
Más de tres años después del inicio de la pandemia, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) determinó que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por Covid-19 tuvieron un impacto más positivo sobre los trabajadores temporales que cambian de empresa que sobre los empleados con contratos fijos.
Los autores del artículo académico titulado Protección del empleo mediante planes de retención del empleo en un mercado laboral segmentado elaborado por Raquel Carrasco (UC3M y Fedea), Virginia Hernanz (U. de Alcalá) y Juan Francisco Jimeno(Banco de España y U. de Alcalá) precisaron que los 'ERTE covid' tuvieron efectos positivos sobre ambos tipos de trabajadores y pese a "no cerrar por completo la brecha entre trabajadores temporales y permanentes, sí ayudaron a reducirla".
La investigación refiere que, en diciembre del 2021, los empleados fijos que entraron a ERTE en abril del 2020 tenían 23,5 puntos porcentuales de mayor probabilidad de seguir contratados que los empleados fijos que fueron despedidos.

Así también, los trabajadores temporales también se beneficiaron, ya que, en comparación con sus homólogos desempleados, tenían una probabilidad mayor de 13,1 puntos porcentuales de estar empleados en diciembre de 2021.
Sin embargo, al comparar a los trabajadores permanentes con los temporales que entraron en ERTE en abril del 2020, Fedea expone que los temporales se beneficiaron más debido a que el impacto de entrar en ERTE incrementó la probabilidad de estar empleados en diciembre del 2021 en 10 puntos porcentuales más que los empleados permanentes.
Respecto a los salarios, la participación en ERTE repercutió positivamente en los ingresos de los trabajadores temporales, que obtuvieron un aumento de alrededor del 5% para lo que no cambiaron de empresa y 10% para los que si cambiaron de empleador.
El documento detalla que la medida implementada por el Gobierno "proporcionó a los trabajadores temporales mayores probabilidades de empleo y aumentos salariales después de la crisis en comparación con trabajadores similares empujados al desempleo".
La pandemia ocasionada por el Covid-19 tuvo un impacto significativo en los mercados laborales a nivel mundial, lo que afectó a los trabajadores más vulnerables, entre los que se encuentran los trabajadores temporales. Por esto, España implementó una ampliación sin precedentes de los ERTE, brindando protección a estos trabajadores y generando un cambio significativo de política en comparación con crisis anteriores.
Finalmente, los especialistas sostienen que sus resultados "evidencian los beneficios potenciales de ampliar la legislación de protección del empleo para incluir a los trabajadores temporales, subrayando la importancia de políticas laborales más inclusivas y equitativas".
El estudio recoge que al "ERTE covid" se sumó un total de 3,5 millones de trabajadores fijos y 750 mil empleados temporales con cifras de abril del 2020.