Economía

El Ecofin espera cerrar hoy el acuerdo para la reforma de las reglas fiscales

  • Francia y Alemania se reunieron ayer de forma bilateral y se mostraron confiados en llegar a un punto en común en el encuentro de esta tarde
  • Los ministros de Economía y Finanzas de la UE se reúnen de forma telemática para cerrar los últimos flecos
  • Quedan en el aire el ritmo de reducción de déficit para crear colchones fiscales y el margen de desviación del gasto
El ministro de Economía de Francia, Bruno Le Maire, la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa, Nadia Calviño, y el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner.
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Las negociaciones han sido intensas y han requerido meses de tira y afloja entre la inclinación alemana a la disciplina y la flexibilidad que demandaban los países del sur de Europa, también Francia. Finalmente, los ministros de Economía y Finanzas de la UE esperan llegar este miércoles a un acuerdo sobre la reforma de la gobernanza económica en una reunión virtual. Para ello deben despejar dos incógnitas todavía en el aire: el ritmo de reducción de déficit para crear colchones fiscales y el margen de desviación del gasto.

Quedan por cerrar los últimos detalles que se abordarán en la reunión que los ministros de Finanzas de la UE que arrancó a las cuatro de la tarde de forma telemática. Se pondrá toda la carne en el asador en este encuentro, para poner presión a los países y cerrar un compromiso político que satisfaga a todas las partes, han explicado fuentes diplomáticas. La intención es iniciar las negociaciones con la Eurocámara lo antes posible para zanjar la reforma en el primer trimestre de 2024.

Hay dos puntos por concretar en este momento. Por un lado, la velocidad a la que se reducirá el déficit para que los países alcancen el objetivo del 1,5% de déficit sobre el PIB, pese a tener niveles inferiores al límite máximo del 3% que fijan las reglas fiscales. Esta cláusula, que ha venido reclamando Berlín como forma de garantizar que los países cuenten con colchones fiscales ante posibles imprevistos, ha chocado con Francia que aboga por dar espacio a las inversiones y rechaza la rigidez de las reglas anteriores, que fijan un ajuste anual del 0,5%.

El otro punto de discusión radica en los márgenes de desviación del gasto anual. Este indicador, que será el que la Comisión Europea tendrá en cuenta con las nuevas reglas fiscales para abrir procedimientos por déficit excesivo, está fijado actualmente en un máximo del 0,5% anual o un 0,75% en el periodo de ajuste de cuatro años.

En un intento por agilizar las conversaciones, Francia y Alemania llevan desde el pasado octubre reuniéndose de forma bilateral para intentar converger dos posturas que en un inicio estaban muy alejadas. El motor de decisiones de la UE lo volvió a hacer ayer por la noche, con una reunión en París en la que el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner y el ministro de Economía galo, Bruno le Maire, confirmaron que veían posible zanjar un acuerdo este miércoles y convencer a sus socios comunitarios para respaldar el texto de la reforma de las reglas fiscales.

El titular de Finanzas germano detalló en una publicación en la red social X, antigua Twitter, que había llegado con su homólogo francés a un acuerdo en estos elementos clave: "salvaguardias para reducir los déficits e incentivos para reformas e inversiones". Así, se mostró confiado en llegar a un "acuerdo político" este miércoles.

Quedaría aún por persuadir Italia. La presidencia española del Consejo de la UE, que ejerce de árbitro en estas negociaciones, ha hecho esfuerzos por que Roma forme parte del equilibrio de estas nuevas reglas fiscales. En este sentido, Le Maire precisó ayer en rueda de prensa que Roma está a favor de un acuerdo.

El punto de partida de la propuesta de la Comisión Europea para las reglas fiscales son planes con sendas de ajuste individualizadas por país, de cuatro años ampliables a siete en caso de que se realicen reformas e inversiones que lo justifiquen. Mantiene, igual que la anterior gobernanza económica, que los países no deben superar límites del 3% sobre el PIB para el déficit y el 60% en el caso de la deuda pero utilizará la regla de gasto como indicador para que el Ejecutivo comunitario juzgue si abrirá procedimientos por déficit excesivo.

La negociación ha estado marcada por la rigidez de Berlín que ha pedido cláusulas y salvaguardias que garanticen una reducción de deuda sostenible. En el último encuentro de arranque de diciembre se fijaba, así, un ritmo de reducción anual del 1% para países con una deuda por encima del 90% y del 0,5% anual para aquellos por debajo del 90% pero encima del 60%.

También se establecía un objetivo de déficit por debajo del límite máximo del 3% a petición de Alemania. La idea es que los países tengan colchones fiscales ante posibles vaivenes económicos, por lo que en los casos de los endeudados por encima del 90% el objetivo de déficit será del 1,5% y del 2% para aquellos por debajo de ese umbral del 90%.

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