
Los cajeros automáticos no van a desaparecer físicamente, por lo menos hasta ahora, pero el móvil terminará cambiando el modo en que operamos con ellos. Todo gracias a la tecnología NFC que sí hará desaparecer a una conocida, la tarjeta de débito o de crédito física, y que viene a revolucionar la forma en la que hacemos las transacciones domésticas.
Sobre el futuro de los cajeros automáticos existen varias teorías, y es que, con la desaparición de la tarjeta física, se vaticina un destino similar para los propios cajeros. Un fenómeno que llega de la mano de las tecnologías que apuestan porque todo sea 'cashless', es decir, sin efectivo.
Sociedades sin efectivo
Se trata de una tendencia que ya se ha puesto en marcha en países escandinavos como Noruega o países como China y Australia, donde la mayoría de las pequeñas transacciones se realizan de forma digital y que aspiran a convertirse en sociedades sin efectivo en 2030.
Comunicación por campo cercano (NFC)
Para lograrlo, el móvil y su tecnología por chip serán las claves en este proceso de transacciones domésticas. La comunicación por campo cercano (NFC) permitirá efectuar diversas tareas, como la conexión con otros dispositivos, la lectura de nuestro DNI electrónico o el retiro de dinero y pago de transacciones.
Para usar esta forma de pago, los móviles deben contar con NFC y con alguna aplicación de pago o billetera digital, la cual tendrá que estar vinculada a la tarjeta o cuenta bancaria.
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