Economía

Bukele revoluciona El Salvador: de país más violento de América a estar 24 días seguidos sin homicidios

  • FT: "Bukele se ha convertido en una referencia política para la extrema derecha"
  • Fitch eleva la nota de la deuda de El Salvador ante la mejora de las cuentas públicas
  • El país ha logrado cerrar un acuerdo clave con el FMI para salvar la economía

La transformación política y social de El Salvador es un hecho. Los medios para llegar a este punto pueden ser muy cuestionables, pero el resultado parece inapelable. El que era uno de los países más peligrosos del mundo hasta hace 'cuatro días', ahora disfruta de días y semanas sin homicidios, algo que parecía prácticamente imposible. Todo ello ha venido acompañado del resurgir del bitcoin, 'divisa' de curso legal en el país, lo que parece que ha ayudado a apuntalar una economía que no terminaba de despertar. Por si fuera poco, El Salvador ha logrado cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la agencia de calificación Fitch ha elevado la nota de la deuda del país. Este país sigue siendo relativamente pobre y frágil, pero es cierto que la tendencia parece haber cambiado de forma drástica en unos pocos años.

"Nuestro país es un ejemplo para el mundo de paz, confianza y optimismo", proclamó el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en un mensaje de fin de año publicado en redes sociales. "Nadie puede negarlo". El mandatario tenía razones para sentirse satisfecho. El Salvador, que hace menos de una década estaba entre los países más violentos y peligrosos del mundo, cerró 2024 con 24 días consecutivos sin un solo asesinato en diciembre. Además, el precio del bitcoin, que Bukele adoptó como moneda de curso legal en 2021 y ha incorporado a las reservas del país, superó los 100.000 dólares (ahora cotiza en la zona de los 90.000 dólares). Para culminar el año, el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó prestar a su gobierno 1.400 millones de dólares, lo que abre la puerta a otros 2.200 millones de financiación internacional, según destacan desde el Financial Times en un extenso reportaje.

Todo ello tiene consecuencias. La agencia de medición de riesgo Fitch Ratings informó la semana pasada de que había mejorado la nota de riesgo de El Salvador como emisor deuda a largo plazo a 'B-' desde 'CCC+' y mantiene la perspectiva estable tras la "reducción de necesidades financiación" del país y el logro del Gobierno de un acuerdo económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Una mejora de la calificación de El Salvador a 'B-' refleja la reducción de las necesidades de financiación y la flexibilización de las restricciones financieras respaldadas por la recuperación del acceso al mercado y el programa del FMI anunciado recientemente", indicó la entidad en un comunicado. "Una consolidación exitosa (del programa) también podría impulsar la confianza de los inversores en la sostenibilidad de la deuda de El Salvador y permitir más emisiones", apuntó. Todo ello es también producto de impresionante mejora de la seguridad en el país, que está allanando el terreno a la inversión y a la llegada masiva de turistas desde EEUU.

Tras la noticia, a principios de enero de 2025, de que las tasas de homicidio en El Salvador habían caído a mínimos históricos en 2024, Elon Musk intervino en X: "Esto debe suceder y sucederá en América". Una gran delegación estadounidense, incluyendo a Donald Trump Junior, estuvo entre los invitados a la reinauguración de Bukele en junio. Muchos latinoamericanos admiran los métodos de Bukele mientras enfrentan aumentos en el crimen violento en sus propios países. Gobiernos occidentales que inicialmente rechazaron a Bukele por sus inclinaciones autoritarias ahora abrazan a un presidente que se ha convertido en uno de los líderes más populares del mundo, aseguran desde el Financial Times en un reportaje. "Bukele es el mejor aliado de Estados Unidos", asegura un asesor presidencial salvadoreño al Financial Times. "Ha confiscado drogas ilegales, reducido la migración, encarcelado a pandilleros y mejorado la economía".

Pero este cambio ha tenido un precio elevado. Desde marzo de 2022, según el gobierno, Bukele ha encarcelado a más de 83.000 personas bajo leyes de estado de emergencia; se estima que tres de cada 100 hombres adultos están ahora en prisión, la mayoría aun sin juicio. También ha concentrado el poder en sus manos, enviando tropas armadas al Congreso durante su primer mandato para asegurar fondos para una iniciativa de seguridad y destituyendo a jueces de la Corte Suprema que se opusieron a su reelección.

Fuente: JP Morgan

Activistas han alzado la voz sobre casos de tortura, muertes bajo custodia, suspensión de derechos básicos y desapariciones forzadas. Sin embargo, Bukele no muestra arrepentimiento: "Algunos dicen que hemos encarcelado a miles, pero en realidad hemos liberado a millones", afirmó en la ONU en septiembre.

