Economía

Daniel Fernández (economista): "Milei ha conseguido en un año lo que todos los gobernantes argentinos no pudieron en 100"

  • Es el primer superávit fiscal que se logra sin haber un impago reciente
  • "Todo lo demás habría sido irrelevante si no hubiera abordado el déficit fiscal"
  • "El riesgo país tiene margen para caer hasta la zona de los 200 puntos básicos"

Hace ya más de un año de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada. En aquel momento prácticamente nadie confiaba en que este economista de profesión fuera implementar ni una cuarta parte de todo lo que había dicho. Pero no solo eso, casi nadie confiaba en que ese programa, incluso siendo implementado en su totalidad, pudiera 'salvar' a una economía al borde de la hiperinflación, un nuevo default y que encima estaba sumida en una profunda recesión. Ahora, con el vuelco financiero del país y los primeros brotes verdes de la economía, el 'carro' de Milei se ha llenado de seguidores de todas partes y colores (no cabe uno más). Sin embargo, los que desde un primer momento apoyaron sus mediadas y confiaron en que la economía argentina podía resurgir si permitían a Milei implementar su plan, quedan ahora en un plano menos visible. Este es el caso de Daniel Fernández, doctor en Economía y profesor en la Universidad de las Hespérides, que comenzó a destacar desde muy pronto los primeros pasos y signos de avance en las finanzas de Argentina, además de defender en diferentes tertulias las medidas adoptadas por el Gobierno de Milei. Este experto en economías latinoamericanas y en China cree que el recorrido de Argentina y su economía es todavía muy amplio si Milei sigue adoptando su programa y cuenta con el apoyo de la población.

En una entretenida charla, pese a su escaso tiempo, el profesor Fernández nos cuenta que lo que está sucediendo en Argentina es probablemente más importante de lo que parece. La semana pasada se publicó el saldo fiscal público con un superávit histórico. "En sólo 8 de los últimos 100 años consiguió Argentina terminar con superávit fiscal. Uno de estos años es el 2024, los otros 7 fueron justo después de declarar un default de la deuda (un impago de la deuda que permite resetear y empezar de cero)". Este superávit se ha conseguido sin haber impagado la deuda, al revés, Argentina está pagando a sus acreedores. Esto genera una marcada diferencia, asegura Daniel: "Milei ha conseguido en un año lo que todos los gobernantes argentinos no pudieron en 100". El superávit ha sido del 0,3% del PIB, con un superávit primario (no contabiliza los intereses pagados por la deuda) del 1,8% del PIB. Esta política está siendo la clave para devolver la confianza a los mercados y, sobre todo, para dominar la inflación.

Fernández, a la pregunta de qué política ha sido la más importante desde que Milei llegó al poder, responde, como buen economista, que depende del horizonte temporal "En el corto plazo, lo más relevante ha sido el superávit fiscal. Lo más importante ha sido poner orden en las cuentas públicas, que estaban en un estado catastrófico, con el país prácticamente al borde de la hiperinflación y el default. Milei ha logrado evitar ambos escenarios. Desde este punto de vista, todo lo demás sería irrelevante si no se hubiera abordado este problema. Por tanto, el hecho de haber puesto en orden las cuentas públicas ha sido, sin duda, lo más importante de 2024", sentencia el experto.

Este ha sido un superávit que se ha fraguado mes a mes, lo que deja entrever el compromiso del Gobierno con el equilibrio fiscal. Esto, sin duda, ha sido clave para que el riesgo país haya caído en poco más de un año desde los 2.500 puntos básicos a los 600 actuales, alejando el fantasma del default.

Hasta la fecha, "el único superávit fiscal sostenido durante varios años fue el registrado después de la recesión del año 2001. Si Milei logra un superávit fiscal en los próximos años, será la segunda vez en la historia reciente de Argentina que se logra este hito. El último episodio de irresponsabilidad fiscal kircherista solo fue superado por los todavía más irresponsables gobernantes de los años 80. Si hacemos zoom en los últimos años, vemos como la irresponsabilidad fiscal argentina era más que patente a pesar de los superávits registrados después del año 2001", asegura el también profesor de la Marroquín.

