La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen está convencida de poder contar la aprobación de las reglas fiscales antes de que finalice el año. "Hay que hacerlo para final de año. Es un expediente muy importante y estoy convencida de que lo vamos a lograr", ha dicho la jefa del ejecutivo comunitario en la rueda de prensa posterior a la reunión que ha compartido con el jefe del Gobierno Pedro Sánchez, con motivo de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
El español ha dado inicio hoy de manera oficial a su mandato con la recepción del Colegio de Comisarios europeos en la Galería de Colecciones Reales de Madrid. El encuentro ha servido para poner puntos en común de cara a la hoja de ruta que Sánchez ha marcado para la presidencia de turno. Una estrategia en la que pretende priorizar la atracción de la industria tecnológica, el impulso de las energía renovables o el acercamiento del viejo continente a Latinoamérica. Sin embargo, los retos a los que se enfrenta la Unión Europea siguen demandado una respuesta conjunta de sus instituciones. Ha sido uno de los mensajes conjuntos en los que von der Leyen ha coincidido con Sánchez, especialmente en la necesidad de cerrar cuanto antes un pacto que determine las reglas fiscales.
La propuesta de Bruselas -estática en la mesa de las negociaciones- otorga un mayor poder a los gobiernos para decidir cómo cumplir estos objetivos, aunque exige un ajuste anual mínimo de déficit del 0,5% del PIB hasta llegar al 3%, mientras que plantea una reducción gradual de la deuda a lo largo de cuatro años, prorrogable hasta siete. España ve con buenos ojos este planteamiento pero otros países, como Alemania se muestran reticentes.
El papel de la presidencia española es clave. Sánchez tratará de mediar para allanar el camino del acuerdo. De hecho, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ya habría comenzado a tender puentes, especialmente con Berlín. El titular de Economía alemán, Christian Lindner, aplaudió la iniciativa de su homóloga española: "Si alguien es capaz de unir a todos, es Nadia Calviño", dijo el líder de los liberales germanos. El objetivo es alcanzar un pacto antes del próximo mes de diciembre, con la meta final de contar con su aprobación antes de que concluya el año 2023.
Pacto migratorio
Otro de los grandes desafíos de la presidencia española será la aprobación del pacto migratorio, que la pasada semana volvió a tropezar con el rechazo de Polonia y Hungría. Ambos estados miembros se negaron a apoyar una parte del texto que fue acordada a mediados de junio.
Un punto, sobre el que Sánchez ha sido especialmente claro, "está en los tratados, existe esta posibilidad de avanzar en expedientes que han estado durante mucho tiempo guardados en un cajón", ha respondido el presidente del Gobierno español a la pregunta de si valoran aprobar el acuerdo sin el apoyo de Varsovia y Budapest.
La irrupción del 23-J
Von der Leyen y Sánchez mantuvieron un almuerzo con el resto del ejecutivo europeo que ha concluido con la reunión que ambos han mantenido a puerta cerrada. Sobre el papel, el español habría dado cuenta de su estrategia al frente de la presidencia de turno: sin embargo, durante la recepción celebrada a primera hora de la mañana, nadie ignoraba que en 20 días el español se disputará la presidencia del Gobierno. Del resultado el 23-J dependerá su permanencia al frente del Consejo de la Unión Europea.
La responsable de Cohesión y Reformas -la portuguesa Elisa Ferreira- le ha dedicado un "buena suerte para todo" durante su saludo con Sánchez. "Independientemente del resultado de las elecciones confío en que el Gobierno español y las instituciones sean capaces de tener una presidencia eficaz y confío en el espíritu europeo de España", ha asegurado von der Leyen durante la rueda de prensa.
El resto de prioridades trazadas por el español han contado con el total aval del ejecutivo comunitario. Sánchez ya anticipó que trataría de avanzar en la corrección de todas las vulnerabilidades comunitarias que han aflorado a raíz de la guerra en Ucrania. "Europa y Ucrania estarán juntos hasta la victoria final", dijo el presidente del Gobierno.
Aval a la hoja de ruta
La principal es el marco energético que evite una dependencia como que la aun mantienen las principales economías europeas sobre terceros, como Rusia. Pero no solo eso, el español ha vuelto a defender ante von der Leyen la necesidad de una reindustrialización de la Unión Europea, revirtiendo la tendencia de deslocalización de industrias estratégicas y tratando de atraer otras nuevas que generan riqueza. Aquí se incluye el impulso de varias leyes, como la de Materias Primas Críticas o la de la Industria de cero emisiones netas. Pero por encima del resto la aprobación de una directiva y un reglamento del Gas y del Hidrógeno.
Además, el español quiere extender su política fiscal por el resto de Europa. Hace días desveló que la lucha contra la evasión fiscal sería uno de los pilares que guiaría su presidencia. En concreto, Sánchez buscará cerrar el círculo para evitar que las grandes fortunas y las corporaciones -especialmente tecnológicas- eludan pagar impuestos. Una práctica que -según sus datos- araña 1,5 puntos al PIB europeo.
Por último, otros asuntos podrían haber consumido varios minutos del encuentro. Los retos se acumulan. Al nuevo diseño de autonomía energética se suma la incertidumbre sobre el tono que tome la inflación en la UE. Alemania sigue sin conseguir domar su tasa de IPC -que en junio volvió a subir al 6,4% en junio- y mucho menos su PIB, instalado en la recesión desde el pasado primer trimestre. Ante esto, el temor del ejecutivo europeo -reunido hoy en Madrid- vuelve a dirigirse a la sede del Banco Central Europeo. Desde allí, su presidenta -Christine Lagarde- ofrecerá una de las comparecencias más relevantes para el futuro a corto plazo del euro. La francesa, anunciará una nueva subida de los tipos -eso por descontado- pero dibujará los próximos pasos de la estrategia de la institución monetaria. Varios líderes europeos -como la vicepresidenta primera, Nadia Calviño- ya han pedido a Lagarde un freno en su ofensiva contra el alza de los precios. España es el socio comunitario con el IPC más reducido, del 1,9% en junio, según el dato adelantado por el INE.