
Ocho subidas de tipos consecutivas no son suficientes. Tras el anuncio del BCE de un nuevo alza en lo que ya es una subida de 400 puntos básicos en un año, diferentes miembros del banco central han desfilado por los medios de comunicación para pedir que la institución monetaria siga pisando el acelerador. De hecho, la gran mayoría de los 'halcones' coincide en que hay que seguir con alzas como mínimo hasta septiembre.
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha sido de los primeros en salir a la palestra para pedir subidas de tipos hasta otoño. Según el alto cargo alemán "todavía hay terreno por recorrer" y, por lo tanto "es posible que tengamos que seguir con las subidas más allá de las vacaciones de verano". Su punto de vista ha sido respaldado durante el día por otros presidentes como los de Austria, Eslovenia, Lituania y Bélgica.
El pasado miércoles la subida de 25 puntos básicos ya provocó que el BCE llevase el 'precio del dinero' hasta máximos históricos. La tasa de depósitos está en el 3,5%, mientras que la de refinanciación se encuentra en el 4%. Por último, la facilidad marginal de crédito (opción de emergencia para pedir reservas) ya se encuentra en el 4,25%.
Todas estas subidas se ha llevado a cabo para controlar una inflación disparada, pero que ya está retrocediendo mes a mes. Según los últimos datos de Eurostat publicados este viernes, el IPC de la zona euro experimentó en mayo una caída interanual de nueve décimas, situándose en el 6,1%. Todas las miradas estaban puestas en la subyacente (que excluye del cálculo la energía y los alimentos frescos) que ya se sitúa en 6,9%, marcando un descenso desde el 7,3% del mes pasado.
A pesar de este retroceso estos miembros del BCE han insistido en que hay que volver al objetivo del 2% lo antes posible y eso requerirá nuevas subidas. El que más firme se ha mostrado es el presidente del Banco Central de Bélgica, Pierre Wunsch, que afirmó que "mientras la subyacente siga por encima del 5%, seguiremos subiendo tipos, incluso más allá de septiembre".
Durante el día de hoy Robert Holzmann, gobernador del Banco Central de Austria, insistió en este mensaje afirmando que "es posible que se requiera un ajuste en septiembre" si la inflación sigue en unos niveles parecidos a los actuales. Al igual que su compañero, insistió en que todo depende de la evolución de la subyacente, independientemente de la evolución del IPC general.
Olli Rehn, gobernador del banco de Finlandia, ha salido hoy al paso para insistir en que en julio continuará el ciclo de aumentos
También se abonó a esta tesis el esloveno Bostjan Vasle, que afirmó que "es posible un aumento en septiembre" porque "si la inflación no disminuye será necesaria una mayor acción del BCE". El lituano Gediminas Simkus, a pesar de que se mostró más cauto, diciendo que era demasiado pronto para hablar de septiembre, afirmó que no hay que descartar una subida en el noveno mes del año.
Concluida la reunión de junio el calendario del Banco Central Europeo pasa por otra en julio, donde prácticamente todos dan por hecho otra subida de 25 puntos, un descanso en agosto, donde no habrá reunión y una vuelta en septiembre, donde están enfocadas todas las dudas del mercado y dentro de la propia institución monetaria.
En ese sentido, Olli Rehn, gobernador del banco de Finlandia, ha salido hoy al paso para insistir en que en julio continuará el ciclo de aumentos. Por su parte, su compañero portugués Mario Centeno, se ha mostrado más directo contra aquellos que hablan de futuras subidas advirtiendo contra "declaraciones sobre el futuro". Por último, el gobernador del Banco de Francia, Francois Villeroy de Galhaum pidió "no sacar conclusiones prematuras sobre los tipos de interés" porque "hay un entorno de mucha volatilidad".
En cualquier caso, la moneda está en el aire. A pesar de que el mercado de derivados ya anticipa dos alzas más. Sin embargo, lo que parece claro es que los recortes aún tienen un largo camino que, al menos, se mantendrá sin recortes en el 'precio del dinero' hasta entrado 2024.