
A pesar de que la economía Francesa va a medio gas, los galos consiguen contener la barrera de los tres millones de parados. Según el último dato publicado este miércoles por el Ministerio de Trabajo francés, el número de personas desempleadas asciende a 3.011.100 en el segundo trimestre, es decir, 4.9000 parados menos que en los tres primeros meses del año, es decir, el desempleo ha caído un 0,2%. Este descenso es siete veces superior al registrado entre enero y marzo.
Por categorías, los parados de "Categoría A", que son los que todavía no han conseguido ningún empleo en su vida laboral pero que están registrados en la Pôle Emploi (Oficina de empleo francesa), cayeron en más de 35.000 personas.
Esta evolución del empleo confirma que el mercado laboral francés está resistiendo al embiste de la ralentización económica en un trimestre marcado por las revueltas sociales provocadas por la reforma de las pensiones de Macron y el inicio de una recesión económica en la zona euro en invierno.
Tanto el Banco de Francia como el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (INSEE, por sus siglas en francés) esperan que el PIB galo experimente un aumento muy modesto del 0,1% este trimestre, tras el crecimiento del 0,2% registrado hasta marzo. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional lanzó el martes su previsión de crecimiento para este año que rondará el 0,8%, bastante en consonancia con el Banco de Francia, que espera una expansión del 0,7%. Por su parte el Ministerio de Economía prevé un ensanchamiento del 1% para 2023.
De este modo, la caída del desempleo es más notoria en la Categoría A, signo de esta ralentización económica. Por otro lado, en la Categoría B (correspondiente a personas que han tenido una actividad pequeña durante el mes) el descenso es de 17.000 personas, es decir, un 2,1% menos que el trimestre anterior. Por su parte, en la Categoría C (relativa a personas con una actividad corta durante el año) se estabilizó hasta los 4.2000, es decir, un 0,3% menos parados que en el primer trimestre.
Con estos datos, habrá que esperar al recuento total de personas empleadas en Francia. Durante el primer trimestre Macron consiguió alcanzar los 27 millones de ocupados, de los cuales 21,1 millones pertenecen al sector privado. De hecho, el ministro galo de Trabajo, Oliver Dusspot, aseguró en la cadena pública de radio France Inter en abril, que el buen desempeño del mercado de trabajo "no significa que vaya en detrimento de la calidad del empleo". Dusspot recordó que "por primera vez en veinticinco o treinta años, más de la mitad de los puestos de trabajo creados (se refiere a los que duran más de un mes) son contratos indefinidos". Esto quiere decir que "estamos creando trabajo por decenas de miles y menos precario que hace dos años, y eso es bueno", aseveró.