Economía

Arturo Bris (IMD): "España necesita consenso político para trazar su estrategia económica"

  • Fondos europeos : "Perdimos la oportunidad de acordar una meta clara para el Plan de Recuperación"
  • Datos de empleo: "La percepción de los ejecutivos sigue siendo negativa, aunque las cifras son buenas"
  • Elecciones 23-J: "Después de unos comicios la competitividad sube por el fin de la incertidumbre"

España se estanca en el ranking de competitividad elaborado cada año por el Institute for Management Development (IMD). El director del Centro de Competitividad Mundial, Arturo Bris, apunta a que el efecto de un año tan electoral como este 2023, ha terminado por lastrar el impulso otorgado por la buena marcha de la economía. Los ejecutivos que elaboran la clasificación -liderada esta vez por Dinamarca- achacan además la falta de estrategia a largo plazo de nuestro país. Bris pide mayor consenso político y social para dibujar una línea más sólida que guíe el futuro de España. Es la única manera de ser más competitivos.

¿En qué estamos fallando para seguir estancados en el puesto 36?

En 2021 mejoró la competitividad por la apertura de las economías tras la pandemia, pero en 2022 y 2023 la competitividad se estanca porque varios países del sudeste asiático reabrieron más tarde, por lo tanto se benefician más de la mejora económica. España tiene ciertas ventajas y elementos positivos, como por ejemplo el crecimiento económico o la inversión interna, pero sigue adoleciendo de una estrategia económica. La productividad no aumenta, que es el elemento más importante que determina la competitividad, y la percepción que los ejecutivos tienen sobre la economía española no es positiva. Y esta falta de optimismo es importante. 

Una de las debilidades que detecta el informe es el nivel de paro en España, pero los datos de empleo nunca habían sido tan positivos.

Las estadísticas de desempleo en España son controvertidas, sobre todo en lo que se refiere a la definición de empleado. Nosotros utilizamos estándares internacionales y para ajustar estas medidas basamos nuestro ranking en las opiniones de los ejecutivos del país. Y cuando preguntamos sobre empleo, todavía las opiniones siguen siendo negativas a pesar de que los datos son objetivamente buenos. En cualquier caso, hay mejoras en cuanto a crecimiento de la fuerza laboral a largo plazo, en lo que respecta a la preparación de los empleados o en atracción de talento procedentes del exterior. Si es verdad que se ve cierto optimismo este año con respecto al anterior. 

¿Cómo han recibido los ejecutivos la aprobación de los impuestos temporales a la banca y energéticas?

Hay varias preguntas de nuestro cuestionario que son muy reveladoras. Cuando se pregunta a los ejecutivos españoles sobre la calidad del marco legal y regulatorio. España ha caído siete posiciones hasta, el puesto 58 de 64 países. Caemos cinco posiciones, hasta el 49, en cuanto al riesgo de inestabilidad política. También en calidad del sistema de Justicia descendemos. El ejecutivo típico tiene cierto recelo con respecto a nuestro marco institucional y es lo que tiene más efecto en nuestra competitividad. Los nuevos impuestos son parte de toda esta complejidad legislativa. 

¿Qué país europeo debe ser el espejo en el que España? 

No nos gusta poner ejemplos para cada país. Hemos visto como en Irlanda acusa problemas sociales o inmobiliarios. Y lo mismo pasa con los países europeos que dominan el ranking, como Dinamarca o Suiza. No pueden ser ejemplos a seguir para España, porque nuestra economía no es como la danesa o como la suiza. Ahora bien, sí hay cosas que aprender de ellos. Estos países han logrado consensos políticos y sociales que hacen que la estrategia económica sea siempre la misma. A pesar de los vaivenes sociales y políticos, la guía económica sigue siendo la misma y eso es lo que les hace tan competitivos. 

Entonces, ¿cómo puede influir un hipotético cambio de Gobierno tras el 23-J?

Si los cambios hacen sin tener en cuenta el largo plazo, perjudican a la competitividad. Es imprescindible el consenso. España tiene que ser un país que se centre en un modelo, puede ser la sostenibilidad, la innovación o el turismo. 

¿Y falta ese modelo?

Los países que han conseguido estos consensos siempre lo han hecho de abajo arriba. En Estonia, la clase política se pone de acuerdo en su estrategia. Tienen un parlamento muy fragmentado, pero ahora hay una coalición en el poder de centro derecha y centro izquierda, una coalición como si gobernaran PP y PSOE. Han sido capaces de juntarse y decidir avanzar hacia la transformación digital y la productividad basada en startups. 

¿Falló el Gobierno al trazar la estrategia en el esquema inicial del Plan de Recuperación?

Perdimos la oportunidad de sentarnos en la mesa y decidir una meta clara para esos fondos.

Bueno, la adenda presentada a inicios de junio trató de corregir esa oportunidad perdida.

Sin duda. El problema es la falta de una buena comunicación. Se ha comunicado bien hacia arriba, pero no se ha explicado que esto debe ser un plan a muy largo plazo. El Gobierno debería haber involucrado más a la oposición.

El aterrizaje de los fondos esta llegando a los directivos?

No llegan. No lo ven. Es lo que ocurre en las democracias.  Existen buenos planes pero el proceso político impide que se aplique. Las no democracias, como Singapur o Arabia Saudí, tienen planes a largo plazo, y los ejecutan. Claro, esto es muy fácil al ser una dictadura. Por eso en España es imprescindible el consenso entre fuerzas políticas. 

El año electoral, ¿ha provocado más incertidumbre de lo normal?

El efecto electoral afecta a todos. Desde Italia a Perú. Siempre, después de unas elecciones la competitividad aumenta. Por eso creo que en 2024 España va a subir en el ranking de competitividad mundial. Pasó en las ultimas elecciones italianas y francesas. Porque la incertidumbre se elimina, independientemente del signo del partido político que gane en las urnas. 

El ranking otros países. Desde el marco europeo, ¿hay más o menos competitividad con respecto a Estados Unidos o China?

No en media. Pero en la UE hay muchas diferencias. Los países del norte, como Finlandia, Suecia o Dinamarca, están en lo alto del ranking. Luego, grandes economías como Italia, Francia, Alemania o España que se quedan en la mitad. En media la competitividad europea está al nivel de la de EEUU o China, pero hay muchas diferencias

Esa fragmentación de países, en la que el norte es mas competitivo que el sur ¿no da mayor estabilidad a EEUU donde existe una unidad de estados?

Los países que tienen éxito como Dinamarca o Países Bajos, necesitan a los países del sur como mercado, y eso explica su competitividad. Pero a la vez empujan hacia arriba a países como España, Portugal o Francia. Nos fuerzan a ser mas competitivos. No me gustaría tener una Europa unificada, porque la UE no tendría sentido. 

El 2022 ha sido un año trágico para Alemania, internada en una recesión, ¿seguirá cayendo?

Nos basamos en datos macroeconómicos correspondientes al periodo que va de febrero a abril de 2022. Por lo que el informe no captura la entrada en recesión de la economía alemana. Eso indica que el año que viene su posición va a ser peor. Pero además, habrá un contagio al resto de economías europeas y eso también se reflejará en el próximo ranking.

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