
La Comisión Europea ha presentado este viernes las objeciones a la compra de Air Europa por IAG, una operación que considera restringiría la competencia del mercado de pasajeros de transporte aéreo, en particular las rutas desde y hasta España. Con estas objeciones, Bruselas tumba la propuesta de soluciones (remedies) presentada por IAG el pasado febrero y deja entrever la necesidad de soltar más rutas. El Ejecutivo comunitario ha manifestado su preocupación por que la fusión pueda tener un impacto negativo en los consumidores, sea porque se produzca un alza en los precios o porque se deteriore la calidad del servicio.
Tras el proceso de investigación iniciado en enero, el Ejecutivo comunitario ha concluido que la operación restringirá la competencia en el mercado de rutas domésticas, de rutas que conectan España con países de Europa y Oriente Medio y rutas que conecten España y América del Norte y del Sur.
En relación con las rutas domésticas, la Comisión Europea ha considerado que la competencia en un cierto número de rutas nacionales españolas, especialmente en las que no existe alternativa de tren de alta velocidad y en la conexiones entre la España peninsular y las islas Baleares y Canarias. En estas rutas, IAG y Air Europa compiten la una con la otra de forma frontal, y de confirmarse la operación no habría competencia directa. En otras conexiones, la competencia se limitaría a otras compañías españolas y de bajo coste como Ryanair.
En lo referente a las conexiones de España con Europa y Oriente Medio, Bruselas considera que la operación también reduciría la competencia. Las alternativas en estas líneas son limitadas y procede, principalmente, en compañías de bajo coste que en gran parte de los casos operan desde aeropuertos más remotos.
También considera el Ejecutivo comunitario que la competencia se vería reducida en los casos de conexión con América del Norte y del Sur. IAG compite directamente con Air Europa en algunas de estas rutas y no habrá competencia directa de completarse la compra. En otras conexiones, la competencia con otras compañías aéreas parece limitada y ambas partes tienen cuotas de mercado relativamente elevadas.
La presentación de objeciones es un paso formal en las investigaciones que lleva a cabo el Ejecutivo comunitario. Este paso no prejuzga el resultado final de la investigación. Ahora IAG puede responder a Bruselas, y presentar soluciones hasta el 10 de junio de 2024.
La respuesta de la aerolínea no se ha demorado y ha explicado que en cierta manera era esperado que Bruselas considerara que la operación implicaría una reducción de la competencia para ciertas rutas. "El proceso entra ahora en los meses decisivos durante los que la Comisión evaluará las soluciones (remedies) que estamos planteando. Nuestra propuesta es muy sólida y creemos que logrará responder a todas las preocupaciones de la Comisión", ha indicado la compañía en un comunicado.
El pasado 24 de enero, la Comisión Europea abrió una investigación exhaustiva para analizar la compra de Air Europa por parte del grupo IAG, valorada en 400 millones de euros, ya que considera que podría generar problemas de competencia en el sector del transporte aéreo en varias rutas nacionales de corta y larga distancia dentro y fuera de España, tanto con capitales europeas como en las conexiones con América Latina. Pasaba, así, a la llamada 'fase 2' del proceso de evaluación de la compra de la aerolínea de Globalia.
En febrero, el grupo aéreo IAG presentó su propuesta de 'remedies' a la Comisión Europea para convencer a Bruselas de que la compra de Air Europa no reducirá la competencia en los mercados argumentando que opera a través de las aerolíneas Iberia, British Airways o Vueling, entre otras.