
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, mantiene su postura sobre la reducción de jornada e insiste en la necesidad de "acompañar a las empresas" para implementar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas a la semana en 2025, como acordó hacer la titular de Trabajo, Yolanda Díaz al firmar el pacto con CCOO y UGT. "Lo que yo he dicho es que vamos a alcanzar ese derecho, vamos a conquistar ese derecho de la reducción de la jornada y vamos a trabajar para que sea una realidad lo antes posible. Lo vamos a hacer con todos los agentes involucrados y con todas las fuerzas políticas involucradas" ha sostenido en una entrevista concedida a Onda Cero. El responsable de la política económica del Gobierno asume, por tanto, como propio este objetivo pero se distancia de las 'prisas' expresadas por la líder de Sumar para llevarlo al Congreso de los Diputados.
Cuerpo ha insistido en que es "perentorio" acompañas a las empresas en este proceso y hacerlo de forma efectiva, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas que se tendrían mayores dificultades para adaptase, con lo que ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de introducir ayudas dirigidas a estas compañías como las que la responsable de Trabajo retiró de la mesa de negociación tras el 'no' definitivo de CEOE a la propuesta. Una postura que choca con la intención del equipo de Díaz de respetar íntegramente el acuerdo suscrito con los sindicatos, es decir, aprobarlo tal cual quedó redactado en el Consejo de Ministros para su posterior tramitación como proyecto de ley, de forma que solo se introdujeran cambios como consecuencia de la negociación política.
"Estamos creciendo y estamos creciendo de la mano de la conquista de derechos. Este crecimiento no se hace en contra de nada, ni de los derechos de nadie, al contrario, esa conquista de derechos se está dando y está siendo compatible con tener unas empresas cada vez más eficientes, cada vez más competitivas, con mayor crecimiento de sus márgenes", ha defendido el ministro de Economía. En este sentido, ha instado a mejorar la productividad de las empresas para que este avance se traduzca en una reducción de jornada que no afecte a los resultado de las compañías ni a los salarios de los trabajadores. Precisamente, el departamento de Díaz ha señalado la ganancia de productividad como uno de los beneficios de implementar las 37,5 horas, una tesis que no convence a muchos economistas, que entienden que primero debe darse la ganancia de productividad antes que la nueva jornada.
El acuerdo firmado por Díaz con los dirigentes de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo, el 20 de diciembre tiene que superar todavía algunos informes técnicos y pasar por la Comisión Delegada de Asuntos Económicos para Asuntos Económicos donde Economía podría incorporar algunos de los cambios mencionados. Sin embargo, el equipo de Trabajo manifiesta en público y privado su rechazo a la introducción de modificaciones, de un lado, por respeto al diálogo social (pese a que la patronal no formó parte del acuerdo) porque quieren guardarse la baza de estas medidas para la negociación con Junts, el único partido de la mayoría de investidura que no ha garantizado su respaldo a la reducción de la jornada laboral por ley y que según fuentes empresariales, estaba en el 'no'.
La sensación es que el ala socialista del Ejecutivo trata de dilatar los plazos para que la tramitación de esta norma no coincida con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado o la votación de la senda fiscal (que sigue pendiente), a lo que Sumar ha respondido con el anuncio de un calendario de actos protagonizados por la ministra de Trabajo y que tendrán lugar en seis territorios diferentes, aún por concretar. Se trata de una campaña anunciada en abril por la formación y que vuelve a poner sobre la mesa una vez cerradas todas las vías de acuerdo con CEOE.