La afiliación descendió en 185.385 en agosto julio, un retroceso del 0,89% que sigue el guion más habitual ante el fin de las contrataciones de refuerzo para el verano. El número de cotizantes ascendió a 20.706.500, su nivel más alto de la serie para el octavo mes del año. Esta realidad, que profundiza en la desaceleración del mercado laboral ya cosechada en julio, tiene un impacto similar en el dato del paro registrado, que ascendió en 24.826 personas, un 0,93% más que el mes previo poniendo fin a cinco meses de caídas. En total, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) tiene en las listas de desempleo a 2.702.700 personas, la cifra más baja para este mes desde 2008 gracias al músculo que el mercado laboral desarrolló durante el primer semestre.
Los datos desestacionalizados de ambas estadísticas evidencian lo estacional del dato de agosto. Eliminando de las series el efecto propio del final del verano, la Seguridad Social añadió 17.745 cotizantes más y el paro registrado descendió en 23.373 personas.
El dato de agosto deja atrás el máximo de afiliados alcanzado en julio, cuando el número de cotizantes tocó los 20,89 millones. Los datos publicados este lunes por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones señalan que la caída es inferior a la experimentada el año pasado, cuando el sistema perdió casi 190.000 afiliados medios. Sin contar con los dos años más severos de la pandemia (en 2021 agosto sumó casi 7.000 cotizantes y en 2021 cayó en 118.004), la caída de afiliados de agosto de este año es la menor desde 2017m cuando se destruyeron 179.485 empleos.
En lo que va de año, el número de cotizantes medios se ha elevado en 410.229, según destacan desde el Ministerio, "uno de los comportamientos más dinámicos de la serie". En el año, la Seguridad Social ha ganado 555.499 afiliados.
La mayor caída de la afiliación la firmó Educación, que cedió 59.407 cotizantes respecto a julio (-6,3%) antes de las contrataciones de septiembre coincidiendo con el nuevo curso escolar. A mucha distancia, la segunda mayor pérdida de cotizantes fue en la Construcción (-17.262 o un 1,7% menos. En Actividades administrativas se perdieron 17.069 afiliados (-1,2%), y las Actividades artísticas y de entretenimiento vio caer la ocupación en 15.784 personas (-5,1%).
Actividades sanitarias y servicios sociales sumaron en agosto 16.853 cotizantes respecto a julio (+0,9%) y la Hostelería, pese a restar afiliados (-1.300), resiste al final de la temporada estival, un reflejo de los buenos datos de turismo.
El paro registrado tampoco firma un buen mes. El total de desempleados vuelve a situarse por encima de los 2,7 millones, nivel que perdió en junio por primera vez en 15 años. Desde el Ministerio de Trabajo y Economía Social matizan 'normalidad' de la situación al recordar que desde hace 25 años el paro suele aumentar en agosto por "los ciclos estacionales del modelo productivo".
Comparando el histórico, el repunte es inferior al experimentado hace un año (+40.428 parados). Exceptuando 2021, cuando el paro descendió en 82.583 personas en plena vuelta a la normalidad tras la pandemia, el repunte del paro es el menor en este mes desde el año 2016. En el último año el desempleo acumula un descenso de 221.540 parados.
Desde el inicio de la serie histórica comparable de 1996, el paro sólo ha bajado en seis agostos y ha subido en 22 (2008 se apuntó la mayor subida en plena crisis financiera con 103.000 nuevos desempleados).
Mientras el paro bajó en agosto en la agricultura, con 2.874 desempleados menos que en julio (-2,7%), y en el colectivo sin empleo anterior (-2.672 personas o un 1,1% menos), el repunte se debió sobre todo al aumento de desempleados en los servicios (+23.097 parados o un 1,,2% más. Por envergadura del alza le siguieron la construcción, con 4.792 desempleados nuevos (+2,3%) y en la industria, que sumó 2.483 (+1,2%).
Los contratos indefinidos caen un 26% con respecto a julio y los temporales un 22,5%
Los contratos también anotan caídas. En agosto se firmaron 1.088.831, un 15,2% menos que en el mismo mes de 2022 y casi un 24% menos que en julio hasta lograr el dato más bajo para un agosto desde 2013. De todos ellos, 418.927 (el 38,47%) fueron contratos indefinidos, cifra un 17,3% inferior a hace un año, y 669.904, temporales (-13,8% interanual y -22,5% sobre julio).
Desglosando por tipos de indefinidos, que además ceden un 26% sobre las rúbricas de julio, 171.886 han sido a tiempo completo, un 21% menos que en igual mes del año pasado; 152.495 eran contratos fijos-discontinuos (-10,3%) y 94.546 eran contratos indefinidos a tiempo parcial (-20,5%).
De enero a agosto se han superado los 4,4 millones de contratos fijos firmados (-1,4% menos que en igual periodo de 2022) y 5,77 millones de contratos temporales (-28,2% menos).
Desde el Ministerio de la Seguridad Social indican que los reflejan "con claridad" los efectos positivos de la reforma laboral sobre la estabilidad del empleo y la mejora de su calidad desde que esta norma entró en vigor hace más de año y medio. Se refiere al porcentaje de afiliados con contrato temporal, que se situó en agosto en el 15%, frente a la media del 29% de antes de la reforma laboral. En el caso concreto de los menores de 30 años, la temporalidad se ha reducido en 28 puntos, desde el 53% al 25%.
En total, la Seguridad Social contabiliza ahora más de 2,8 millones de afiliados más con contrato indefinido que en diciembre de 2021, último mes antes de la entrada en vigor de la reforma laboral. El análisis ministerial indica que la mayor estabilidad del empleo se constata también en el aumento del 34% de la duración media de los contratos que han causado baja en los ocho primeros meses del año en comparación con 2019, antes de la pandemia.
Sobre la repercusión de la reforma laboral en la contratación se ha pronunciado este lunes la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). El trabajo 'Retos Futuros del Mercado de Trabajo en España' firmado por José Ignacio Conde-Ruiz y Jesús Lahera, desde la fundación apunta a aspectos mejorables en la reforma laboral para acompañar la caída de la temporalidad "contractual" (que se acerca rápidamente a la media europea pero se estanca en el sector público) de una disminución real de la precariedad y la inestabilidad laboral.
La propuesta pasa por una mejora de la certidumbre y seguridad jurídica tanto en la contratación laboral como en la extinción del contrato. En este sentido, indican que "hay un segmento de los trabajadores que, a pesar de que su contrato ahora tiene la etiqueta de indefinido, sigue siendo muy precario cuando miramos al número de días trabajados, a su salario, al tipo de jornada y a los elevados periodos de inactividad que presentan".