
La inflación de Reino Unido bajó en septiembre del objetivo del 2% por primera vez en tres años y medio. El índice de precios al consumo (IPC) del 1,7% interanual el mes pasado frente al 2,2% de agosto y el 1,9% esperado por los economistas es la lectura más baja desde abril de 2021 y deja un titular histórico tras una crisis inflacionaria que llevó los precios a una escalada no visto en cuatro décadas, con máximos por encima del 11%. Durante lo peor de esta crisis, se llegó a decir que la inflación de Reino Unido juntaba lo 'peor' de ambos mundos: un tenso mercado de trabajo como EEUU y un azote por la crisis energética tan fuerte o más que en el resto de Europa. Ahora, este dato ofrece una perspectiva tranquilizadora y pavimenta el camino para que el más cauteloso que sus pares Banco de Inglaterra (BoE) continúe con las bajadas de tipos. El mercado ha pasado de descontar un recorte más en lo que queda de 2024 a 'comprar' dos nada más publicar la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) el informe. Inmediatamente, la libra ha llegado a retroceder más de un 0,5% frente al dólar americano.
Los expertos ya calibraban una caída de la inflación por debajo del objetivo del 2% en septiembre, ya que intuían que la caída del 3,9% intermensual de los precios de los carburantes iba a restar 0,4 puntos porcentuales a la inflación medida por el IPC. La sorpresa ha sido que la inflación subyacente cayó más de lo esperado, del 3,6% al 3,2% (el consenso esperaba un 3,5%), y la inflación de los servicios -tan obstinada como preocupante para el BoE- baja del 5% por primera vez desde mayo de 2022. No obstante, la mayor parte de la mayor caída de la inflación subyacente y de la inflación de los servicios se ha debido a una fuerte caída de la inflación de las tarifas aéreas, que pasa del +11,9% al -5,0% (la previsión era de un 7,3%).
Cinco de las doce categorías principales que sigue la ONS registraron una inflación inferior al 2%, frente a las cuatro del mes pasado. Los precios de los alimentos y bebidas, la ropa, los muebles, la vivienda y el transporte crecieron menos del 2%. Los mayores aumentos anuales se registraron en los sectores de la salud y las telecomunicaciones.
"La inflación de los servicios en el Reino Unido ha caído por debajo del 5% por primera vez desde mayo de 2022 y eso es potencialmente una gran noticia para el Banco de Inglaterra. Recordemos que este es, con diferencia, el dato más importante en el proceso de toma de decisiones del BoE, ya que trata de calibrar el nivel de 'persistencia' de la inflación en la economía. La evolución de los precios en el sector servicios es más lenta y tiende a reflejar mejor las condiciones económicas internas, como el crecimiento de los salarios. Lo importante en este caso es que el banco central había previsto que la inflación de los servicios en septiembre se situaría en el 5,5%, por lo que el hecho de que haya bajado al 4,9% supone una considerable infravaloración. La cifra de agosto fue del 5,6%", explica James Smith, economista británico del servicio de estudios de ING.
Precisamente este martes se conoció el último dato de crecimiento salarial, relativo al período entre junio y agosto. Aunque la métrica, excluyendo los bonus, mostró una notable desaceleración, todavía se mantiene pegada al 5% pese a que el resto de datos del mercado laboral muestran una normalización hacia las tendencias registradas antes del covid. Pese a que los indicios son de más desaceleración, este porcentaje aún preocupa a un BoE que quiere ver el indicador por debajo del 3%. Esto le hace ir más rezagado respecto a homólogos como la Reserva Federal de EEUU o el Banco Central Europeo. En medio de ese enigma laboral, los datos de inflación de servicios publicados este miércoles brindan algo más de calma.
Los datos de inflación de septiembre pueden significar que el próximo y esperado repunte de la inflación medida por el IPC (impulsado por la subida del 10% intermensual del tope de precios en la factura de la luz impuesto por la oficina energética estatal Ofgem el 1 de octubre y algunos efectos de base desfavorables en los sectores del vestido, las comunicaciones y el ocio/cultura) no lleve a la inflación tan lejos del objetivo del 2% en los próximos meses. Por consiguiente, el BoE podría revisar a la baja su previsión de que el IPC volverá a situarse en el 2,8% en noviembre, con lo que ello puede implicar para la política monetaria.
"En otras palabras, esta última caída parece auténtica, y el Banco de Inglaterra tomará nota", vaticina Smith. "Es dudoso que este dato influya en la decisión que tome el BoE en noviembre. Es difícil ver a los funcionarios votando a favor de otra cosa que no sea un recorte de tipos de 25 puntos básicos. Sin embargo, esperamos que continúe este nuevo descenso de la inflación de los servicios. Llevamos tiempo sosteniendo que puede acabar el año en torno al 4,5%, en lugar del 5,3% previsto por el banco central. Los indicadores de las encuestas muestran que las empresas están subiendo los precios de forma menos agresiva, aunque el crecimiento de los salarios se ha mantenido relativamente estable", agrega el experto en una nota para clientes.
"Si estamos en lo cierto, creemos que el Banco de Inglaterra puede acelerar el ritmo de los recortes más allá de noviembre. Esperamos un recorte en diciembre y en cada reunión hasta que los tipos alcancen el 3,25% el próximo verano. El gobernador Andrew Bailey lo insinuó en una reciente entrevista en un periódico, y es posible que veamos más señales en las comparecencias públicas de la semana que viene en Washington", concluye el analista de ING.
"En general, una reducción de 25 puntos básicos de los tipos de interés, del 5% al 4,75%, en la reunión de política monetaria de noviembre parecía ya segura antes de la publicación de hoy. Las posibilidades de que esto vaya seguido inmediatamente de otro recorte de 25 puntos básicos en la siguiente reunión de diciembre acaban de aumentar. Por el momento, sin embargo, creemos que el BoE mantendrá los tipos en esa reunión. No obstante, seguimos pensando que los tipos acabarán bajando hasta el 3%, por debajo del 3,5%-3,75% descontado en el mercado", opina Paul Dales, economista jefe de Capital Economics para Reino Unido.