Las medidas de Bukele durante estos años han incluido un Estado de emergencia prolongado, que va desde marzo de 2022. Bukele instauró un estado de excepción que ha sido renovado más de 30 veces. Esta medida permite la suspensión de derechos fundamentales, como la libertad de asociación, el derecho a un abogado defensor y la garantía de ser informado de los cargos tras un arresto. Sin embargo, aunque los medios han sido controvertidos, los resultados son, probablemente, mucho mejores de lo que cualquiera habría esperado. Esto abre un debate muy delicado. Quizá en determinados países con situaciones de seguridad muy crítica y en un estadio de desarrollo económico relativamente bajo, los valores y políticas que defienden los países desarrollados no son extrapolables a este tipo de países.

Bukele convencen y vence en las redes

Ahora, en su segundo mandato de cinco años, tras una victoria aplastante en las elecciones de febrero de 2024, las ambiciones de Bukele van más allá de garantizar la seguridad en El Salvador. Con 43 años, el presidente está utilizando sus conocimientos y las 'skills' (habilidades) que aprendió como ejecutivo publicitario para atraer a inversores internacionales, rediseñando la imagen de un país pequeño y empobrecido, carente de recursos naturales, como un paraíso para el surf y las criptomonedas. El uso de las redes sociales por parte de Bukele es abrumadoramente atrayente, logrando cientos de miles de reacciones en TikTok, Twitter o Facebook.

Bukele se proyecta ante sus 6,9 millones de seguidores en X (anteriormente Twitter) como un "Rey Filósofo", convirtiéndose en un modelo para los conservadores globales. "Podría tener el plan para salvar el mundo", declaró el presentador de televisión Tucker Carlson en un tuit el verano pasado.

¿Es correcto que Occidente se relacione con un gobierno que ha logrado mejoras dramáticas en la seguridad o está permitiendo la deriva de El Salvador hacia una dictadura? "Desafortunadamente, a pesar de todos sus problemas flagrantes, el método parece haber funcionado, al menos por ahora, para reducir el crimen en las calles", dice José Miguel Vivanco, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, al Financial Times. "Lo que dificulta argumentar en contra".

La Plaza Gerardo Barrios, en el centro de San Salvador, es un microcosmos del país que Bukele quiere construir. Hace menos de una década era demasiado peligrosa para caminar de noche, ahora está llena de familias que rezan en la catedral, admiran el restaurado palacio presidencial o visitan la nueva Biblioteca Nacional, abierta las 24 horas del día, siete días a la semana.

Donada por China tras el corte de relaciones de El Salvador con Taiwán, la biblioteca, construida en acero y vidrio, se alza imponente sobre edificios más antiguos. En su interior, los siete pisos están organizados por edad de lectura, con instalaciones adaptadas para personas con discapacidad y libros disponibles en español, inglés y náhuatl, la lengua indígena. Los cambios que Bukele ha logrado son visibles en todo San Salvador. Nuevas torres de oficinas brillantes adornan el horizonte, incluida una de Google, inaugurada en 2024, y modernos centros comerciales han surgido. Para muchos residentes de la ciudad, el alambre de púas que solía cubrir numerosos edificios parece de repente redundante.

"He sido asaltado a punta de pistola 25 veces en ocho años", relata José Antonio Gómez, conductor de reparto, al Financial Times. "Mira esa comunidad allí; hace unos años no podías entrar ni de día ni de noche. ¿Ves cómo está ahora? La gente camina tranquila con carritos de bebé".

Inversión y esperanza económica

El Gobierno de Bukele también ha invertido fuertemente en infraestructuras, construyendo autopistas, circunvalaciones, un nuevo aeropuerto en el este del país y finalizando una carretera hacia Surf City 2, un desarrollo turístico a 180 km de San Salvador. Este proyecto busca ampliar el éxito del concepto original de Surf City, que conecta varias playas y ha atraído a turistas internacionales. Según el Financial Times, Bukele pretende impulsar el crecimiento económico y atraer inversión extranjera, aunque el FMI prevé un crecimiento del 3% este año, ligeramente por debajo de la media de los países que se encuentran en esa etapa de desarrollo.

Algunos observadores y analistas consultados por el Financial Times señalan que Bukele heredó un país en crisis económica y lo ha dotado de esperanza. Un banquero de desarrollo describió la situación previa: "Un cuarto del PIB provenía de las remesas. El promedio de estas era de 400 dólares al mes, y después de seis años, los migrantes dejaban de enviarlas. El único modelo económico de El Salvador era exportar su gente a Estados Unidos". Pero la verdadera pregunta, advierte, es si el país es económicamente viable a largo plazo.

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