Economía

Las 'amas de casa' que renuncian a trabajar caen a mínimos y ya son menos que las estudiantes

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Una de las transformaciones económicas más importantes en España viene definida por la incorporación de la mujer al empleo remunerado. Un proceso que no solo explica el incremento de la población activa, sino que ha propiciado múltiples cambios sociales y culturales. El indicador más claro de esta revolución ha sido el descenso en el número de aquellas que renuncian a buscar un empleo para atender las denominadas "labores del hogar". En 2002 explicaban el 62% de las inactivas en edad de trabajar, un porcentaje que para 2024 había descendido al 39,4%: su mínimo de la serie histórica. Y por primera vez son menos que las que aplazan su entrada al mercado laboral por seguir estudiando, que llegan al 41,4%.

Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en España hay 7,8 millones de personas inactivas de ambos géneros en edad de trabajar (entre 16 y 64 años), de los que un 45,4% (3,5 millones) no buscan trabajo por estar estudiando y un 28,1% (2,2 millones) por atender "labores del hogar". Son los porcentajes máximo y mínimos, respectivamente, de una serie histórica que en los últimos 22 años se ha invertido: en 2002, los primeros suponían el 31,1% del total y los segundos el 44,1%. El primer grupo se ha disparado un 27,6%, mientras el segundo se ha desplomado un 44,5%.

Ambos supuestos son las dos principales causas de inactividad en esa franja de edad, muy por encima de las personas con incapacidad permanente (8,7%) o que perciben "una pensión diferente a la de jubilación" (7,1%).

Los inactivos estudiantes se han incrementado desde el fin de la crisis financiera, mientras que los que lo son por sus obligaciones de hogar" se han reducido de manera sostenida.

La evolución histórica muestra que los inactivos por labores del hogar en edad de trabajar disminuyen a un ritmo constante, quizá algo más intenso durante la Gran Recesión, lo que podría indicar que más personas buscaron trabajo para complementar los ingresos familiares, pero que no se ha frenado salvo por momentos eventuales.

Uno de ellos es, precisamente, 2024, cuando se anotó un leve incremento interanual del 1,26%. Teniendo en cuenta que estamos en un escenario de crecimiento de la actividad y creación de empleo, esto puede apuntar apunta a que los problemas para conciliar siguen disuadiendo a las mujeres de la búsqueda de empleo.

Las mujeres suponen el 58% de los inactivos en edad de trabajar (en 2002 eran el 69,6%) y el 82,3% de los que los son por razones de hogar, con 1,8 millones. Y la reducción del 'stock' de personas que renuncian a buscar trabajo por cuidar de sus hijos, familiares enfermos u otras obligaciones se debe en su totalidad a ellas: han caído un 53,5% desde 2002, mientras los hombres dentro de esta categoría han repuntado un 467,7%, aunque solo sumaban 386.600 a cierre de año, un 17,7% de los 'amos de casa'. Ello a pesar de que aportan el 41,6% del total de los inactivos.

En este escenario, las mujeres inactivas por "labores del hogar" aumentaron un 2,56% en 2024, el mayor incremento interanual de la serie histórica mientras los hombres han retrocedido un 4,28%. ¿Significa esto que la tendencia de reducción ha tocado fondo? Es pronto para decirlo. Aparte del pasado año, las mujeres solo habían repuntado en 2022, 2020, 2013 y 2007, años todos ellos marcados por contextos económicos muy diferente.

Las hipótesis de lo ocurrido son variadas. Una de ellas es quelas políticas empresariales del retorno a la oficina dificultan a muchas trabajadoras compaginar el empleo con sus responsabilidades familiares. Pero recordemos que el peso del teletrabajo es reducido entre los asalariados y, además, se produce regulación más clara de la conciliación entre la vida personal y familiar.

Más mujeres estudiando que amas de casa

¿Pueden estar las mujeres 'volviendo' al hogar porque sus parejas tienen trabajo? Esta sería una explicación plausible si no fuera porque existe un dato que apunta a que esto no está ocurriendo.

Y es que, pese al repunte, el año 2024 es histórico por otro motivo: es la primera vez en toda la serie histórica que la primera causa de inactividad de las mujeres ya no es ser ama de casa. Ha pasado de suponer el 63% de los casos en 2002 al 39,5% con 1,8 millones de casos. Pero las estudiantes alcanzan los 1,9 millones y ya explican el 41,5% de las mujeres entre 16 y 64 años que ni trabajan ni buscan empleo.

Esto revela la intensidad del cambio del paradigma del rol de la mujer. Las más jóvenes apuestan cada vez más por mejorar su formación (y con ello sus oportunidades laborales). Y no solo eso: lo hacen con más intensidad que los hombres.

Esto ya ocurría mucho antes de la crisis financiera, en parte porque muchos chicos abandonaban los estudios para optar por el empleo en la construcción (un sector con pocas oportunidades laborales para las mujeres). Con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, muchos varones redujeron el abandono escolar, con lo cual 'empataron' con las mujeres en número de inactivos por razón de estudios.

Pero en los últimos años han vuelto a coger la delantera, lo que parece indicar que su apuesta por la formación es mucho mayor. Algo que puede responder a que históricamente aún tienen más dificultades para encontrar empleo.

Entre 2002 y 2024, las mujeres han pasado de aportar el 37,75 de los ocupados y el 56,6% de los parados al 46,4% de las personas que trabajan y el 52,2% del desempleo. Aunque la brecha de empleabilidad se ha reducido en los últimos lustros, su mera existencia nos recuerda que las mujeressiguen teniendo peores oportunidades.

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