
Las empresas españolas tienen un problema con la fuerza que ejercen a la hora de retener a sus empleados. Según la consultora Michael Page, en su informe anual Talent Trends, las empresas solo pueden confiar en fidelizar este año a 1 de cada 10 personas que se encuentran actualmente en su plantilla.
Esto viene motivado porque, según los datos de la encuesta, el 92% de los trabajadores están abiertos a nuevas oportunidades (el 93% de los que tienen contrato indefinido y el 96% que tienen uno temporal). No escapan a ello los perfiles de reciente contratación, las personas están abiertas a nuevas oportunidades con independencia de cuánto tiempo lleven en su puesto actual.
Según Michael Page, "más de un tercio (39%) de los profesionales que comenzaron su trabajo en 2022 está en búsqueda activa de empleo. La antigüedad ya no se valora".
No es un problema solo de España, la media europea sitúa en el 88% el porcentaje de trabajadores que están abiertos a un cambio de empresa. Entre los Veintisiete, Bélgica es el país en el que menos trabajadores están abiertos a cambios (73%), mientras que Portugal lidera la tabla (97%). En los mismos términos que España encontramos a Austria, Italia, Polonia o Suiza.
Problema de fidelización
Hace años, era más común que un profesional pudiese trabajar toda su carrera en la misma empresa. Ahora, la "cultura de la fidelización" se está convirtiendo en un concepto "obsoleto", ya que los trabajadores son menos conformistas y no dejan de explorar oportunidades con las que puedan mejorar sus condiciones. "La rotación laboral se ha convertido en un hecho", explican desde Michael Page.
El motivo principal para retener a un trabajador es el salario, "sin una mejor remuneración pocos se quedarán", apuntan. La competencia entre empresas para captar talento, y la rotación que esta genera, deja desprotegidas a las pequeñas empresas, que no pueden asumir grandes salarios para poder satisfacer su demanda de talento.
"Los empleados son muy conscientes de su valor y actuarán en consecuencia"
El resto de empresas, que no mejore los salarios, tendrá que acudir al mercado a buscar profesionales a precios iguales o superiores al de las personas que se vayan por este motivo, o vivirán una pérdida de calidad y de imagen por sustituir el talento que tenían por trabajadores con menor potencial.
"Con las personas empoderadas para priorizar su propio valor, encontrar una mejor oportunidad en otro lugar se vuelve más atractivo que pedir un aumento de sueldo", dice la consultora.
Es por eso que el 47% de trabajadores busca activamente un nuevo empleo, el 92% está abierto a nuevas experiencias; mientras, solo el 14% pidió un aumento de sueldo durante el curso pasado.
Más gastos, mismo salario
Los últimos años han sido muy complicados por los cambios macroeconómicos que nos ha tocado vivir, influyendo en que el salario esté por debajo de las expectativas de la población. Casi de 1 de cada 2 trabajadores dijo sentirse afectado por la crisis y el alto coste de vida.
Además, el 47% de los trabajadores no ha recibido un aumento salarial en los dos últimos años. Este problema preocupa sobre todo a los más jóvenes, que ven como parte del equipo se jubila o cambia de empleo mientras que estos no se ven reconocidos.
Según el estudio, los salarios es un área crítica en el entendimiento de la empresa. "Una evaluación detallada permitirá a las empresas influir en la atracción y fidelización de talento", exponen. No acertar con el salario supone el riesgo de cerrar puerta al talento, ya que los empleados "son muy conscientes de su valor y actuarán en consecuencia".
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