Barcelona
Pacto in extremis entre PSC y Barcelona en Comú (BComú) para salvar las ordenanzas fiscales de 2025. Tras los choques de los últimos días, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha aceptado finalmente las exigencias de los comunes de rechazar una 'miniterminal' de cruceros de lujo y negociar con el Port la reducción de siete a cinco embarcaderos.
De esta forma se han podido sacar adelante las ordenanzas, que también han contado con el apoyo de ERC. Por su parte, Junts, PP y Vox han votado en contra al considerar que las medidas impositivas incrementan la presión fiscal de la ciudadanía.
Actualmente, el puerto cuenta con siete terminales en concesión. Está previsto que los permisos de la A y la B venzan en 2027 y 2030, respectivamente. Previsiblemente serán estas instalaciones las que no se renovarán.
Subida del IBI
La presidenta de BComú, Janet Sanz, ha declarado poco antes de la celebración del último pleno de 2024 que el ejecutivo de Collboni se había comprometido por escrito a no desarrollar nuevas infraestructuras de este tipo. También ha reivindicado que gracias a las nuevas ordenanzas el sector turístico "pagara más".
En efecto, las nuevas tasas que entrarán en vigor el 1 de enero incluyen el aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a hoteles de lujo y terminales de cruceros, que pasa el 1% al 1,17%, así como una tasa obligatoria para autocares turísticos de 80 euros (cuatro veces superior a la actual). Además, la regulación prevé la subida de cuatro a ocho euros del tope de la tasa turística.
Tras esta entente con los comunes, se espera que el gobierno municipal logre aprobar los presupuestos municipales de 2025 a principios del próximo año. Por el momento se han prorrogado las cuentas de 2024, pero Collboni confía en alcanzar un acuerdo con facilidad.