesta por dos sistemas. Por un lado, para consumos bajos de energía, como el que puedan tener pequeñas oficinas y comercios, apuesta por la caldera de condensación y por los compactos verticales. Por otro lado, considera que los inmuebles con altos consumos deberían decantarse por bombas de calor.
- En el sector del transporte, la mejor alternativa estaría en la combinación de la electricidad, los biolíquidos, el metano de cero emisiones netas y el hidrógeno renovable, en función de las necesidades de cada tipo de transporte concreto.
- Por último, el informe concluye que para el sector industrial la opción más fácil de implantar y con menores necesidades de inversión es el biometano.
En definitiva, el documento plantea que es el consumidor final quien debe determinar la solución más adecuada para su negocio. En cuanto a los gases renovables, los considera una "pieza clave", ya que permiten atender demandas estacionales, y ajustarse a las necesidades de algunos consumidores de una forma eficiente, aprovechando una infraestructura ya disponible y haciendo uso de recursos autóctonos.