La actividad de la industria española volvió a mostrar resultados más que satisfactorios al cierre de 2024, situándose en máximos de 32 meses registrado en octubre. Todo esto mientras las dos potencias industriales de Europa: Francia y Alemania, marcan mínimos históricos. El índice PMI de S&P Global, publicado este jueves, subió el último mes del año hasta los 53,3 puntos, frente a los 53,1 del mes anterior, ampliando ya 11 meses el terreno expansivo. La línea por encima de los 50 puntos indica expansión, mientras que si se sitúa por debajo, marca contracción de la actividad.
En el caso germano, la industria sigue sin poder remontar, lo que indica que la recesión invernal está cada vez más clara. El índice PMI marcó su nivel más bajo en tres meses, cerrando el año en los 42,5 puntos, frente a los 43 que se registraron en noviembre. En el caso de Francia, el índice PMI cayó en el último mes del año a nivel más bajo desde la pandemia. Tras marcar en noviembre 43,1 puntos, en diciembre aceleró su contracción hasta los 41,9 puntos.
Los expertos de S&P remarcan del caso español que "continúa la fortaleza" respaldada por "aumentos simultáneos y más rápidos tanto de la producción como de los nuevos pedidos".
Según reza el informe, la demanda marcó una enorme fortaleza tanto en los nuevos pedidos como en la exportación, que registraron importantes aumentos. Al mismo tiempo, hubo un crecimiento en mercados clave, sobre todo en Europa y norte de África. Esto se tradujo en una respuesta por parte de las empresas a la hora de ampliar sus plantillas, marcando un crecimiento del empleo por cuarto mes consecutivo.
Asimismo, las empresas entrevistadas mostraron un tono de positivismo en diciembre en cuanto a la confianza en las perspectivas de futuro.
El economista de Hamburg Commercial Bank, Jonas Feldhusen, reiteró que la industria española muestra "resiliencia" frente a la "debilidad europea en el sector manufacturero". El experto resaltó que, mientras otros países europeos "se enfrentan a graves consecuencias" como despidos masivos, cierres de fábricas y un "colapso" de las inversiones. España "está experimentando un crecimiento económico en su sector manufacturero. Este hecho se puede atribuir a su amplio suministro de energía y a su relativamente baja dependencia de las exportaciones de China", resume.
"Los aranceles impuestos por la nueva administración estadounidense causarán perturbaciones a nivel mundial. Aunque los exportadores españoles dependen menos de las exportaciones a Estados Unidos que otros países europeos, una desaceleración del comercio mundial aún podría tener consecuencias negativas para ellos", resumen los expertos.
La situación de Alemania es preocupante en todos los sentidos. El economista jefe de Hamburg Commercial Bank, Cyrus de la Rubia, remarca que la situación del sector secundario germano, pilar clave de su crecimiento, "sigue siendo bastante sombría". La producción está en descenso y los nuevos pedidos siguen cayendo "lo que deja claro que la industria no saldrá de la recesión en un futuro próximo". De la Rubia no se anda con rodeos en su análisis: "Ha sido un año perdido para el sector manufacturero". Predice que esta tendencia podría terminar en la segunda mitad de 2025.
Finalmente, el economista de Hamburg Commercial Bank, Tariq Kamal Chaudhry, remarcó de Francia que su crisis industrial "se intensificó a finales de 2024". La deuda pública del país vecino sigue representando un problema importante para su economía, "exacerbado por el clima de alta incertidumbre política", remarca Chaudhry. El experto critica que el presidente de la República, Emmanuel Macron, "aún no ha formado un gobierno fuerte capaz de tomar las medidas necesarias para reducir el déficit mediante la reducción del gasto y el aumento de los ingresos".
El economista dice que "parece difícil" retomar el crecimiento en el año 2025. "La reticencia de los clientes a realizar gastos de inversión contribuyen al clima de pesimismo que prevalece en el sector. De hecho, el índice de perspectivas empresariales a doce meses se mantuvo en territorio negativo en diciembre". Esto hizo que los fabricantes franceses "redujeron significativamente su plantilla".
El horizonte de la industria europea está bastante empañado y, en principio, los expertos creen que la entrada en 2025 no será mucho mejor.