El PIB de España ha cumplido las previsiones y registra un avance del 0,8% en el tercer trimestre respecto al anterior, según desprende el comunicado del INE. Esto supone una aceleración hasta el 3,3% interanual frente al 3,2% anterior. Estos datos suponen que se quede a solo una décima de las expectativas de economistas y mercados. Este crecimiento se ha sostenido principalmente sobre un potente consumo interno, que ha supuesto 2,8 puntos frente a la demanda externa de 0,5 puntos. Gracias estas cifras España consolida su racha con 17 trimestres consecutivos de avances respecto al trimestre anterior y 15 de crecimiento interanual.
En cualquier caso, se sigue notando la caída de una exportaciones cada vez más débiles mientras el buen momento del mercado interno permite compensar con creces esta situación. La demanda externa restó dos décimas respecto al trimestre pasado mientras que interna contribuyó al crecimiento con un punto completo. Todo esto a pesar de que las exportaciones de bienes y servicios se mantuvieron con una evolución del 0,4% intertrimestral y del 4,3% interanual. Las importaciones avanzaron también un 0,9%, es decir, medio puntos más. De esto modo internamente España ha podido crecer gracias a un gasto de los consumidores acelerándose un 1,2%, al tiempo que el gasto público lo ha hecho un 2,5%.
El crecimiento de España, que se ha sostenido en buena medida en el mercado laboral y los salarios cuenta con buenas noticias también pues la remuneración a los asalariados ha crecido un 7,3% respecto al año pasado y un 1,8% respecto al trimestre anterior. Todo esto con unas horas trabajadas aumento un 0,9% en tres meses una ralentización de 1,4 puntos respecto a entonces pero que han permitido que los puestos de trabajo equivalentes crezcan un 1,9%.
La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo subió un 1,4% interanual, cuatro décimas más, mientras que la productividad por hora efectivamente trabajada avanzó un 2,5%, tasa 1,6 puntos superior a la del trimestre precedente y la mayor desde el segundo trimestre de 2022. Sin embargo, a pesar de que el consumo y el empleo se mantienen fuertes, la inversión retrocedió en el tercer trimestre un 1,3%, entrando en negativo tras tres trimestres de alzas, debido a la caída de la inversión en vivienda en un 1,8% respecto al trimestre previo.
Por su parte la industria, uno de los sectores más frágiles en todo el continente y que está marcando claros retrocesos a nivel general ha conseguido sumar pese a todo. Concretamente el sector manufacturero creció un 0,2% respecto al pasado trimestre. Eso sí, marcando una clara desaceleración en su tasa en 1,6 puntos "marcando un crecimimiento próximo a cero", según el INE. En ese sentido la construcción disminuyó un 1,5% y los servicios se desaceleraron un décima hasta el 1%. El sector primario, por su parte, sí que mantuvo un crecimiento positivo del 1,1% frente a la caída del 2,6% del trimestre previo.
El INE por su parte celebraba que "todos los grandes sectores de actividad presentaron tasas interanuales positivas. Así, el valor añadido bruto de las ramas industriales aumentó un 4,0%, y dentro de las mismas, la industria manufacturera lo hizo en un 4,4% (respecto al año pasado)". "A falta de los datos del último trimestre, la economía española confirma su dinamismo en 2024, y continúa liderando el crecimiento entre las principales economías de la Unión Europea", ha destacado el Ministerio de Economía en una valoración remitida a los medios de comunicación.
"Somos conscientes de que siguen existiendo retos hacia adelante. Seguiremos trabajando para que todos estos buenos datos se sigan trasladando al día a día de los hogares, a través de un mercado de trabajo más fuerte, que permita a nuestros trabajadores seguir ganando poder adquisitivo y conquistando derechos. También con unas empresas cada vez más productivas, con mayor capacidad de crecer y también de competir fuera de nuestras fronteras y de invertir e innovar", ha subrayado Cuerpo. El PIB a precios corrientes ha llegado de este modo a los 399.399 millones de euros en el tercer trimestre la más elevada de la serie histórica.
El 'motor de Europa'
Estas cifras consagran la trayectoria de España como una de las economías con más salud en 2024. El motivo detrás de esto es una combinación de factores. En primer lugar François Rimeu, analista de de Crédit Mutuel Asset Management señalaba en una reciente informe que el bajo precio de la energía en comparación con sus vecinos está marcando claramente la diferencia pues da un mayor alivio a la industria en un momento de demanda débil. A esto hay que sumarle una poderosa recuperación del turismo. Todo esto con, según la OCDE, un "consumo privado respaldado por un mercado laboral resiliente, un aumento de los ingresos reales y unos ahorros acumulados de los hogares".
Todos estos factores han llevado a que el Banco de España estime que la economía española logrará en 2024 en su conjunto un 3,1% de crecimiento y se moderará hasta el 2,5% en 2025. Consolidándose así como uno de los pesos pesados de Europa, pues la Comisión Europea da por hecho que el conjunto de los países de la zona euro crecerán solo un 0,9% en 2024 y un 1,5% en 2025. Todo esto pese a una Dana que ha dañado parcialmente la actividad. Sin embargo, en el mismo informe afirmaban que el crecimiento de España puede irse apagando a medida que la renta disponible vaya cayendo. Esto llevaría a un crecimiento del 1,9% en 2026 y del 1,7% en 2027.
Sin embargo y volviendo a los próximos meses desde Pantheon Research creen que la recta final de 2024 vivirá otro "trimestre estelar" con un incremento del 0,6% del PIB. De cara a 2025, "nuestra previsión significa que esperamos que el crecimiento sea el doble del 1% que esperamos en Alemania, Francia e Italia, aunque ligeramente inferior al 2,4% previsto por el gobierno". En ese sentido creen que "el proyecto de presupuesto incluye impuestos más altos tanto a los bancos como a las ganancias que reducirán la inversión pero que serán compensados por la reducción del impuesto de sociedades a las pymes".
Además, la bajada de los tipos por parte del BCE "compensará en parte este lastre mientras el gasto de los consumidores seguirá siendo fuerte por el alto crecimiento del empleo". Ahora queda por ver si los motores que han mantenido vivo el buen desempeño de España podrán seguir prevaleciendo, tal y como anticipan los expertos. A las puertas de un 2025 cargado de desafíos, España se acerca al final del año con unas perspectivas que permiten que se posiciones como uno de los grandes motores de Europa en un momento de máxima dificultad.