La reciente subida de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) ha centrado el debate en la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. La presidenta del organismo con sede en Fráncfort, Christine Lagarde, ha repetido como un mantra que se mantendrá el actual coste de endeudamiento "tanto tiempo como sea necesario" para llevar la inflación al objetivo fijado del 2%.
"Nuestras futuras decisiones garantizarán que los tipos de interés del BCE se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario", ha puntualizado la francesa un mensaje que deja entrever que los actuales niveles de tipos se sostendrán en el tiempo y que no habrá una reversión de tal decisión a corto plazo.
Ha sido como parte de su discurso que ha incidido en que el Banco Central Europeo continúa decidido a garantizar que la inflación vuelva "oportunamente a nuestro objetivo del 2% a medio plazo". Un marco temporal que, de nuevo descarta prontas bajadas de los tipos de interés.
De hecho, preguntada por el eurodiputado socialista, Jonás Fernández, por alguna indicación concreta que pudiera proporcionar pistas sobre tal duración, Lagarde se limitó a explicar que las previsiones del organismo con sede en Fráncfort apuntan a 2025 como el año en el que se alcanzará una inflación del 2,1% y una inflación subyacente del 2,2%.
Es así que, con estos datos en la mano, Lagarde ha puntualizado que será en el tercer trimestre de 2025 cuando se alcance el objetivo del 2% de inflación y abogó por "confiar en que llegaremos ahí y que es sostenible". En un paso más, la presidenta del BCE ha aclarado que combinando "tiempo, sostenibilidad y una perspectiva a medio plazo creo que llegaremos a nuestro objetivo".
La última subida de los tipos de interés de la autoridad monetaria de este mismo septiembre fue de 25 puntos básicos, para alcanzar el nivel más alto desde 2001, del 4,5%. Sin embargo, la francesa ha descartado detallar los plazos en los que se traducirá ese "tanto tiempo como sea necesario". La única pista la ha dado cuando ha puesto en valor que la inflación dibuja una senda descendente, y que "aún se prevé que se mantenga demasiado alta durante demasiado tiempo".
Con los últimos datos que apuntan a una desaceleración de la economía de la eurozona este año, Lagarde también ha sido cuestionada sobre si este nivel de tipos de interés se mantendrá aún en caso de que los países del euro entren en recesión. La francesa ha descartado, en base a las previsiones del BCE, una contracción económica y ha insistido en el horizonte de llevar la inflación a niveles del 2% y en que el objetivo de la institución es la "estabilidad de precios".
Así, la francesa ha puntualizado: "no hay una recesión en nuestro escenario de referencia. Tenemos un estancamiento del crecimiento en nuestra previsión", ha corregido. Se ha referido a las perspectivas del organismo que apuntan a una expansión del PIB del 0,7% para 2023, una subida del 1% para 2024 y un rebote del 1,5% en 2025. Así ha añadido que el Consejo de Gobierno del BCE "no ha discutido sobre recortes en los tipos de interés".
La idea de mantenerse en una política monetaria restrictiva "el tiempo suficiente" no es solo una estrategia del BCE, su homólogo estadounidense, la Reserva Federal (FED), "tiene esta visión también", ha justificado la francesa.
Retirar las ayudas a la crisis energética
Sobre la mesa se puso, por otro lado, la contradicción entre la política fiscal y monetaria. La eurodiputada de Renew, Eva Poptcheva, arrojó luz sobre políticas fiscales expansivas que podrían poner en peligro la estabilidad de precios. Ante lo cual Lagarde insistió en la necesidad de retirar las medidas de apoyo a la crisis energética para dejar solo aquellas ayudas para los hogares más vulnerables.
"Algunos Estados miembro están tratando de diseñar programas de medidas y paquetes de apoyo que estén más focalizados en los más vulnerables y los más expuestos", ha señalado.
También fue cuestionada por los estímulos fiscales que representa el Plan de Recuperación en sí mismo y su impacto en los persistentes niveles de inflación, aunque la francesa subrayó que su impacto es mínimo.
"No se trata de minimizar el impacto de los fondos de Recuperación", ha introducido para justificar que "no será de tal importancia que dificulte la determinación de la política monetaria decidida en los últimos meses".