Economía

Cuba se ahoga sin el petróleo venezolano y lo fía todo a un plan de austeridad histórico

  • El fantasma del Periodo Especial de los años 90 vuelve a recorrer la isla
  • El Gobierno aprueba subidas de la gasolina de más del 500%
  • La economía se dirige hacia una nueva recesión con una deuda al alza
Un antiguo coche circula cerca del Capitolino de la Habana. Foto de iStock.

La economía de Cuba lleva años atravesando un largo desierto que no parece tener fin. El bajo crecimiento económico y el riesgo de pobreza son dos rasgos cuasi estructurales de esta economía caribeña. Sin embargo, desde la pandemia del covid, la situación se ha complicado aún más ante la crisis energética que sufre la isla. Aunque las estadísticas cubanas son escasas, el Banco Mundial calcula que el PIB cayó más de un 10% en 2020. Desde entonces, la economía ha crecido muy despacio, sin llegar a recuperar los niveles previos al covid. La pandemia ha deteriorado los ingresos procedentes del turismo, mientras que el torrente energético que llegaba de Venezuela se está 'secando'. El resultado es una economía que necesita ajustes (un plan de austeridad histórico). El problema es que la austeridad, aunque necesaria para evitar un mal mayor futuro, agudizará aún más si cabe la propia crisis.

El PIB real de Cuba creció un 2% en 2022, tras haber aumentado un 1,3% el año anterior. A pesar de la ligera aceleración, 2022 fue un año excepcionalmente complejo tras el impacto de un huracán de categoría 4 en septiembre, que devastó la parte occidental del país. Aunque Cuba está atravesando una situación crítica por factores coyunturales (turismo y energía), lo cierto es que el país lleva desde 1962 enfrentándose al bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos, un aislamiento que mantiene contra Cuba desde hace más de seis décadas, y que se ha recrudecido en los últimos años, continúa causando graves daños a la economía nacional.

Con todo, el déficit fiscal en 2022 superó el 11% del PIB, al igual que en 2021 (11,7% del PIB). Este es el resultado de la debilidad de las exportaciones y una recuperación insuficiente del turismo y las remesas, agravada por mayores desembolsos de divisas debido al aumento de los precios de varios productos importados, la cuenta corriente registró un déficit importante, que se está viendo agudizado por la ausencia de energía 'barata', que en el pasado era suministrada por Venezuela.

Aunque los focos mediáticos se centran en el bloqueo de EEUU, el componente energético está cobrando cada vez más importancia. Cuba se encuentra en una profunda crisis energética absoluta. Los elevados precios mundiales del combustible impulsados por la guerra en Ucrania y la tensión en Oriente Medio, ha contribuido a meses de escasez crónica de combustible, lo que ha provocado frecuentes apagones y largas colas en los surtidores de gasolina, en lo que los analistas han descrito como "la peor situación financiera en la que se ha encontrado desde el colapso de la Unión Soviética".

A partir de febrero, el régimen anunciado que los precios de la gasolina aumentarán en más del 500% debido a la incapacidad del gobierno de continuar las ventas a los precios subsidiados actuales. El precio de la gasolina y el diésel se quintuplica a partir de este 1 de febrero. De los 25 pesos cubanos actuales a 132 (1 euro al cambio oficial), dentro del gran plan de ajuste. Además, el precio de la gasolina especial pasará de los 30 pesos el litro a los 156 (1,30 dólares, al cambio oficial), unos incrementos del 520%. A su vez, el diésel especial subirá de 27,5 a 150 pesos (1,25 dólares), un 546% más.

Ahora, será mucho más caro mantener una de las típicas estampas del paisaje cubano, especialmente de las calles de La Habana, que es la de los viejos y grandes coches americanos de los 50 años, de vivos colores y remendados hasta la infinidad. Esto se debe a que son vehículos llegados a la isla justo antes del embargo de EEUU. El elevado consumo de combustible por parte de estos 'almendrones', como se les conoce en el país, multiplica el efecto de la mediática alza de tres dígitos en la gasolina.

Venezuela se 'olvida' de Cuba

El funcionamiento de la economía cubana depende del petróleo importado. En la década de 1980, Cuba dependía de la URSS para abastecer el 98% de sus necesidades de petróleo crudo. Tras el fin de los subsidios soviéticos, el llamado Período Especial de Cuba (una década de racionamiento generalizado de alimentos, migración masiva al exterior y parálisis de los sectores industriales y agrícolas del país) terminó sólo después de que la Venezuela de Hugo Chávez aceptara el intercambio de su petróleo crudo a cambio de médicos, maestros y asesores militares cubanos a principios de la década de 2000.

