
El volumen de fondos europeos Next Generation que ya alcanzó la economía real asciende, entre 2021 y la actualidad, a 34.000 millones, asegura el ministro Carlos Cuerpo. Se trata de solo la mitad del total de recursos de este tipo recibidos por España, según reconoce el titular de Economía. Pero aún más llamativo es que el flujo de llegada de los Next Generation a las empresas ha mostrado una marcada desaceleración; hasta el punto de que el ejercicio 2023 significó el ritmo más bajo de ejecución tanto en términos porcentuales como en millones de euros.
Las cifras de la Intervención General del Estado (IGAE) evidencian que el año pasado se presupuestaron casi 36.000 millones en el marco del llamado Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. De ellos, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda detalla que los pagos no solo adjudicados, sino efectivamente realizados, se situaron en menos de 9.900 millones, un 27% del total presupuestado.
En los dos ejercicios anteriores, los fondos comunitarios que se repartieron entre empresas y particulares superaron los 11.000 millones de euros. En ambos casos, esas cifras suponen que el 45% y el 40% de lo presupuestado para 2021 y 2022 respectivamente llegó a movilizarse. Esa proporción, lejos de estabilizarse en dicho entorno, mostró un claro retroceso, de más de diez porcentuales, en el transcurso de 2023.
Las cifras de Hacienda proporcionan así fundamento a las críticas frecuentemente reiteradas por las patronales acerca de la lentitud de la liberación de los fondos Next Generation, y la necesidad de acelerar su llegada al tejido empresarial.

En realidad, no obstante, se está dando el fenómeno contrario. Detrás de la demora del calendario se sitúa, entre otros factores, la rémora que supuso el proceso de formación del Gobierno tras las elecciones generales del pasado 23 de julio. Los cuatro meses en los que el Ejecutivo se mantuvo en funciones acabaron pesando sobre el despliegue efectivo de los Next Generation. No obstante, no debe perderse de vista, el retraso en la ejecución acumulada en los ejercicios anteriores. Las cuentas de 2023 tuvieron que absorber los 7.243 millones que quedaron sin cubrir en 2022. Moncloa terminó el año ejecutando el 69% del total de pagos comprometidos.
Desde el Gobierno insisten reiteradamente, y ayer lo volvió a explicitar el ministro Cuerpo, en que, en 2021, apenas hubo tiempo de gestionar los recursos del Mecanismo de Recuperación, dado que, pese a que se aprobaron, a mediados del ejercicio su liberación por parte de la Comisión Europea no se hizo efectiva hasta el último trimestre.
Velocidad de crucero
De hecho, fuentes oficiales aseguran que las instituciones europeas no alcanzaron velocidad de crucero, desde este punto de vista, hasta que se decretó la situación de emergencia motivada por la invasión de Ucrania y el fuerte repunte de la inflación que la acompañó durante 2022 y una parte importante del ejercicio posterior.
Ese pulso no se ha perdido en el comienzo de 2024, de acuerdo con la exposición de Cuerpo en Comisión parlamentaria. En el Congreso de los Diputados, el titular de Economía dio más cifras al pormenorizar que ya suman 627.237 los beneficiarios de los fondos, de los que el 38% son micropymes y pymes, el 23% son grandes empresas, el 19% son fundaciones y otros, el 17% son uniones temporales de empresas (UTE) y el 3% restante son hogares. De los fondos asignados, 24.853 millones corresponden a inversiones realizadas por la administración general del Estado (AGE), 7.990 millones por las comunidades autónomas y 1.380 por las corporaciones locales.
En cuanto a la distribución geográficade la ejecución presupuestaria la Comunidad de Madrid es la autonomía que más fondos ha recibido, de acuerdo con los datos que maneja el Ministerio de Economía con un total de 5.701,37 millones; seguida de Cataluña, con 4.949,86 millones; y la Comunidad Valenciana con 3.753,61 millones.