
El ministerio de Hacienda da inicio al trámite interno que derivará en la presentación de los presupuestos generales para 2025. El equipo de María Jesús Montero publicará mañana -27 de junio- de una orden ministerial que obliga a los diferentes ministerios a redactar sus peticiones de gasto antes del próximo 8 de julio, que Hacienda filtrará, ensamblará y que servirá de base para el proyecto que el Ejecutivo lleve a las Cortes. Después, deberá presentar el techo de gasto y los objetivos de estabilidad, que marquen el carácter de las cuentas y que allanen el camino para su aprobación. La intención -aseguró la vicepresidenta primera- es aprobarlos "a principios de septiembre o a finales de julio", ya sin el temor a que el PP vuelva a hacer uso de su carta de veto en el Senado, gracias a la mayoría absoluta de la que disponen en la Cámara Alta. PSOE y Sumar se aliaron -hace semanas- para impulsar una enmienda integrada en la Ley de Paridad que elimina esa posibilidad que los de Núñez Feijóo exprimieron para tratar de abortar el intento de presupuestos para 2024.
"Esto significa que estarán todos los elementos que van a impulsar el tejido productivo de nuestro país, la competitividad, la consolidación de los derechos, básicamente poniendo a las personas en el centro de nuestras cuentas públicas", ha asegurado Montero desde los pasillos del Congreso, donde hoy se celebra una nueva sesión del pleno.
Lo cierto, es que -a pesar de que el calendario electoral ha quedado atrás- la batalla investir un presidente en Cataluña y la irrupción del acuerdo con el PP para renovar el CGPJ, han vuelto a agitar el tablero político en un momento en el que Hacienda debe comenzar a acercarse a los grupos parlamentarios en busca de los acuerdos necesarios para impulsar los próximos presupuestos.
Montero dejará pasar el verano, para tratar de adormecer el ritmo y contar con algo más de calma en las mesas de negociación. La titular de Hacienda confía en que todos los grupos "realmente tengan en cuenta que España necesita unos nuevos Presupuestos" que supongan un "avance". "Cuento con que su predisposición va a ser positiva", ha insistido la vicepresidenta.
Una difícil negociación con los grupos
Para lograr aprobar las que serás las primeras cuentas de la legislatura, Moncloa necesita a ERC y a Junts. El PSOE trata de negociar con los primeros la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, muy a pesar de los segundos, que no tiran la toalla y mantienen su intención de procurar el retorno de Carles Puigdemont como president. En este punto, Montero espera que ambas formaciones aparten el debate que retumba en el Parlament, e inicien la ronda de contactos "con el ánimo de poder llegar a acuerdos". La número dos del Gobierno ha asegurado que "nunca con ningún partido político, hasta que no se acuerda, se puede dar ni nada por hecho ni nada por cerrado". "Estoy convencida de que podemos hacer unos Presupuestos que sean buenos para Cataluña", ha insistido.
Tampoco lo tendrá fácil con el resto de grupos, necesarios para avalar las cuentas. La firma del pacto para renovar el órgano de gobierno de los jueces entre el ministro de Justicia, Félix Bolaños y el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, no ha gustado en las filas de Podemos, vitales para amarrar la estabilidad parlamentaria del Gobierno. Su portavoz, Ione Belarra, ha acusado al PSOE de haber roto con la mayoría del bloque de investidura tras el acuerdo con los populares. La exministra de Derechos Sociales ha llegado a afirmar que los de Pedro Sánchez "aspiran" a articular una "gran coalición" e incluso sacar con ellos los presupuestos.
La tensión podría estirarse más. La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, no descarta que el alcanzado ayer, vaya a ser el último pacto entre socialistas y populares. "Vamos a verlo", ha asegurado. Varias instituciones están pendientes de ser renovadas, entre ellas, el Banco de España, o la CNMC o la CNMV.