Economía

El 62% de las empresas con inversiones sociales y sostenibles tiene dificultad para encontrar financiación

  • En torno a 2.000 organizaciones de impacto vieron denegada su solicitud de financiación bancaria,
  • Cerca de 19.000 buscaron financiación para el circulante, pero unas 13.500 la destinó a inversiones en equipo productivo y/o en innovación
Sucursal de Unicaja.
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El 78% de las organizaciones de impacto (que crean valor social y ambiental) en España necesitaron financiación en 2022, según el primer informe sobre este sector realizado por SpainNAB, el Consejo Asesor para la Inversión de Impacto en España. Esta cifra es significativamente mayor que la de las pymes, donde el 56% de las empresas tuvieron necesidades de financiación el año pasado.

A pesar de este alto nivel de demanda, el 62% de las organizaciones de impacto tuvieron dificultades para acceder a la financiación, frente al 49% de las pymes. Esto se debe a varios factores, entre los que destacan los mayores costes de financiación a los que han tenido que enfrentarse debido a su perfil de riesgo más alto en comparación con las empresas tradicionales (34,1%). Además, sus modelos de negocio, que son más complejos y menos convencionales, a menudo resultan difíciles de entender para las entidades financieras. Existe también un desconocimiento generalizado sobre el potencial de estas organizaciones, lo que dificulta la captación de inversores. Asimismo, el 59,1% de estas organizaciones informó sobre obstáculos más específicos relacionados con elementos propios, siendo el principal la dificultad para aportar garantías en el proceso de acceso a la financiación. Esto se debe a su pertenencia a sectores de servicios, con un bajo nivel de activos fijos y rentabilidad económica, o a la juventud de algunas entidades. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el sector de impacto está en crecimiento y tiene un gran potencial.

Una de cada dos organizaciones de este tipo señaló haber requerido financiación bancaria en 2022 (47,8%), un nivel superior al de las pymes (37,2%). Estas necesidades varían significativamente según la esfera de impacto, siendo más altas en el sector ambiental (77,1%), y también difieren según el tamaño de la organización, con una mayor demanda en las organizaciones medianas, y el tramo de edad, ya que las organizaciones con entre 5 y 10 años de vida recurren más a la banca.

En general, la respuesta de la banca ha sido positiva, con el 80,2% de las organizaciones obteniendo la financiación que necesitaban. La principal causa de denegación ha sido la falta de garantías. En 2022, el 24,2% de estas organizaciones requirió garantías, frente al 19,0% de las pymes. Las diferencias son especialmente notables en la esfera de impacto ambiental, donde el 32,8% de las organizaciones necesitó garantías.

¿Para qué quieren financiación?

La mayoría requirieron financiación para el circulante, con un 70,1% de las que tuvieron necesidades financieras. Le siguen en importancia la inversión en equipo productivo (34,1%), las inversiones en innovación (16,6%) y el desarrollo de procesos de expansión de la propia organización (12,4%). Es notable el porcentaje que señala las necesidades de financiación para crear una nueva organización, que asciende al 3,5% en las organizaciones de impacto, mientras que no se plantea en el total de las pymes.

Comparativamente con el conjunto de pymes, se observa que las organizaciones de impacto invierten más en equipo productivo y en innovación. Además, un mayor porcentaje de estas organizaciones se encuentra en procesos de expansión, ya sea en relación con el alcance de su actividad o territorial, o creando nuevas organizaciones.

Entre los instrumentos más utilizados por las organizaciones de impacto para abordar sus necesidades de financiación, destacan principalmente los fondos propios, las ayudas no reembolsables y, en menor medida, la deuda a corto plazo. En 2022, los fondos propios fueron la opción más utilizada en el 67% de las organizaciones, seguidos de las subvenciones en el 47% de los casos y la deuda a corto plazo en el 29%.

Sin embargo, el estudio revela que las organizaciones de impacto aún emplean de manera limitada instrumentos más específicos dirigidos a facilitar su financiación. Esto incluye opciones como el crowdfunding, la deuda de capital riesgo, los bonos verdes o sociales, el venture capital o la financiación a través de business angels.

Si se observa a qué esfera pertenecen las compañías, se ve que en la esfera social, se emplean principalmente instrumentos no reembolsables, como fondos propios y subvenciones. El uso de deuda a corto plazo es limitado (20,2%), y aún menos común es el uso de deuda a largo plazo (5,8%). Por otro lado, las organizaciones de la esfera ambiental, caracterizadas por modelos de negocio más comerciales y mayores inversiones en equipo productivo, hacen un uso mucho más frecuente de deuda a corto y largo plazo (43,0% y 26,4%, respectivamente), así como de instrumentos no bancarios como el aplazamiento del pago a proveedores (13,1%).

Creadoras de empleo

Las perspectivas económicas y de creación de empleo a corto plazo para las organizaciones de impacto son más favorables que las del conjunto de las pymes españolas. La mayoría de estas organizaciones, un 56,4%, espera un aumento en su facturación o presupuesto en los próximos 12 meses, en comparación con el 39,2% de las pymes en general. Además, el 16,0% de estas organizaciones espera un crecimiento importante. Asimismo, un menor porcentaje de entidades de impacto espera una disminución en sus ingresos en comparación con las pymes.

En línea con estas dinámicas de crecimiento, las organizaciones de la esfera ambiental reportan perspectivas aún más favorables a corto plazo. Aunque la mayoría de las organizaciones de la esfera social espera aumentar sus ingresos en los próximos 12 meses (53,1%), este porcentaje aumenta al 60,9% en el caso de las de la esfera ambiental. En cuanto al empleo, las diferencias entre las esferas son menores.

Tipología de las entidades

Las organizaciones de impacto, aunque son principalmente micro-organizaciones, tienen un tamaño medio superior al de las pymes españolas. El 63% de ellas facturan menos de 300.000 euros y el 90% tienen menos de diez empleados.

Estas organizaciones combinan diversas fuentes de ingresos, predominando los provenientes de su actividad comercial (58,7%). Además, reciben ayudas no reembolsables del sector público (24,3%) y donaciones del sector privado (8,4%). En términos económico-financieros, las organizaciones de impacto están en una mejor posición que las pymes españolas, con un mayor porcentaje en crecimiento (38,4% frente a 29,4%) y mejorando su situación financiera (24,2% frente a 7,3%). Asimismo, presentan mejores perspectivas económicas a corto plazo, tanto en el crecimiento de ingresos como en la creación de empleo.

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