Fernández subraya que este superávit fiscal está ayudando a moderar la inflación, lo está haciendo de dos canales. Primero, ha frenado completamente la monetización de deuda. Antes, el Banco Central emitía dinero para financiar al Tesoro, lo que alimentaba la inflación. Ahora, esa práctica se ha detenido. Segundo, la mejora en el valor de la deuda argentina, que está en parte en manos del Banco Central, también ha fortalecido al peso. Esto contribuye indirectamente a contener las presiones inflacionarias, señala el economista.

De seguir estas políticas, el riesgo país debería seguir cayendo, lo que generará una suerte de círculo virtuoso en los precios y la economía del país. Argentina pagará cada vez menos por los intereses de la deuda, el peso se estabilizará y la inflación seguirá moderándose. Cuanto más baje el riesgo país, menos recursos financieros tendrá que dedicar el Gobierno de Argentina al pago de la deuda. Todo ello ayudará a solidificar la naciente recuperación económica: "Actualmente, el riesgo país está en torno a los 600 y pico puntos. Todavía queda un buen trecho para alcanzar un nivel más normal, cercano a los 200 puntos básicos, que sería lo razonable para un país como Argentina. Eso significa que hay espacio para seguir bajando la prima de riesgo y, consecuentemente, para que los precios de los bonos sigan subiendo", asegura el economista.

La terapia de shock fiscal ha sido la clave en el corto plazo. Sin embargo, hay otras políticas más importantes de cara al futuro que, por ahora, han pasado algo más desapercibidas, pero que pueden ser la llave hacia la prosperidad de generaciones. "En el largo plazo, hay otro aspecto que, aunque se está comentando muy poco, creo que es igual de significativo: la desregulación. Se ha hecho un esfuerzo enorme por eliminar regulaciones absurdas y obsoletas. Aunque es difícil saber exactamente cuánta regulación ha sido eliminada, ya que es complicado acceder a datos claros, el trabajo del Ministerio de Regulación, liderado por Federico Sturzenegger, parece haber tenido un impacto considerable. A largo plazo, este esfuerzo por desregular será muy importante para el crecimiento económico. No se nota en el corto plazo, pero en unos 10 o 15 años veremos sus efectos. Si el camino sigue siendo el mismo, creo que la economía argentina podrá lograr avances significativos", apunta Daniel Fernández.

Atraer inversión extranjera

Para allanar la entrada de flujos de capital extranjeros e inversión, resulta fundamental acabar con el cepo cambiario. Para ello, el Gobierno de Milei está negociando con el Fondo Monetario Internacional una nueva línea de crédito que permita reestructurar la deuda y acumular dólares para acabar con ciertas garantías con el cepo cambiario, que impide a día de hoy el libre movimiento de capitales, lo que supone un serio obstáculo para la inversión extranjera. De este modo, "mi interpretación es que Milei tiene miedo de levantar el cepo cambiario sin estar preparado. Quitar el control de divisas podría generar un ataque especulativo contra el peso o una venta masiva de pesos, lo que llevaría a una devaluación descontrolada. Para evitar este escenario, el gobierno está acumulando dólares, y el endeudamiento con el FMI es una forma rápida de hacerlo. A diferencia de los créditos anteriores, estos préstamos no son para financiar gasto corriente, sino para reforzar las reservas internacionales y sostener el tipo de cambio si se elimina el control cambiario", sentencia Fernández.

Este economista confirma que sin el cepo, la inversión debería fluir con mayor intensidad: "Sobre los riesgos y beneficios de levantar el cepo cambiario, el mayor beneficio sería la entrada de capital extranjero, algo que Argentina necesita urgentemente. En 2024 ya hemos visto un incremento en la inversión interna, pero el gran desafío para 2025 es atraer inversión extranjera. Esto equilibraría la balanza de pagos y estabilizaría el tipo de cambio", asegura.

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