
El proyecto europeo para la unión de mercados de capitales se ha encontrado con múltiples escoyos por el camino. La integración es actualmente menor que antes de la crisis financiera y si bien no ha perdido relevancia, los recelos sobre la confianza en el mercado retrasan su ejecución. Ante la dificultad para avanzar en el proyecto y la necesidad de invertir en la descarbonización, la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, ha defendido crear "nuevos instrumentos financieros" y ha avanzado que el organismo destinó un 29% más de financiación en la transición verde en 2023.
En el marco de este diálogo la nueva presidenta de Banco Europeo de Inversiones ha considerado que la transición climática exige la unión de mercados de capitales, pero también "nuevos instrumentos financieros". Un papel para el que ofreció al brazo inversor de la UE, que, según ha desvelado, destinó 49.000 millones de euros en 2023 a las inversiones verdes, frente a los 38.000 millones de euros del pasado año.
"Fuimos pioneros emitiendo bonos de concienciación climática, el instrumento pionero de los bonos verdes. ¿Por qué no empezamos por ahí? ¿Por qué no intentamos encontrar un área, un mercado donde tengamos la taxonomía, Europa esté a la cabeza en el desarrollo de estos nuevos instrumentos y finanzas verdes?", ha asegurado Calviño para posteriormente poner sobre la mesa la idea de que Europa se convierta en el estándar global de taxonomía.
La intención está ahí, sin embargo, son varios los elementos que han ido retrasando la ejecución del proyecto. El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, uno de los principales impulsores de la unión de mercados de capitales, ha explicado que en marzo los ministros de finanzas propondrán a la Comisión Europea que salga de las elecciones comunitarias de primavera, las áreas en las que pretenden actuar, entre ellas como cambiar la arquitectura de los mercados de capitales o implicar a los ciudadanos.
La descarbonización de la economía y la digitalización pueden anclar los avances para el proyecto de integración de mercados, según la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde. Y es así, precisamente, por la cantidad de inversiones que requerirá que ni la banca ni los gobiernos pueden proporcionar. Una financiación que es partidaria de ir a buscar a los mercados.
Si bien Donohoe ha expuesto que la mayoría de estas transiciones vienen dadas por las crisis, también ha reconocido que suelen ser procesos lentos. "No tenemos tiempo para ser lentos esta vez. La transición climática es imperativa", ha apremiado la francesa. "No se trata de eliminar las plazas de París, Fráncfort o Madrid pero sí llevarlos a un único mecanismo regulador", indicó la presidenta del BCE, emulando a la unión bancaria. Una agilidad que el irlandés ha considerado que es difícil de poner en práctica, por cuestiones como los niveles de deuda de los países del euro en los mercados.