Ryan C. Berg y Nate Laske, investigadores del Center for Strategic and International Studies (CSIS), explican en una nota publicada a finales de enero que durante décadas, el petróleo venezolano ha sido el alma de la economía cubana: alrededor de tres cuartas partes de los envíos que llegaban a la isla eran de Venezuela. "Ahora, Venezuela está lejos de ser el socio energético que alguna vez fue. Las exportaciones de petróleo venezolano a Cuba promediaron casi 80.000 barriles por día (b/d) en 2020, en comparación con 55.000 barriles por día en el transcurso de 2023, una disminución de más del 30%. La relación energética Cuba-Venezuela también se ve amenazada por la candidatura de la exdiputada y líder opositora María Corina Machado, quien se ha comprometido a suspender las donaciones de petróleo a Cuba si es elegida", aseguran estos expertos.

"Los crecientes costes de oportunidad asociados con el suministro de petróleo con descuento por parte de Venezuela a Cuba han hecho que el régimen de Maduro, con problemas de liquidez, priorice las relaciones económicas con países capaces de pagar en moneda fuerte. Esto, a su vez, ha obligado a Cuba a forjar relaciones con nuevos socios para llenar los vacíos en la oferta, en particular México", comentan estos expertos. Desde finales del primer trimestre de 2023, el gobierno mexicano, a través de su petrolera estatal Pemex, ha suministrado, al menos, 2,8 millones de barriles de petróleo a Cuba en lo que el gobierno de México describió como una donación humanitaria a "un pueblo que está sufriendo de un bloqueo inhumano e injusto".

"En medio de la aguda crisis energética de Cuba, está claro que el Gobierno de México siente una afinidad ideológica hacia el presidente cubano como colega de izquierdas. Díaz-Canel, por ejemplo, fue el invitado de honor en las celebraciones del Día de la Independencia de México en 2021, y López Obrador ha arremetido con frecuencia contra la política de Estados Unidos hacia Cuba", aseguran los investigadores de CSIS.

Rusia y México mantienen a Cuba con un hilo de vida

Aun así, el esfuerzo de estos aliados ideológicos de Cuba parece insuficiente para mantener en pie el maltrecho sistema energético del país. Las importaciones no han sido suficientes para satisfacer la demanda de combustible de la isla. Cuba tiene un problema con el petróleo, pero también con el refino. El país no tiene capacidad suficiente para producir todos los productos refinados que demanda la población, asegura Jorge Piñón, investigador de la Universidad de Texas en Austin, en declaraciones a Reuters.

"Cuba ha comprado más crudo y combustible este año que el año pasado. Sin embargo, la creciente demanda del sector eléctrico no ha sido satisfecha ni con la producción nacional ni con el suministro suficiente de Venezuela", sostenía Piñón en declaraciones a la agencia. "Si México o Rusia suspenden el suministro, los problemas serán mayores", sentencia el experto. La crisis de Cuba ha provocado numerosas manifestaciones, incluidas protestas a nivel nacional en julio de 2021, que fueron las más grandes desde la Revolución de 1959 del fallecido Fidel Castro. Cientos de miles de personas han abandonado el país en los últimos dos años, en su mayoría hacia Estados Unidos.

El déficit se dispara en una economía hundida

Con una economía que se habría contraído entre un 1% y un 2% en 2023 frente al crecimiento del 3% proyectado inicialmente por el gobierno, una inflación 'oficial' del 30% en el ejercicio (la del mercado informal es mucho mayor) y un déficit que se va a elevar hasta el 15% del PIB, el notable deterioro de la situación del país tras el golpe del covid ha disparado las alarmas. Claro, déficit tras déficit con bajo crecimiento solo puede desembocar en una deuda pública creciente que ya supera el 120% del PIB.

Algunas voces han rescatado el fantasma del Período Especial, como se conoce a la traumática crisis desatada en la isla a principios de los años 90 con la disolución de la URSS, proveedor de excepción (especialmente de hidrocarburos) del régimen de Fidel Castro durante décadas.

El mazazo que supuso esta desintegración del gigante soviético devastó al país caribeño y sus efectos se prolongaron durante años: Cuba no recuperó su PIB de 1990 hasta el año 2007. Aunque la situación actual dista aún de lo vivido aquellos años, en aquel momento se dio paso a importantes reformas, mientras que ahora falta fuelle y parecen haberse agotado las iniciativas.

