
La marcha de Nadia Calviño a la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) abre una intensa batalla por hacerse con el ministerio de Asuntos Económicos. Muchos son los nombres que se valoran, aunque -según fuentes socialistas- el presidente Pedro Sánchez lleva meses custodiando el nombre del reemplazo que será efectivo con la toma de posesión de la -todavía- vicepresidenta primera a partir de enero de 2024. Las quinielas se acumulan, aunque Manuel de la Rocha, secretario general de Asuntos Económicos y G-20 y principal asesor del área del jefe del Ejecutivo, cuenta con los galones necesarios como para tomar el timón de la economía española. Se trata de un hombre de la total confianza de Pedro Sánchez, que ha trabajado mano a mano con la Comisión Europea en la redacción y negociación de las continuas ediciones del Plan de Recuperación y adendas a cambio de los desembolsos recibidos a través de los fondos europeos. Ésta, es una pieza clave, ya que el Ejecutivo ha fiado la práctica totalidad de la estrategia económica en el rendimiento de los Next Generation.
No obstante, los cambios que el presidente del Gobierno introdujo al frente de las carteras tras su investidura, allanan el camino a José Luis Escrivá, que hace semanas cedió el ministerio de la Seguridad Social para ocuparse de una de las competencias que durante la legislatura pasada pendía de Calviño: Transformación Digital. Sánchez podría optar por volver a unificar responsabilidades, y recuperar la cartera de Asuntos Económicos y Transformación Digital bajo -ahora- la dirección del Escrivá. El ministro cuenta con la consideración de Bruselas, que le considera un perfil sólido y solvente, y que -al igual que De la Rocha- ha participado en el diseño de los planes conjuntos con las instituciones europeas.
Fuera del Gobierno
Pero el sustituto también podría llegar desde fuera del Gobierno. Durante las últimas horas ha crecido la posibilidad de que el próximo ministro de Asuntos Económicos proceda del entorno del PSC, vital para la reedición de la presidencia de Sánchez. Candidatos no faltan, pero Maurici Lucena es el mejor posicionado. El actual presidente de AENA cuenta con la formación y experiencia necesarias. Tiene cintura política, fue portavoz de la bancada socialista en el Parlamento de Cataluña desde diciembre de 2012 hasta octubre de 2015; pero también recorrido profesional lejos del escaño: al frente de la dirección Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) o de la presidencia del Consejo de la Agencia Espacial Europea. También en el sector privado, en diferentes responsabilidades del Banco Sabadell.
Por último, Sánchez podría elegir entre un perfil de la vieja guardia. En la lista de posibles se encuentra David Vergara, secretario de Estado de Economía durante la primera legislatura de Rodríguez Zapatero. Su lealtad a Pedro Solbes precipitó -junto al él- su marcha del Gobierno, tras rechazar la oferta de continuar en el cargo que le formuló Elena Salgado. Ahora, catorce años después cuenta con la posibilidad que -entonces- se le negó en varias ocasiones.
La vicepresidencia primera
El salto de Calviño al BEI deja además otro huevo vacante, la vicepresidencia primera del Gobierno. Cedidos ya todos los asientos acordados con Sumar, Sánchez podría designar a María Jesús Montero como su número dos. La ministra de Hacienda contó con un papel fundamental durante el proceso de las negociaciones que acabaron con la investidura del socialista, y cuenta con un bagaje al frente de Moncloa del que otros ministros carecen. No obstante, no cuenta con el halo de independencia de Calviño, que no está afiliada al PSOE.