
El verano y el estrés económico mantuvieron el alza de los ahorros de los hogares españoles. Si en el segundo trimestre la hucha aumentó un 20% interanual en plena incertidumbre económica, en los tres meses siguientes, donde se concentra el periodo de las vacaciones estivales, se situó en el 3,3% de su renta bruta disponible. Sin embargo, pese a la moderación, la tendencia se mantiene en positivo desde hace cuatro trimestres.
Las Cuentas Trimestrales no Financieras de los Sectores Institucionales publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que la tasa de ahorro de los hogares se saldó en positivo por cuatro trimestre consecutivo en un periodo, el de julio a septiembre, en que un año atrás registró un descenso del 2,3%.
El contexto de tipos de interés elevados y las tensiones geopolíticas vigentes tienen influencia directa en esta estadística. Dejando atrás el 'efecto pandemia' (elevados niveles de ahorro en 2020 y 2021 que fueron decreciendo con la vuelta a la normalidad y el aumento de la inflación hasta marcar cotas negativas en 2022), la senda de subidas de los tipos de interés abordada por el Banco Central Europeo (BCE) para domar la inflación y que los elevó al 4,5% endurece el acceso a préstamos y genera incertidumbre económica, dos factores que favorecen al ahorro obligado el primero, y el ahorro preventivo -o del miedo- el segundo.
Cuatro trimestres gastando menos de lo que ingresan
Según las cuentas que presenta Estadística, la renta disponible bruta de los hogares (incluye las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares y tiene en cuenta los impuestos sobre la renta y el patrimonio, cotizaciones y prestaciones sociales y otras transferencias corrientes) creció un 10,6%, hasta 210.846 millones de euros (20.217 millones más que en el mismo periodo de 2022), mientras el gasto en consumo final ascendió a 203.078 millones de euros (+4,5% interanual) respecto al mismo trimestre del año anterior.
Gastar menos de lo que se ingresó se tradujo en ahorro, en este caso de 7.027 millones, frente a la pérdida de 4.338 millones en el tercer trimestre de 2022, cuando el IPC llegó a superar el 10%.
La comparativa con el segundo trimestre del año arroja otro punto de vista que apunta a una caída de la renta disponible bruta (de abril a junio fue de casi 252.000 millones) pero a un aumento del gasto de en torno a 3.000 millones más.
La necesidad de financiación también descendió hasta los 7.691 millones de euros desde los 18.313 millones estimados para el mismo trimestre de 2022.
La capacidad de financiación de la economía es del 3,8% del PIB
La estadística apunta a que la economía española registró una capacidad de financiación frente al resto del mundo de 13.670 millones de euros en el tercer trimestre de 2023, un 3,8% del PIB de dicho periodo y un 160% más que el año anterior, cuando fue de 6.383 millones (un 1,9% del PIB).
La suma hasta los 13.670 millones procede de la capacidad de financiación registrada por la Administracion Pública (9.935 millones de euros), las instituciones financieras (8.376 millones de euros) y las sociedades no financieras (3.050 millones), menos la tasa negativa de capacidad de financiación de los hogares (-7.691 millones).
El INE sitúa la renta nacional bruta de la economía en 356.669 millones de euros, con una variación del 6,2% respecto al mismo periodo de 2022, mientras que la renta nacional disponible bruta creció un 6,2%, hasta los 352.016 millones.