Economía

Guía para entender el debate y la votación de la reforma fiscal: castigar a energéticas para salvar el impuestazo a la banca

  • Podemos ahora se ha convertido en el principal obstáculo
  • La mejor baza con la que cuenta Moncloa es revivir el impuesto a energétics
  • La pretensión de un mayor castigo a seguros sanitarios y socimis desaparece 
El portavoz presupuestario de EH-Bildu, Oskar Matute, y la de ERC, Pilar Vallugera, durante la Comisión de Hacienda | EP

El pleno del Congreso encara este jueves uno de los debates -y votaciones- más agitados de los últimos meses. El Gobierno cuenta con una segunda oportunidad para lograr impulsar el grueso de su reforma fiscal, que fue tumbada el pasado lunes por la Comisión de Hacienda. Desde entonces, Moncloa ha logrado allanar algo el camino hacia su aprobación y salvar así un texto sólido, a través de un enredo de pactos parlamentarios.

¿Cómo se está tramitando la reforma fiscal?

El Gobierno trató de aprovechar un proyecto de ley que se encontraba en tramitación parlamentaria, y para el que había un amplio consenso, para 'colar' su reforma fiscal a través de enmiendas. El texto busca imponer un impuesto mínimo del 15% para las multinacionales siguiendo las directrices europeas. Sin embargo, la introducción de enmiendas fiscales emborronó el debate en torno a la norma, poniendo en riesgo su aprobación y, por lo tanto, exponiendo a España a sanciones por incumplir la trasposición de una normativa europea. Moncloa optó por esta vía por exigencia de los plazos. El quinto tramo de los 'Next Generation' demanda como hito la aprobación de una reforma fiscal antes del final de año para reconocer el desembolso de hasta 7.500 millones de euros. Además, España se comprometió con Bruselas a impulsar un texto capaz de recaudar unos 4.500 millones, para afianzar el cumplimiento de las reglas europeas.

¿Qué salió de la Comisión de Hacienda?

La caótica sesión en la Comisión de Hacienda del pasado lunes fue el resultado de la falta de consenso en torno a la reforma fiscal. El PSOE acudió con pactos cruzados con diferentes formaciones. Es decir, unos contradecían a otros. Tras un tenso debate, el grupo socialista logró presentar seis enmiendas transaccionales que garantizaban un acuerdo de mínimos, y que fueron firmadas –al menos- por hasta tres grupos diferentes. El resto de las enmiendas –unas 120- fueron votadas una a una. La votación decidió que la ley base (la del impuesto mínimo del 15%) asumiera un incremento del tipo máximo del IRPF a las rentas de capital al 29%; también un alza de la fiscalidad a los vapeadores y al tabaco, o un plan de lucha contra el fraude de hidrocarburos. El resto de las principales enmiendas quedaron fuera, pero con la posibilidad de volver a ser votadas en el pleno del Congreso de este jueves. Entre ellas, destaca la introducción de un impuesto a la banca, a las energéticas, la supresión de las exenciones fiscales a socimis o seguros sanitarios privados, o la implementación de un IVA del 21% para los pisos de uso turístico.

¿Puede aprobarse un impuesto a la banca?

Si. La enmienda transaccional firmada por PSOE, Sumar y Junts que propone el impuesto a la banca cuenta con muchas opciones de ser aprobada. A pesar de que fue tumbada en la Comisión de Hacienda, el grupo socialista logró -ya en la madrugada del lunes al martes- que ERC, Bildu y BNG prometieran votar a favor del tributo el jueves, a cambio del compromiso de impulsar el impuesto a las energéticas -que el PSOE había desechado ante la presión de lo de Carles Puigdemont- a través de un real decreto. El gran obstáculo es ahora Podemos. Sus diputados se niegan a apoyar un paquete fiscal que no incluya –de facto- un impuesto a las energéticas. Hacienda negociará hasta el último momento para convencer a los de Ione Belarra. Sin su apoyo, ni proyecto de ley ni impuesto a la banca prosperarán.

Y, ¿el impuesto a las energéticas?

Moncloa negocia con Junts –el principal detractor de la tasa- una redacción que evite poner en riesgo las inversiones en Cataluña, tal y como exigen los posconvergentes. De momento el PSOE propone que el futuro tributo no afecte a aquellas compañías que inviertan en su descarbonización, pero no parece ser suficiente para los de Puigdemont. Los socialistas buscan ahora vías para que proyectos, como el de Repsol en Tarragona, queden al margen del rango de alcance del impuesto.

¿Qué exigen Junts y PNV?

Los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos han sido el gran quebradero de cabeza para el Gobierno. Junts y PNV son los responsables de que Moncloa no lograra aprobar los impuestos a la banca y energéticas desde un primer momento. La presión que varias entidades bancarias y energéticas han ejercido sobre estos grupos, han forzado al PSOE a renunciar al segundo, y a 'suavizar' el primero. Todo dependerá del acuerdo que el Ejecutivo trata de moldear a estas horas.

¿Qué exigen ERC, Bildu y el BNG?

En el lado contrario de la disputa, se encuentran las llamadas 'izquierdas'. Todas, especialmente ERC, no han dejado de censurar que empresas como Repsol hayan conseguido diluir el impuesto a las energéticas a través de Junts o PNV. No obstante, el compromiso del Gobierno de impulsarlo por otras vías garantiza –al menos de momento- el apoyo de estos tres grupos.

¿Y Podemos?

Es aquí donde se encuentra el gran obstáculo. Podemos –a diferencia de ERC, Bildu o BNG- no acepta el acuerdo propuesto por Moncloa, y mantiene su 'no' a toda la reforma fiscal que se someterá a examen este jueves. Fuentes del Gobierno confirman que la postura de los de Ione Belarra es firme, y reconocen que no será fácil convencerles de lo contrario.

¿En qué situación queda Sumar?

Sumar es uno de los grupos que a más medidas ha tenido que renunciar. Firmó un acuerdo con el PSOE plagado de sus propuestas que, sin embargo, quedaron totalmente diluidas el pasado lunes. No habrá supresión de exenciones a socimis o seguros sanitarios privados, ni impuesto a las grandes herencias o una mayor presión a las grandes fortunas, como los de Yolanda Díaz perseguían. Aun así, todas estas enmiendas volverán a ser votadas el jueves, pero no cuentan con el apoyo necesario para salir adelante.

¿Cómo puede salvar el Gobierno su reforma fiscal?

Todos los caminos pasan por Podemos y Junts. Si Moncloa logra encontrar la manera de evitar que el impuesto a las energéticas afecte a las inversiones en Cataluña, podría presentar un compromiso con el aval de Junts, y anular así el principal argumento al que se agarra Belarra para anclarse en el 'no'. Aun así, esto no garantiza un cambio de posición de Podemos, que defiende una tasa contundente que se extienda por todo el territorio.

¿Cómo se votará el texto y las enmiendas?

Es el tercer punto del orden del día de la sesión del pleno del jueves, que dará inicio a las 9 horas. En primer lugar, se llevará a cabo el debate, después se votará el dictamen del proyecto de ley (donde se incluye el impuesto mínimo para multinacionales y las enmiendas aprobadas el lunes), y después se votarán una a una las enmiendas que sus firmantes (los grupos parlamentarios) hayan decidido mantener vivas. Entre ellas, se encuentra el impuesto a la banca, o el que propone gravar a las energéticas.

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