
Con las elecciones europeas todavía coleando, la UE empieza a perfilar su cúpula para la próxima legislatura. Los negociadores de las principales fuerzas políticas (populares, socialistas y liberales) han llegado este martes a un principio de acuerdo para configurar el nuevo reparto de altos cargos de las instituciones. Un acuerdo que revalida a la actual presidenta de la Comisión Europea y candidata del PPE, Ursula von der Leyen, y que coloca en la presidencia del Consejo Europeo al exprimer ministro portugués, el socialista, Antonio Costa.
El pacto zanjado este martes concede, además, a la primera ministra estonia, Kaja Kallas la jefatura de la diplomacia europea, que hasta ahora ocupaba el socialista español Josep Borrell y divide la presidencia del Parlamento Europeo en dos mandatos entre populares y socialistas, como sucede tradicionalmente. Durante los primeros dos años y medio la Eurocámara seguiría presidida por Roberta Metsola.
El acuerdo sienta las bases para la conversación que mantendrán los líderes de la UE este jueves en Bruselas en una cumbre llamada a distribuir los primeros altos cargos de las instituciones comunitarias. Los líderes de la UE deberán llegar a un acuerdo que debe ser respaldado por mayoría cualificada, es decir un 55% de los países que representen el 65% de la población europea.
Este principio de pacto se ha fraguado en una reunión telemática entre los primeros ministros de Grecia y Polonia, Kyriákos Mitsotákis y Donald Tusk, como negociadores del Partido Popular Europeo; por parte de los socialistas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller alemán Olaf Scholz; y por parte de los liberales el presidente francés Emmanuel Macron y el holandés Mark Rutte
Fue a principios de la semana pasada cuando la configuración de la cúpula comunitaria se empezó a fraguar. Los líderes europeos llegaban a una cena informal en Bruselas con una arquitectura similar a la dibujada este martes. La falta de acuerdo radicó, principalmente, en la presión que ejercieron los populares por dividir el mandato del Consejo Europeo en dos tramos de dos años y medio que concediera a un socialista y a un popular, después, la presidencia de la institución.
No está claro, entre populares y socialistas, como quedará configurado finalmente el mandato del Consejo de la UE. La divergencia de posturas se sostiene y tendrá que dilucidarse a finales de semana. Se trata de si se aplica una fórmula similar a la que rige en el Parlamento Europeo o se recurre a la fórmula habitual de que los líderes prorroguen a mitad de mandato al quien había sido nombrado presidente de la institución.
No habría participado del acuerdo, sin embargo, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ya manifestó su malestar por haber estado excluida de tal negociación. La italiana se inscribe en la formación de extrema derecha Conservadores y Reformistas (ECR). No obstante, para el nombramiento de la presidenta de la Comisión Europea, el único que debe ratificar la Eurocámara, Von der Leyen contaría con apoyos suficientes entre populares, socialistas y liberales, con 189 escaños, 136 y 74, respectivamente.