
Irte a vivir con tu pareja es uno de los pasos más importantes dentro de una relación. Aunque se pueda pensar de manera idílica, esto acarrea problemas que van surgiendo poco a poco. La convivencia puede generar pequeñas disputas, ya sea por la limpieza, los hábitos de cada uno que choquen, el espacio vital...
Otra problemática que puede aparecer al vivir con tu pareja son en materia económica. Compartiendo piso tendrás que dividir cuentas como el alquiler o la hipoteca o gastos comunes de la casa como puede ser la compra, wifi, luz, agua...
Hay una técnica para gestionar el dinero cuando vives con tu pareja que se conoce como la técnica de las cuatro cuentas. Con estas se cubren los gastos comunes y se mantiene una economía individual para gastos o planes personales.
Cómo se dividen estas cuatro cuentas
-La primera cuenta estaría destinada para gastos fijos y comunes como la hipoteca y el alquiler, la comida, la luz, el gas...
-La segunda cuenta sería para el ahorro e inversión. Aquí se mete una parte proporcional a los ingresos de cada uno todos los meses.
-Las otras dos cuentas se dividen: una en cuenta corriente individual de cada uno. Aquí se separa lo común y lo propio de cada uno.
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