
Las cuentas públicas francesas están engrosando cada vez más sus números rojos y las cuentas no salen. El Gobierno de Macron lleva desde 2017 con el mantra de que no va a subir los impuestos, pero el déficit público galo no deja de crecer y crecer. En 2023 cerró el año fiscal en un 5,5% del PIB y para este año se prevé que se corrija levemente hasta el 5,1%.
Francia tiene el déficit totalmente desbocado con unas elecciones a la vuelta y con Bruselas preparando la documentación para aplicar el plan de déficit excesivo porque, evidentemente, los galos no van a llegar al plan de reducir el déficit por debajo del 3%del PIB tal y como exige la Comisión Europea.
El equipo económico de Macron, encabezado por el Ministro de Economía Bruno Le Maire, puso en marcha un paquete de recorte del gasto público, a finales de marzo, para intentar doblegar al caballo salvaje del déficit. Un plan cuyo horizonte era "reducir el déficit dos puntos de aquí a 2027", aseguró el primer ministro, Gabriel Attal.
Para Attal la prioridad estaba en reducir todavía más las prestaciones por desempleo. Una cuestión sumamente delicada, ya que se prevé que el paro aumente en los próximos meses. Al mismo tiempo, el responsable de gobierno volvió a reiterar que subir impuestos "no forma parte de las medidas que vamos a tomar", aseveró.
Pero la vicepresidenta del Consejo de Análisis Económico, un organismo independiente que está ligado al primer ministro, Camille Landais, aseguró en una entrevista en el diario económico galo Les Echos que "rechazar cualquier aumento de impuestos, dada nuestra situación presupuestaria, es absurdo". En concreto, explicó que la consolidación del déficit fiscal no puede lograrse únicamente aumentando los ingresos de las empresas y las personas. "No veo cómo se puede defender esta consolidación presupuestaria sin que todos contribuyan, especialmente los más ricos", sentenció la experta.
Por su parte, la deuda también está completamente desbocada. El descubierto de las cuentas francesas cerró 2023 en los 147.400 millones de euros, es decir, en el 110,6% del PIB, cuando las estimaciones de Bercy (así se le conoce al Ministerio de Economía y Finanzas) era del 109,7%, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y estudios Económicos (INSEE).
Todo esto provocó una caída importante del gasto público. En 2023 las dispensas estatales supusieron el 57,3% del PIB, frente al 58,8% del año anterior. Mientras tanto, los ingresos representaron el 51,9% del valor total de la economía francesa, cuando el año anterior estaban en el 54%, por lo que hubo una caída de casi cuatro puntos. Esto provocó, precisamente, ese aumento de una deuda que antes de la pandemia estaba en el 97,9% del PIB.
La sorpresa vino por parte de los ingresos. Bercy se esperaba que el gasto público se comportase de esta manera, pero lo que Bruno Le Maire no se esperaba es que los ingresos fuesen más débiles de lo que ellos preveían. Tanto los ingresos procedentes del impuesto de sociedades, como del IVA, las cotizaciones a la Seguridad Social y el impuesto sobre la renta "han sido decepcionantes", aseguró la economista senior de Francia y Suiza de ING, Charlotte Montpellier.
Ahora mismo, a la resaca de las elecciones europeas por la victoria de la ultraderecha de Agrupación Nacional (RN) con el 31,4%, que llevó a Macron a disolver la Asamblea Nacional, se suma que los mercados están respondiendo de manera muy severa a la política de no bajar impuestos.
Bruno Le Maire advirtió que Francia corre riesgo de vivir una crisis financiera similar a la que vivió el Reino Unido bajo la corta presidencia de la exprimera ministra Liz Truss, a la cual castigaron los mercados por su programa económico que planteaba bajadas drásticas de impuestos.
"Hoy pagamos más que Portugal por nuestra deuda", aseguró el titular de Finanzas galo. Le Maire explicó que "esto se debe a los programas políticos que están sobre la mesa", dijo, refiriéndose a los partidos que se presentan a las elecciones legislativas de final de mes.
Le Maire criticó duramente la alianza de izquierdas que se ha conformado para concurrir a las elecciones legislativas con el objetivo de establecer un cordón sanitario a la ultraderecha: "Provocará un colapso económico", aseveró. Al mismo tiempo, dijo que su programa "es una locura" y provocará desempleo masivo, una rebaja de calificación y una salida de la UE.
La deuda seguirá acrecentándose hasta el 112%del PIB
Es evidente que cuanto más déficit tenga un país más tendrá que endeudarse para poder hacer frente a los pagos y a su gasto público.
A principios de junio, la agencia de calificación financiera Standard and Poor's (S&P) rebajó la nota de la deuda soberana de Francia por primera vez desde 2013. Esta decisión se debe "al deterioro de la situación presupuestaria" de la segunda economía más grande de la Unión Europea.
Tras el enorme desvío que sufrió el déficit galo al cierre del ejercicio del año pasado, la firma pone en duda que Emmanuel Macron consiga reconducir las finanzas públicas del país hasta el final de su mandato, en el año 2027.
"La degradación refleja nuestra proyección de que, contrariamente a nuestras expectativas anteriores, la deuda pública francesa con relación al producto interno bruto (PIB) aumentará debido a déficits mayores de lo esperado en 2023-2027", destacaban.
Las estimaciones del FMI apuntan a que el mandato de Macron deja una herencia de una deuda que se irá expandiendo, pasando del 111,6% del PIB este año a cerrar 2029 en el 115,2%. En cuanto al déficit, los datos marcan que este ejercicio lo cerrarán en el 4,9% y se mantendrá estático a lo largo de los años entre el 4,3% y el 4,1% hasta que en 2029 consigan corregirlo mínimamente al 3,9%.
Por su parte, la agencia de calificación considera que la deuda pública, actualmente situada en 109,9 por ciento del PIB, no dejará de crecer hasta llegar a 112% en 2027.
Lo cierto es que ahora hay que esperar a las elecciones legislativas, ya que, en el caso de que exista una "cohabitación" con la extrema derecha de Marine Le Pen y Jordan Bardella, el programa económico va a cambiar, aunque las intenciones de RN son las de bajar impuestos "para subir el poder adquisitivo de los franceses", aseguró Bardella en una entrevista radiofónica esta semana.
Todavía no está claro cuál es el proyecto que quieren llevar a cabo, lo único que dicen es que rebajarán el IVA de los productos energéticos (electricidad, gas y carburante) al 5,5%.