Economía

Bruselas destina casi 24 millones a dos proyectos militares en España de Rheinmetall Expal Munitions

  • Concede 19 millones de euros a impulsar la producción de pólvora
  • Otros 4,7 millones son para un proyecto de producción de proyectiles
Imagen de la producción de munición de Rheinmetall Expal Munitions
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El sector de defensa está abriendo muchos frentes en la UE. El bloque pone los cimientos de una nueva visión de la industria de defensa para la próxima legislatura europea. La Comisión Europea ha anunciado este viernes que destinará casi 24 millones de euros a dos proyectos para impulsar la producción en defensa de la filial española de Rheinmetall Expal Munitions.

Se trata de la financiación concedida a dos iniciativas en España de un total de 31 proyectos seleccionados en la UE y Noruega, dotados de un presupuesto total 500 millones de euros. La idea es que la financiación impulse la producción de munición, de un programa de 2.000 millones de euros.

Bruselas ha seleccionado 31 proyectos en la industria europea de defensa para aumentar su producción en áreas como misiles, explosivos o proyectiles que se espera que movilicen 1.400 millones en toda la cadena de suministro militar, considerando inversión pública y privada.

Entre estas iniciativas se encuentran dos proyectos españoles. Concretamente, la filial española de la empresa alemana Rheinmetall Expal Munitions recibirá 19 millones de euros para impulsar la producción de pólvora, y otros 4,7 millones para la producción de proyectiles. Se prevé, no obstante, que los acuerdos de subvención se firmen en mayo de 2024.

Bruselas pretende aumentar la fabricación de proyectiles a 2 millones en 2025. "Son pasos importantes para invertir más, mejor, juntos y en Europa", ha indicado la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, que ha agregado que la iniciativa ayuda a aumentar el apoyo de la UE a Ucrania.

A todas luces, el giro del bloque en materia de defensa viene propiciado por la invasión militar rusa de Ucrania y la amenaza que supone una guerra a las puertas de la Unión Europea. La seguridad y la defensa van armando, poco a poco, los pilares de una suerte de economía de guerra, en un contexto geopolítico tan tenso como incierto.

Lo que la Comisión Europea busca es impulsar, especialmente, la producción de pólvora y proyectiles, que son dos segmentos donde se encuentran los mayores cuellos de botella en la cadena de suministro. Por ello, estos sectores recibirán tres cuartas partes de la financiación: 248 millones para producción de pólvora y 124 millones para la de explosivos, de cara a alcanzar los 10.000 millones anuales de pólvora y 4.300 toneladas de explosivos.

La idea es también que los países de la UE colaboren a la hora de adquirir capacidades en defensa. Unos 310 millones de euros servirán para incentivar a los Estados miembro a realizar compras conjuntas en el sector de defensa, siguiendo una fórmula similar a la aplicada en la pandemia con la compra de vacunas o, tras la guerra de Rusia en Ucrania, para la compra de gas en un contexto de altos precios de la energía.

Bruselas considera necesario que la industria europea aumente la capacidad de fabricación de forma coordinada y que se mejore la interoperabilidad de las fuerzas armadas. La fecha límite para la presentación de proyectos será el 25 de junio.

Comisión ha adoptado, además, el cuarto programa de trabajo del Fondo Europeo de Defensa, con una apertura de convocatoria para proyectos de innovación y creación de empresas en defensa. Un programa que cuenta con una dotación de 1.100 millones de euros. Se centrará en segmentos como misiles supersónicos, vehículos no tripulados por tierra y aire o seguridad de comunicaciones espaciales, así como la próxima generación de helicópteros y aviones. El plazo para presentar propuestas termina el 5 de noviembre.

Hace escasos 10 días, la Comisión Europea y el Alto Representante de la UE presentaron la Estrategia Industrial de Defensa, a la que destinará una partida de 1.500 millones de euros del presupuesto comunitario entre 2025 y 2027, una cifra por debajo de las expectativas de algunos de los mayores vocales por aumentar el gasto en defensa. La estrategia plantea que en 2030 la mitad de las compras de defensa de los Veintisiete sean de equipos de fabricación europea, una cifra que debería ascender al 60% para 2035. Además, invita a los Estados miembro a que el 40% del equipo de defensa se adquiera en forma de compras conjuntas entre los Estados miembro hasta 2030.

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