Economía

Arranca el mandato de Trump con 50 decretos: desde aprobar el 'ministerio' de Musk hasta prohibir el teletrabajo

  • De momento, el presidente no ha ordenado ningún arancel contra otros países
  • El republicano ha aprobado dos emergencias nacionales en energía y migración
  • Ha retirado a EEUU del Acuerdo de París y del impuesto global de la OCDE

El nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado su mandato firmando una cincuentena de órdenes ejecutivas en las que, en mayor o menor medida, estaban las palabras que el mandatario había planteado. Sin embargo, hay varias sorpresas que han extrañado a propios y ajenos. La más relevante es la calma fría para no declarar aranceles a diestro y siniestro y posponer la decisión a la espera de más información.

El presidente ha firmado un extenso paquete de instrucciones ejecutivas que afectan directamente a su Administración y que tienen consecuencias internacionales. Destaca la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk, que al final tendrá una intención distinta a buscar el recorte fiscal; la suspensión de tratados internacionales como el Acuerdo de París, la membresía en la Organización Mundial de la Salud, o el impuesto mínimo del 15% de la OCDE a las empresas; y medidas energéticas, migratorias y de la gestión de los funcionarios.

Política comercial: aranceles a partir de abril

Una de las órdenes más esperadas era la aprobación de impuestos comerciales a las importaciones estadounidenses de, al menos, el 20%. De momento, los aranceles son los mismos que dejó su antecesor en el cargo. En un memorando en el que desgrana la política comercial que el mandatario quiere seguir, el presidente ordena a los Departamentos del Tesoro y de Comercio (equivalentes a los ministerios en otros países) que estudien diferentes medidas para implementar impuestos aduaneros u otras acciones. El presidente da de plazo hasta abril para recibir los informes, entre los que destaca:

  • Estudiar la creación de una Agencia Tributaria Exterior, especializada en ingresar aranceles, derechos aduaneros y otros elementos de la política comercial internacional. Actualmente, todas esas medidas son ejercidas por el Tesoro desde su creación por Alexander Hamilton hace 250 años.
  • Revisar el tratado comercial con Canadá y México (USMCA, por sus siglas en inglés). Ya en la primera legislatura de Trump, forzó a estos dos países a sentarse por este nuevo acuerdo comercial y ha amenazado con imponer aranceles a Canadá y México a partir del 1 de febrero equivalentes al 25% de las importaciones.
  • Revisar el tratado comercial con China. También en la primera legislatura el republicano entró en una guerra mercantil contra la segunda potencia que se saldó con un acuerdo en el que Pekín se comprometía a comprar productos agrícolas a Washington. Sin embargo, esta revisión puede llevar a aranceles a terceros países, teniendo en cuenta que China está utilizando a otras potencias emergentes como Vietnam para saltarse las aduanas estadounidenses. Inicialmente, Trump anunció que impondría aranceles del 60% de las importaciones procedentes del país asiático.
  • Promover las exportaciones de EEUU. A lo largo de la orden ejecutiva, Trump insiste en que Estados Unidos debe reducir su déficit comercial con el resto del mundo, por lo que obliga a la Administración estudiar otras políticas que puedan mejorar el saldo norteamericano.

La noticia de implantar impuestos aduaneros a Canadá y México a partir del 1 de febrero, anunciado durante la firma de las órdenes ejecutivas, intranquiliza a los socios comerciales debido al temperamento cambiante de Trump.

Retirada de subsidios y emergencia energética

El nuevo presidente ha ordenado retirar todos los subsidios que trajo la política del Green New Deal a energías renovables, aunque la letra pequeña de la norma es lo más relevante. Trump ha suspendido todas las medidas económicas que introdujo la ley de reducción de la inflación de Joe Biden, incluida cualquier ayuda pública a la electrificación que promueva el vehículo eléctrico. Esto puede suponer una colisión con los intereses de Elon Musk y su principal empresa: Tesla.

En paralelo, ha declarado la emergencia energética nacional con un paquete de medidas que incentiva a todas las agencias federales, incluido el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, a explotar todos los posibles recursos fósiles que se encuentran en Estados Unidos, así como su transporte a lo largo del país. Esta norma abre la posibilidad a emplear la prospección hidráulica (o 'fracking') en las reservas de esquito de Norteamérica. Además, ha permitido que en Alaska se construyan infraestructuras para promover las exportaciones de gas natural licuado a otros países del Pacífico.

En materia medioambiental y energética renovable, el presidente estadounidense ha prohibido todas las operaciones que desarrollen parques eólicos marinos en la plataforma continental del país. Además, ha ordenado que Estados Unidos abandone el Acuerdo de París de 2015, suspenda los fondos a programas climáticos nacionales y retire su apoyo financiero a las cumbres climáticas de la ONU.

El departamento de Musk no recortará la Administración

Musk odia las agencias federales. Justamente, son ellas, dependientes de la asignación presupuestaria del Congreso, las que copan la mayoría de los mensajes de la derecha estadounidense en contra del despilfarro público. El nuevo ministerio de Musk, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés), no nace como un ente nuevo, sino que recicla una agencia creada por Obama a la que renombra y da un período de 18 meses para ejecutar su nuevo cometido.

¿Cuál es el objetivo de DOGE? "Poner en marcha una iniciativa de modernización del software para mejorar la calidad y la eficiencia del software, la infraestructura de red y los sistemas de tecnología de la información de todo el Gobierno". Ese es el texto literal que aprueba la creación de esta nueva agencia. En ningún punto se hace mención a programas de recortes presupuestarios de la Administración federal, como inicialmente anunciaron tanto Trump como Musk. Además, ordena que el nuevo organismo tenga acceso a todos los sistemas no clasificados del Gobierno de EEUU. Es decir, Musk tendrá acceso directo a los ojos y oídos de la primera potencia mundial, excepto los servicios militares y los secretos de Estado.

Presencialidad obligatoria y paralización de contrataciones

Donald Trump ha prohibido el teletrabajo en el Gobierno y ha decretado que todos los funcionarios regresen a sus puestos presenciales. Además, ha designado que se elabore un plan de contratación en el que no se tenga en cuenta ninguna política de discriminación positiva por etnia o sexo y se refuercen las contrataciones de candidatos que muestren "valores americanos". En este plan, asesorará el nuevo departamento de Elon Musk, según la orden ejecutiva. Entre tanto, ha congelado las contrataciones de futuros empleados federales.

Emergencia migratoria y militarización fronteriza

Donald Trump, como había avisado, ha declarado una emergencia nacional en la frontera con México, lo que permite la movilización de la Guardia Nacional y otros efectivos del Ejército para detener el flujo de personas. El presidente ha declarado a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que abre la posibilidad a incrementar la presión militar contra México.

En otros ejemplos del aislacionismo que promueve el presidente estadounidense, el jefe del Ejecutivo ha renombrado oficialmente el "golfo de México" como "golfo de América", que afectará a la documentación interna de EEUU, pero no a su categorización internacional; ha suspendido los fondos de ayuda humanitaria durante, al menos, 90 días; ha abandonado la OMS y ha suspendido el impuesto mínimo del 15% hacia las multinacionales aprobado en el seno de la OCDE .

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