La austeridad llega a Cuba

Prueba de ello es que el gobierno haya abrazado una inusitada apuesta por la austeridad, originándose un terremoto político que se ha llevado por delante al hasta ahora viceprimer ministro y responsable de Economía. Alejandro Gil, en el puesto desde 2018, fue destituido el pasado fin de semana por el presidente Miguel Díaz-Canel con la aprobación del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

El pasado diciembre, ante el evidente deterioro de las finanzas nacionales, el gobierno anunció un agresivo plan de choque buscando dar un volantazo en el rumbo de la economía del país. El primer ministro cubano, Manuel Marrero, presentó el Plan de Estabilización Macroeconómica por sorpresa al comparecer ante la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) y después de que el presidente Díaz-Canel hablara de "economía de guerra".

El plan buscaba recortar los gastos estatales elevando los precios topados por el Estado y reducir el coste para las arcas públicas de los subsidios, pasando de un modelo que subvenciona productos a uno que apoya económicamente a grupos vulnerables. El ambicioso paquete de austeridad incluía la desorbitada subida del precio de la gasolina, recortes en los subsidios, alzas en las tarifas del transporte y de servicios como la electricidad, el agua y en los cilindros de gas licuado. Entre estos aumentos destacaba la subida del 25% en la tarifa eléctrica al 6% del sector residencial que más consume o el paso a cobrar los combustibles a los turistas en divisa. El coste del abastecimiento de agua se triplicaría para quienes no tienen servicio cronometrado y se incluía un repunte del 25% en el precio del cilindro de gas licuado, informaba EFE.

Otras medidas que han trascendido son especialmente dolorosas para los cubanos de a pie: la subida hasta en un 400% en el precio del pasaje de los buses interprovinciales, de un 600% en el caso del ferrocarril y de un 468% para los vuelos internos en la isla. El primer ministro aseguró que, dada la situación, el Estado no puede seguir con el "derroche" en ciertos subsidios, como en el agua, la electricidad, el gas licuado, el transporte y los combustibles.

Con respecto a la 'simbólica' canasta, que ya ha cumplido más de 60 años de existencia, esta cesta de alimentos subsidiados que de manera mensual el gobierno reparte a los hogares cubanos, Marrero explicó que el objetivo es lograr "un esquema más justo y eficiente" para "no dejar nadie desamparado", reconociendo tácitamente el incremento de las desigualdades sociales y económicas en el país socialista. "No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen. Hoy nosotros le subsidiamos lo mismo a un 'ancianito' pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero", explicó.

La caída del ministro de Economía

Tras semanas de angustiosa digestión de este anuncio por parte de la población cubana, la convulsión política se ha hecho patente en estos primeros compases de febrero. La caída de Gil al frente de Economía se produce apenas dos días después de que el gobierno aplazara repentinamente y "hasta nuevo aviso", sin fecha definida (estaba previsto el 1 de febrero), tanto la subida de la gasolina como las alzas en el transporte. Según la prensa oficialista, el retraso en el aumento del precio del combustible se debe "a un ataque de ciberseguridad en el sistema de comercialización de (la empresa con capital estatal) CIMEX" el cual fue provocado "por un virus procedente del exterior".

"La única salida es la Revolución y el socialismo"

El ya exministro ha sido la cara visible a la hora de trasladar a los cubanos la lacerante coyuntura a la que se enfrentan. "Sabemos que es dura la vida. Pero confianza, que la única salida es la Revolución y el socialismo", espetó Gil a los cubanos en una comparecencia televisiva en la que reconocía las dificultades del régimen para desplegar la canasta básica. Gil estuvo al frente de la cartera durante la entrada en vigor de la gran reforma monetaria de 2021 -conocida en la isla como tarea de ordenamiento- que puso fin a la doble moneda en Cuba. En las pasadas semanas, el propio gobierno ha reconocido públicamente que esta "no ha cumplido con sus objetivos".

Desde entonces, el tipo de cambio entre el peso cubano (CUP) y el dólar -de 24 CUP por billete verde para personas jurídicas y de 120 CUP por dólar para personas físicas en el mercado estatal- se disparó en el mercado negro hasta alcanzar los 290 CUP por dólar el pasado viernes. El sustituto de Gil será el hasta ahora ministro presidente del Banco Central de Cuba (BCC), Joaquín Alonso Vázquez, según ha informado el Consejo de Estado en una nota leída en el noticiero de la televisión estatal.

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