
El sector turístico español ha conseguido mantener su competitividad frente al incremento de los gastos derivados de los precios de la energía, los alimentos o las subidas del Salario Mínimo Interprofesional y así seguirá en 2025, según informaron los expertos de CaixaBank Research este jueves.
Según la Memoria de Impacto Normativo del SMI, publicada por el Ministerio de Trabajo, los trabajadores del sector turístico y hostelero son los que más se benefician de la subida del Salario Mínimo que, actualmente, está fijado en 1.134 euros mensuales en 14 pagas. La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, anunció recientemente que propondrá a patronal y sindicatos otra subida de 50 euros al mes, lo que situaría el SMI en 1.184 euros mensuales en 14 pagas.
Esta subida tendría un efecto retroactivo desde el 1 de enero, tal como sucedió el año pasado, y se hace a través de las recomendaciones de la Comisión de Expertos, que asesora al Gobierno en esta materia. En concreto, propusieron al departamento liderado por Díaz un incremento del 3,4%, que lo dejaría en 1.172,5 euros, o del 4,4%, que es por la opción por la que se decantó el Ministerio.
Desde el año 2019 el SMI sufrió revisiones al alza cada año. La más importante fue, precisamente, ese año, cuando se incrementó un 22,3%, pasando de 735,9 euros mensuales a 900 euros en 14 pagas.
A pesar de que la hostelería y el turismo son dos de los sectores con más ratio de trabajadores cobrando el SMI en nuestro país, según datos de Infojobs, aunque la media del sector y los convenios están por encima, "los aumentos de los costes se han podido trasladar a los servicios, pero la demanda se ha mantenido tan resiliente que se ha podido resistir al aumento de costes", dijo la economista principal de CaixaBank Research, Judit Montoriol y coautora del Informe Sectorial de Turismo, junto al también economista del centro de estudios Pedro Álvarez.
Preguntada por elEconomista.es en la presentación del informe, la experta reiteró que la competitividad del precio del sector turístico español "se ha mantenido porque el aumento de precios no ha sido superior al de otros países". Por tanto, y teniendo en cuenta la buena salud que presentó el sector en general en 2024, "no pienso que vaya a ser un factor que reste competitividad en el corto plazo", concluyó.
En este sentido, según reza el informe de CaixaBank Research, el sector turístico español presentó una "notable resiliencia" en el periodo 2019-2024. Esto se explica, en gran medida, por ese incremento más moderado de los precios en relación con los mercados competidores.
"Mientras que España ha registrado un aumento de precios turísticos del 22,3%, países como Grecia (23,5%), Francia (35,1%) o Croacia (44,8%) han experimentado escaladas sustancialmente mayores, encareciendo sus destinos de forma más acusada. Incluso frente a mercados con incrementos más bajos, como Italia (14,4%)", reza el documento.
Asimismo, la competitividad en España "se ha visto reforzada por el ajuste de los precios menos disruptivos en segmentos clave", dicen los expertos de CaixaBank Research. Como ejemplo, ilustran que las tarifas hoteleras españolas "se han incrementado un 31,4% y en Italia lo han hecho un 31,4%, "lo que mantiene a España en una posición ventajosa para atraer visitantes sensibles al coste".
El servicio de estudios de CaixaBank estima que, dadas estas buenas condiciones de competencia en este sector clave de la economía española, el PIB turístico español creció un 6% en 2024 y prevén un avance del 3,6% para el año 2025.
"2024 fue un año muy muy positivo para el sector. Esta tendencia positiva creemos que va a tener continuidad en 2025, con un crecimiento algo más moderado", dijo Judit Montoriol.
Asimismo, dijo que el turismo va a seguir siendo "el motor de crecimiento" de la economía española. En concreto, estiman que pasará a ser el 13,2% del total del PIB español, frente al 12,9% del pasado 2024.
El año 2024 fue un año récord de llegadas de turistas internacionales y en el que se recuperaron definitivamente los grandes mercados de origen. Sobre todo en lo que respecta al mercado británico, que ha sido el último en recuperarse y representa el 19,7% de las llegadas y el 18% del gasto. En concreto, el mercado británico, aseguran en el informe, "ha sido lastrado por las consecuencias indirectas del brexit y el mal momento por el que ha atravesado la economía británica desde el estallido de la pandemia".
En el caso de los mercados de larga distancia, donde se incluye el turismo asiático, está creciendo con fuerza, pero lo hace a medio gas. Esto se debe, explican, a "las mayores restricciones a la movilidad impuestas en el continente asiático y los problemas en el tráfico aéreo a causa del conflicto en Ucrania".
Desde CaixaBank research argumentan que la sólida expansión del sector durante las últimas décadas está basado, en gran medida, en la elevada elasticidad del ingreso de su demanda. Es decir, que el crecimiento del 1% en el PIB per cápita mundial se traduce en un 1,74% de las llegadas turísticas internacionales a España.
"Este fuerte nexo entre la renta disponible y la propensión a viajar ha sido clave para consolidar la posición de España en el panorama turístico global, además de apuntalar unas perspectivas de crecimiento favorables en el futuro", reza el documento.
Las cifras lo demuestran. Las llegadas aumentaron de 33 millones en 1995 a 52,7 millones en 2010 y alcanzaron 83,5 millones en 2019. Este aumento continuado se debe, en parte, a esa mejora de la renta disponible en distintos mercados emisores y "confirma la robusta sensibilidad del turismo ante la capacidad de gasto de los viajeros", apuntan.
Así, según un informe de Deloitte y Google, las proyecciones de crecimiento económico global indican que España podría superar los 110 millones de llegadas en 2040.
Impulso en la restauración
Por su parte, la restauración ha sido la que más beneficiada se ha visto con respecto a este impulso del sector turístico en los últimos años. El avance de la facturación de cerca del 7% en 2024 avala esta afirmación.
El cliente principal del sector es el consumidor local, que aporta un 62% de los ingresos, aunque el turista extranjero es el más relevante en los archipiélagos y otras provincias más turísticas, donde aporta el 54% de la facturación.
El gasto medio por turista extranjero es de 31,2 euros por transacción, por lo que se sitúa por encima de la factura media del turista local.
Asimismo, el estudio de CaixaBank Research menciona un alto grado de estacionalidad en el sector de la restauración española, con un 40,5% de los ingresos concentrados en cuatro meses al año.