
La ministra portuguesa de Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social, Ana Mendes, anunció este miércoles en Comisión parlamentaria que el día 5 de junio arrancarán "los proyectos piloto de la semana de cuatro días".
El departamento de Mendes tiene como objetivo principal evaluar la implantación de semanas más cortas, con la correspondiente reducción de jornada laboral pero sin que afecte a la remuneración, dirigida a empresarios y sus trabajadores que deseen adherirse al mismo de manera voluntaria, de acuerdo con la ordenanza publicada en el Diário da República.
Según reza el documento, el Instituto de Empleo y Formación Profesional será el que asuma el coste y los gastos asociados del desarrollo del programa piloto hasta un importe global máximo de 350.000 euros.
A cambio, las entidades que estén inscritas a este programa piloto van a ser evaluadas antes, durante y después del programa, a través de indicadores relacionados con la empresa, la productividad y costes intermedios, y con trabajadores, incluyendo salud y bienestar.
En España existe un proyecto piloto similar, que surgió a través de un pacto entre el líder de Más País, Íñigo Errejón, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez a cambio del apoyo a los Presupuestos Generales del Estado.
Según los últimos datos , 41 empresas industriales presentaron su solicitud para adherirse a este programa y se está evaluando el reparto definitivo. El presupuesto está dotado de 2.831 millones de euros y cada empresa podrá pedir 200.000 euros. En total, el proyecto afecta a 503 personas, según fuentes oficiales.
En el caso del proyecto portugués, Ana Mendes informó que ya hay 91 empresas que se han adherido al programa y son empresas "de diversos sectores". En un principio, a diferencia de España, las empresas no tendrán beneficios monetarios por adherirse al programa ni recibirán subvenciones. Por el lado de los trabajadores un pueden sufrir pérdidas salariales y podrán negarse a adherirse al proyecto piloto.
En el caso del proyecto portugués, son diversos los sectores que se han adherido al programa, mientras que en España todavía se plantea el debate de si es viable para todos. En este sentido, el secretario de Estado de Trabajo, Miguel Fontes, aseguró que el sector del retail y la distribución "que está abierto de manera continua, los siete días de la semana" una semana de cuatro días a sus trabajadores "está bien porque esas empresas ya están acostumbradas a trabajar 24/7" entonces "solo tienen que aplicar una nueva forma de organizar el horario de trabajo", explicó.