Zaragoza
Las comunidades de vecinos de Aragón temen una fecha: 1 de enero de 2024. Es el día en el que inicialmente está previsto que las comunidades no puedan optar a la tarifa reducida para la calefacción central de gas que, por el contrario, sí seguirá vigente para las viviendas particulares.
Y, ¿qué supone en la factura tener que pagar un IVA del 21% o del 5%? La diferencia puede llegar a ser importante, sobre todo, en función del precio de gas, que en la anterior campaña de calefacción estuvo más elevado a raíz del conflicto bélico Rusia-Ucrania, entre otros factores que impulsaron su precio al alza.
Por ejemplo, una comunidad de 65 pisos, con una superficie de alrededor de 80 metros cuadrados y un consumo de unos 400.000 kwh, se estima que pagaría unos 28.000 euros durante la campaña de calefacción con un precio del 0,07 euros/kwh.
Sobre esta cantidad, el 21% de IVA ascendería a 5.580 euros. Por con el 5% de IVA, esta cuantía bajaría a los 1.400 euros. Es decir, la diferencia entre el 21% y el 5% de IVA se situaría en 4.480 euros para la comunidad.
Este importe se repartiría entre todos los vecinos que conforman parte de esta comunidad tipo, es decir, entre los 65 pisos, lo que se reflejaría en 68,92 euros cada uno de media por esta diferencia de IVA, según los datos facilitados por el Colegio de Administradores de Fincas de Aragón, a elEconomista
Y la situación preocupa porque prácticamente en Aragón, se estima se acogieron a la tarifa reducida alrededor del 50% de las comunidades de vecinos con calefacción comunitaria de gas. Todas ellas, si no se prorroga la medida más allá del 1 de enero de 2024, conllevará un encarecimiento de la factura energética del 16%.
Sin embargo, la situación será distinta en las viviendas particulares que sí podrán mantener la tarifa reducida, que fue aprobada por el Gobierno de España a petición de los administradores de fincas colegiados en el año 2022 ante los altos precios energéticos.
La imposibilidad de acogerse a esta tarifa por parte de las comunidades de vecinos a partir del 1 de enero de 2024 generará –para los administradores de fincas-, un agravio comparativo para las comunidades de propietarios con calefacción central de gas en las que podrían llegar a producirse casos de pobreza energética.
Además, las comunidades de vecinos con calefacción central comprarán la energía más cara que los usuarios de calefacción individual de gas, colectivo este último dentro del que se encuentran las casas o viviendas unifamiliares, que tienden a ser menos eficientes energéticamente.