Economía

La recaudación de Sociedades cae a la mitad en el primer semestre del año

  • Los expertos lo vinculan con el estancamiento de los beneficios empresariales en el inicio de 2023
  • El IRPF explica la ventaja de 4.000 millones sobre los ingresos históricos del pasado 2022
La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. EFE
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La evolución de la recaudación tributaria en el arranque del año se sostiene gracias, esencialmente, a la resistencia del IRPF. El tributo aplicado sobre las empresas, el Impuesto de Sociedades, acumula una recaudación total de 2.788 millones de euros hasta junio, prácticamente la mitad de los 5.417 millones que sumaba el año pasado en el primer semestre, según el informe mensual de recaudación tributaria de la Agencia Tributaria.

Fuentes empresariales apuntan a un debilitamiento del indicador de los beneficios empresariales durante el primer semestre. Si se observa la tasa intertrimestral del excedente bruto de explotación que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Contabilidad Nacional, los beneficios de las sociedades fueron negativos en el primer trimestre (-3,6%) y en el segundo están prácticamente estancados (0,07%).

El tributo aplicado sobre las sociedades da señales negativas y hace saltar las alarmas, ya que la caída en la evolución acumulada es del 48,5%. En 2022 el Impuesto sobre Sociedades fue el que más creció entre los grandes tributos, teniendo en todos los tributos una incidencia notable la inflación. Los 32.176 millones recaudados por este tributo sólo han sido superados en la serie histórica por los ejercicios 2005, 2006 y 2007 en plena burbuja inmobiliaria.

Desde la Agencia Tributaria señalan que la evolución del tributo de Sociedades "está influida por el alto importe de las devoluciones realizadas, en su mayoría del ejercicio 2021 y que fueron pagadas, fundamentalmente, en los primeros meses del año, aunque también algunas, muy cuantiosas, consecuencia de recursos".

Las devoluciones acumuladas por esta partida acumulan 9.100 millones de euros, un 85% más que los 4.925 millones devueltos en los primeros seis meses del año pasado. El economista Javier Santacruz apunta que estas devoluciones se podrían deber al incremento del impuesto sobre grandes compañías del ejercicio previo, 2022. De hecho, con los ingresos homogéneos, la lectura apunta a una ligera mejora de 800 millones por Sociedades.

La estadística difundida por la Agencia Tributaria refleja que la recaudación tributaria acumulada durante los seis primeros meses del año mantiene una brecha positiva de unos 4.000 millones sobre los ingresos de 2022, sumando 111.043 millones durante este 2023 y 107.009 millones el año previo. El IVA, pese a frenar su comportamiento por la debilidad del consumo y pese al efecto de la inflación, mantiene su ritmo; como así lo hacen los impuestos especiales o los denominados otros.

Es el IRPF quien mantiene su fortaleza ante la decisión de no deflactar las nóminas. Sabiendo que un salario medio ha perdido algo más de 1.000 euros, de media, por el efecto del incremento de precios, los trabajadores siguen pagando los mismos impuestos con un menor poder adquisitivo. Por este efecto de la inflación –el impuesto de los pobres, un tributo encubierto por el efecto del IPC–, el IRPF consigue 4.000 millones de euros y explica la brecha positiva sobre la recaudación histórica del pasado ejercicio.

El Estado necesita ajustar la balanza de ingresos y gastos en los próximos ejercicios. Hay expertos que apuntan a que el margen de la presión fiscal en España ya no tiene más capacidad: con unos ingresos tributarios históricos durante 2022, la presión fiscal sobre medida sobre el nivel del PIB se situó por debajo del 39%, menos que la media europea.

La Comisión Europea plantea desde el año que viene la vuelta a las reglas fiscales tras permitir prácticamente una barra libre de gasto. Los países miembros del euro tienen que volver a los objetivos de déficit del 3% del PIB y de deuda pública del 60% del PIB. Un ambicioso objetivo en el caso español, especialmente por su elevado déficit.

Según la AIReF, la auditora independiente de las cuentas públicas, el reto que afronta España se mide a razón de casi medio punto del PIB, unos 6.000 millones al año que deberá bajar sus números rojos. Según las estimaciones de la AIReF, este 2023 terminaría con un déficit público del 4,1%.

El inspector de Hacienda del Estado, Francisco de la Torre, señala que "casi todos estos factores se están agotando. El principal de todos ellos es la inflación", y añade que España debe "reducir todo lo posible el gasto público superfluo y las duplicidades".

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